Enrique Galván Ochoa.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que está
escribiendo un libro sobre economía moral y neoliberalismo. Probablemente lo tendrá
en prensas el próximo diciembre. Ayer dio un anticipo de algunas de las ideas
que son los ejes de su narrativa al referirse a una nueva reducción de la
expansión económica que el Banco de México calcula por este año.El banco
central tiene 25 años de ser una institución autónoma, y en ese periodo ha
tenido cuatro gobernadores: Miguel Mancera Aguayo, Guillermo Ortiz y Agustín
Carstens, y el actual, Alejandro Díaz de León. Es de llamar la atención que
antes de ocupar el cargo, fueron empleados del prianismo. Mancera Aguayo
coincidió con Ernesto Zedillo; Ortiz, con Zedillo, Vicente Fox y Felipe
Calderón, y Carstens con Calderón y Enrique Peña Nieto. También el actual
gobernador, Alejandro Díaz de León, de la incubadora neoliberal, fue empleado
del prianismo, y hubiera coincidido con José Antonio Meade, pero la historia se
escribió de otro modo: ganó la elección ya saben quién. Así que ha venido a ser
el primer gobernador (involuntariamente) autónomo del Presidente. Esa condición
le ha dado una distancia, una libertad que no tuvieron sus antecesores. La ha
aprovechado, ha sido más crítico de lo que fueron Mancera Aguayo, Ortiz y
Carstens.El próximo libro de Andrés Manuel será un espacio para contrastar sus
ideas, el neoliberalismo versus la economía moral.
Crecimiento y desarrollo.
Volviendo al tema inicial: ante la reducción de las
expectativas de crecimiento que anunció el Banco de México para este año, López
Obrador dijo que es respetuoso de esa visión, pero aseguró que contrasta con el
repunte de la economía popular, producto del crecimiento de las remesas y los
programas sociales. Me interesa mucho la economía popular. A los tecnócratas
neoliberales les obsesionan las cifras, los datos. El dato del crecimiento
económico a mí no me dice mucho porque puede ser que una, dos, 10 empresas o un
grupo de empresas o bancos tengan muchas ganancias, pero ese dinero no
beneficia a la gente o ni siquiera se queda en México, agregó. Eso es lo que
miden, que el dinero se está acumulando, pero a mí me importa el crecimiento
acompañado del bienestar, a mí me importa mucho que la gente tenga para
comprar. López Obrador observó que si el Banco de México, los expertos, las
calificadoras dicen que va mal la economía, los tengo que respetar, pero
sencillamente son visiones diferentes. Yo ya no quiero nada con el
neoliberalismo porque resultó un rotundo fracaso. Estamos en la época
posneoliberal, por eso estoy escribiendo un nuevo libro sobre la economía
moral. Ya comentaré los siguientes capítulos de la historia.
Monreal hizo chapuza.
La Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena
–integrada por Gabriela Rodríguez Ramírez, Héctor Díaz Polanco, Adrián Arroyo
Legaspi y Víctor Suárez Carrera– dio la razón a Martí Batres e invalidó la
elección interna del partido de la mesa directiva del Senado al considerar una
indebida participación de otras fracciones parlamentarias en la votación. Hubo
chapuza en el proceso: Ricardo Monreal permitió que votaran senadores del
Partido Encuentro Social e impuso a una incondicional, Mónica Fernández, a fin
de conjuntar en su persona –Monreal– los dos principales órganos de gobierno:
la Junta de Coordinación Política (que jefatura Monreal) y la presidencia del
Senado. Tendrá que reponerse la elección, lo que no significa que Monreal
dejará de intentar controlar la cámara alta.
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