jueves, 29 de agosto de 2019

Mito, baja de comisiones de las Afores - El BdeM reduce a nada su pronóstico de crecimiento - El INE pide dinero como si estuviéramos en jauja.


Enrique Galván Ochoa

Está resultando muy fructífero a las Afores tener como regulador a su antiguo colaborador, Carlos Noriega Curtis. Hasta hace poco fungía como presidente de la Amafore y ahora es el titular de la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la Secretaría de Hacienda, lo cual, al parecer, conlleva un conflicto de intereses. ¿Cómo es eso de que su antiguo empleado ahora las regula? El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, anunció una disminución gradual y ordenada de las comisiones que cobran a los trabajadores, considerando la situación de cada una de ellas, para alcanzar hacia el final del sexenio niveles competitivos en un comparativo internacional. Esta medida, dice, representa un beneficio para los trabajadores que se estima alcance para ese entonces un monto cercano a los 100 mil millones de pesos. Se calcula que para un trabajador que ingrese a la fuerza de trabajo, el resultado de dicha medida podría significar un aumento en su pensión de 10 por ciento. En realidad, más bien se trata de proteger los intereses de las Afores. Según la Consar, a finales de julio los ahorros llegaban a 3.7 billones de pesos. Si el beneficio para los trabajadores, con la disminución de las comisiones, será de sólo 100 mil millones, a finales de sexenio, es risible. Además, el beneficio se repartirá entre 64.3 millones de cuentas. El dato que no dan a conocer es cuánto ganarán las Afores. Ya veremos, por otro lado, si al final del sexenio las comisiones tendrán niveles competitivos a nivel internacional, es decir, de 0.50 por ciento. Como puede verse en la gráfica, algunas cobran hoy más del doble. Fue una genialidad de las Afores colocar a su ex presidente Carlos Noriega Curtis a vigilarles las manos. Mientras no les estalle un cohete, porque parece que se trata de un conflicto de intereses clarísimo.

Realidades: BdeM e INE.

Convergen dos datos de alto impacto: el Banco de México ajustó hacia abajo su pronóstico de crecimiento económico de este año a un rango entre 0.2 y 0.7 por ciento; eso y un cero redondo es casi lo mismo. Por otro lado, el Instituto Nacional Electoral, con toda desfachatez, confirmó que su presupuesto para el próximo año debe ser de 12 mil 493 millones de pesos, de otro modo, la democracia se pone en riesgo. ¡Oh, Dios! Contiene programas especiales como este al que destinarían 446 millones 494 mil pesos: Fortalecer la gestión y evolución administrativa y cultura de servicio público. El presidente del instituto, Lorenzo Córdova, dice que con menos dinero sencillamente no la hacen. ¿Y por qué no renuncian y le dejan el lugar a mexicanos que sí la hagan con menos dinero? Ojo: la cifra mencionada no incluye la tajada para la partidocracia, que sería de 5 mil 239 millones de pesos. Ahí va el regalito a los Chuchos y socios para que resuciten al PRD con su nueva fachada, Futuro 21, ya rebautizada en redes sociales como #cascajo21.

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