Enrique
Galván Ochoa
Está
resultando muy fructífero a las Afores tener como regulador a su antiguo
colaborador, Carlos Noriega Curtis. Hasta hace poco fungía como presidente de
la Amafore y ahora es el titular de la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad
Social de la Secretaría de Hacienda, lo cual, al parecer, conlleva un conflicto
de intereses. ¿Cómo es eso de que su antiguo empleado ahora las regula? El
secretario de Hacienda, Arturo Herrera, anunció una disminución gradual y
ordenada de las comisiones que cobran a los trabajadores, considerando la
situación de cada una de ellas, para alcanzar hacia el final del sexenio
niveles competitivos en un comparativo internacional. Esta medida, dice,
representa un beneficio para los trabajadores que se estima alcance para ese
entonces un monto cercano a los 100 mil millones de pesos. Se calcula que para
un trabajador que ingrese a la fuerza de trabajo, el resultado de dicha medida
podría significar un aumento en su pensión de 10 por ciento. En realidad, más
bien se trata de proteger los intereses de las Afores. Según la Consar, a
finales de julio los ahorros llegaban a 3.7 billones de pesos. Si el beneficio
para los trabajadores, con la disminución de las comisiones, será de sólo 100
mil millones, a finales de sexenio, es risible. Además, el beneficio se
repartirá entre 64.3 millones de cuentas. El dato que no dan a conocer es
cuánto ganarán las Afores. Ya veremos, por otro lado, si al final del sexenio
las comisiones tendrán niveles competitivos a nivel internacional, es decir, de
0.50 por ciento. Como puede verse en la gráfica, algunas cobran hoy más del
doble. Fue una genialidad de las Afores colocar a su ex presidente Carlos
Noriega Curtis a vigilarles las manos. Mientras no les estalle un cohete,
porque parece que se trata de un conflicto de intereses clarísimo.
Realidades:
BdeM e INE.
Convergen
dos datos de alto impacto: el Banco de México ajustó hacia abajo su pronóstico
de crecimiento económico de este año a un rango entre 0.2 y 0.7 por ciento; eso
y un cero redondo es casi lo mismo. Por otro lado, el Instituto Nacional
Electoral, con toda desfachatez, confirmó que su presupuesto para el próximo
año debe ser de 12 mil 493 millones de pesos, de otro modo, la democracia se
pone en riesgo. ¡Oh, Dios! Contiene programas especiales como este al que
destinarían 446 millones 494 mil pesos: Fortalecer la gestión y evolución
administrativa y cultura de servicio público. El presidente del instituto,
Lorenzo Córdova, dice que con menos dinero sencillamente no la hacen. ¿Y por
qué no renuncian y le dejan el lugar a mexicanos que sí la hagan con menos
dinero? Ojo: la cifra mencionada no incluye la tajada para la partidocracia,
que sería de 5 mil 239 millones de pesos. Ahí va el regalito a los Chuchos y
socios para que resuciten al PRD con su nueva fachada, Futuro 21, ya
rebautizada en redes sociales como #cascajo21.
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