Enrique
Galván Ochoa.
En más de
una ocasión Miguel Ángel Mancera, ex jefe de Gobierno, ha ofrecido comparecer
ante las autoridades que corresponda para aclarar las acusaciones de presunta
corrupción contra su administración. ¿Comparecería con fuero o sin fuero? Eso
no lo ha aclarado. Si va con el fuero de fuera, sería una farsa, él sabe que
está protegido. Pero bien podría pedir una licencia al Senado y entonces sí,
presentarse como cualquier otro ciudadano. Las acusaciones contra su gobierno
se multiplican. Ha tenido la suerte de que la opinión pública ha estado
concentrada en casos espectaculares como el de Rosario, Ancira, Collado y
Lozoya pero ya se le está acabando. Ayer, agentes de la Fiscalía General de
Justicia de la Ciudad de México detuvieron a Miguel Ángel Vázquez, uno de los
operadores financieros de Mancera. El vocero de la fiscalía, Ulises Lara,
informó que es acusado de delitos cometidos por servidores públicos, luego de
que, como presidente del Consejo de la Caja de Previsión de la Policía,
presuntamente dejó de pagar las aportaciones de jubilados y pensionados del
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
(Issste), lo que ocasionó un daño a la hacienda pública local por más de 293
millones de pesos. Además se le acusa, entre otros probables ilícitos, de engrosar
la nómina del gobierno de la Ciudad de México, con casi 32 mil plazas
laborales, cuya remuneración iba desde los 2 mil hasta los 29 mil pesos, con
daño al erario. Por otro lado, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad
de México cuenta con órdenes de aprehensión contra el ex comisionado de
Reconstrucción, Édgar Tungüí, y el ex secretario de Desarrollo Urbano y
Vivienda, Felipe de Jesús Gutiérrez, por el desvío de 40 millones de pesos,
para la atención de inmuebles afectados por los sismos de 2017. Más de 15
funcionarios estarían bajo investigación. Pero volviendo a Mancera, el jefe de
todos, la pregunta permanece: ya que tiene tan buena disposición de comparecer
ante la justicia, ¿sería capaz de hacerlo sin fuero?
Pemex, CFE.
Se
suponía que detener el robo de combustible (huachicol) se traduciría en una
ganancia para Pemex; sin embargo, el año pasado registró pérdidas por 346 mil
135 millones de pesos durante 2019, un aumento de 92 por ciento respecto de las
pérdidas de un año antes, de acuerdo al reporte que envió a la Bolsa Mexicana
de Valores. En 2018 la petrolera registró numeros rojos por 180 mil 419
millones de pesos. En conferencia telefónica con analistas de mercado, el
director corporativo de finanzas de Pemex, Alberto Velázquez García, dijo que
dos factores incentivaron los resultados negativos: una baja en las ventas
internas y menor volumen en el crudo vendido al extranjero.Cerramos uno de los
años más complejos de la historia reciente de Petróleos Mexicanos. Los
resultados que aquí se presentan al cuarto trimestre de 2019, están
determinados aún por la inercia y los rezagos de los últimos años, asienta el
reporte a la Bolsa. En contraste, la CFEobtuvo una utilidad neta de 48 mil 545
millones de pesos al cierre de 2019, sobre ventas de 575 mil 47 millones, lo
que representa un incremento de 15.7 por ciento respecto al año previo, cuando
obtuvo ganancias por 41 mil 924 millones.
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