Morir por
Covid-19 en NY.
The New York
Times publica una historia sobre los aproximadamente 250 mexicanos que han
muerto por el Covid-19 en la urbe de hierro, y destaca el caso de los hermanos
Javier y Martín Morales, quienes hace unos días refrendaron su costumbre de ser
inseparables, al fallecer con pocas horas de diferencia. El reportaje narra los
fallidos trámites consulares de sus familias para repatriar los cuerpos
intactos, tal como piden las tradiciones en una comunidad de Oaxaca, y no de
las cenizas, como exigen las leyes estadounidenses. “En México, ser enterrado
cerca de casa es un rito sagrado”, apunta la reportera Annie Correal, quien
recrea la pesadilla burocrática que enfrentan familias de paisanos que allá se
obligan a pagar gastos funerarios mínimos de cinco mil dólares, aun cuando sólo
alcancen el derecho a una fosa común en un campo de alfareros de Hart Island.
Dudan de
Sánchez Cordero.
Bastante
escépticos se mostraron los representantes del personal médico del INER con la
intervención de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para hacer
cumplir sus demandas de mejores equipos de protección frente al coronavirus. La
propia funcionaria se comunicó con ellos un día antes de su protesta del lunes
para que no realizaran el mitin y aseguró que se les daría lo que piden. No le
creyeron y su manifestación se hizo. El mismo lunes acudieron hasta la sede de
la Segob a una mesa de diálogo con la ministra en retiro y les prometió miles
de cubrebocas y batas quirúrgicas. Pero ellos están firmes en ir a Palacio
Nacional para realizar otro mitin el viernes.
Cuenta hasta
diez... otra vez.
Quien tendrá
que contar del uno al 10 será el presidente López Obrador cuando le pregunten
por qué la campaña de la 4T para erradicar la violencia en el hogar es tan
similar, por no decir prácticamente la misma, a la que se lanzó en los años 90,
cuando se invitaba a la población a guardar la calma. Lo cierto es que más allá
de replicar un modelo de hace tres décadas, los cuestionamientos más serios
vinieron de grupos feministas, pues la nueva campaña es revictimizante, ya que
pone a la mujer como parte del problema.
Fernández
Noroña y el cubrebocas al revés.
Ya que por
fin el subsecretario Hugo López-Gatell cedió a reconocer que el cubrebocas es
un instrumento de protección ante el Covid-19 y hasta se puso uno en público, tenía
que salir alguien de la 4T a llevar la contra. Se trata nada menos que del
diputado Gerardo Fernández Noroña, quien subió una foto a su Twitter con la
mascarilla al revés. Lo hizo –dijo– a manera de protesta. “Me vale que se
burlen de cómo es que me puse el cubrebocas, no se enteran que lo hice a
propósito. Es una medida absurda, ridícula e ineficiente”, reprochó.
Caro
Quintero, en la pobreza, dice.
Ahora
resulta que el lamentablemente célebre capo Rafael Caro Quintero no tiene ni en
qué caerse muerto. El otrora líder del narco en México envió un escrito al
Primer Tribunal Colegiado Penal en la Ciudad de México, en el que “alega
insolvencia porque dice tener más de 60 años de edad, no estar pensionado ni
jubilado”, y como hecho notorio aduce encontrarse sustraído de la acción de la
justicia, “lo que le impide –dice– laborar o desempeñar alguna actividad por la
que pueda adquirir recursos económicos”. Pide, además, aplazar, hasta que pase
la emergencia sanitaria, la sesión en la que será votado su amparo en revisión.
Ven cargada
contra la Fiscalía.
Existe
preocupación en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México por la
“sospechosa” difusión de versiones –dicen– en torno a que los casos de Covid-19
están desbordando a la institución. Lo cierto es que a la fecha son 19 los
empleados fallecidos por la enfermedad. Desde la oficina de la fiscal Ernestina
Godoy advierten que detrás de esta “campaña de miedo”, promovida con Fake News
en redes sociales, donde incluso dos fiscales completamente sanos ya habían
sido desahuciados, están “mentes perversas”.
Alerta por
Armando Quintanilla.
Nos aseguran
que en las últimas horas ha trascendido que existe una investigación en
coordenadas muy cercanas al Nevado de Toluca por parte de corporaciones
federales relacionada con asuntos delicados contra Armando Quintanilla. En esos
espacios se recaba información para esclarecer hasta dónde tenía metidos sus
tentáculos y el beneplácito con el que habría contado de un gran amigo suyo
para extenderlos durante todo el sexenio pasado en tierras mexiquenses, particularmente
desde el Seguro Popular para luego abarcar prácticamente todo el sector Salud.
Nos hacen ver que todo esto ocurrió en medio de una situación que resulta
singular, pues Quintanilla nunca fue funcionario estatal y, aun así, lo que se
está demostrando es que fue, nos dicen, el verdadero ganón. A ver en qué deriva
todo esto.
Medidas más
fuertes en Veracruz.
El que
decidió poner más rigor a las medidas para contener drásticamente la movilidad
y con ello buscar reducir los contagios de Covid-19 en su entidad, fue el
gobernador de Veracruz. Resulta que Cuitláhuac García emitió ayer un decreto en
el que solicita a presidentes municipales cerrar parcialmente calles que
conducen a los centros de sus ayuntamientos, entre ellos los de Boca del Río,
Coatzacoalcos, Córdoba, Poza Rica, Orizaba, Tuxpan, Xalapa, Veracruz…; además
para otro tanto de municipios establece la instrucción de filtros sanitarios y
restricción de número de pasajeros en transporte público. El apretón a las
medidas en la entidad se da cuando ésta se ubica en quinto lugar en casos y en
defunciones y tercero en casos activos. “Estos últimos días de mayo están
dentro del periodo más crítico de la pandemia en Veracruz”, dice el gobernador
morenista que está en plena faena para domar la curva estatal.
De
diferencia en diferencia.
Nos comentan
que el tema de la pandemia y su gestión, que ya se sabe, deberá ser prolongada,
va a seguir dando de qué hablar, sobre todo por los diferendos que se siguen
produciendo entre los gobiernos de los estados y el Gobierno federal. Ahora el
motivo fue el semáforo epidemiológico que, ya se estableció, tendrá una
rectoría federal, con lo que algunos gobernadores en quienes hace unos días
parecía que se delegaba la responsabilidad de las reaperturas vuelven a quedar
sujetos a un control desde el centro. El problema es que hay entidades que, de
acuerdo con la información disponible, ya tenían proyectos de reactivación, y
que éstos se empezaban a difundir entre la gente, como en Guanajuato; a
instrumentar, como en Jalisco, y otros que estaban por anunciarlos o que ya
habían tomado decisiones relacionadas, como la de alargar las jornadas de sana
distancia, como Puebla. Con lo anunciado ayer, tendrán que echar de nuevo a
volar la pluma para hacer los ajustes.
Álvarez-Buylla
ante diputados.
Nos
anticipan que en la reunión virtual que se programó para el día de hoy entre la
directora del Conacyt y los diputados de la Comisión de Ciencia, Tecnología e
Innovación se va a poner interesante y quizá hasta salga por ahí una chispa. De
entrada, a muchos legisladores, nos aseguran, les brinca que la agenda de temas
polémicos del sector no deja de crecer. De saque, el tema que se pondrá sobre
la mesa será el de la posible desaparición de los fondos y fideicomisos que
atañen al sector, hecho que tiene afectaciones en las investigaciones que, por
ejemplo, tienen un carácter multianual; enseguida está el del anteproyecto de
la Ley General de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación, del que la
comunidad científica no termina de convencerse. Para seguir se prevé que le
pregunten a María Elena Álvarez-Buylla por qué decidió pedirle a los
investigadores que donaran su salario para ayudar en la lucha contra el
Covid-19. Y para cerrar, por qué se incumplió con la entrega de los
ventiladores que a instancias de esa dependencia armaban tecnólogos. Se puede
poner buena la conversación, nos insisten.
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