Enrique
Galván Ochoa.
Situaciones
como las que vivimos hacen salir lo mejor y lo peor de las personas. Así como
hay quien regala alimentos y medicinas a los más necesitados, también existen
quienes cometen fraudes con los programas de apoyo social. El gobierno de
México alertó nuevamente a la población para que no se deje engañar por
anuncios que circulan en redes sociales y servicios de mensajería instantánea
en los que personas ajenas a la administración ofrecen apoyos de 25 mil pesos y
falsas tarjetas alimentarias como parte de un supuesto programa emergente ante
la pandemia por Covid-19. Recientemente la Secretaría de Bienestar y la Unidad
de Inteligencia Financiera (UIF) congelaron las cuentas de personas ligadas con
un presunto fraude que consistía en entregar esas falsas tarjetas a cambio de
depósitos de dinero en efectivo. Ya cayeron los primeros defraudadores, pero no
es la única banda, hay otros grupos que actúan en distintos estados de la
República. Las redes que operan presuntos fraudes buscan cobrar el acceso a
falsos programas de apoyo o robar información personal de los ciudadanos. En el
temblor del #S19 ocurrió algo semejante. Incluso desaparecieron donativos
importantes que llegaron de instituciones del exterior y hubo un manejo
fraudulento en los programas que estuvieron a cargo del gobierno de la Ciudad
de México, entonces gobernada por Miguel Ángel Mancera. Es un expediente
abierto y no debe repetirse.
Rescate a la
alemana.
Siguen
pataleando algunas organizaciones empresariales porque insisten en que se
endeude el gobierno, como si los 11 billones de pesos que heredó del prianismo
no fueran suficientes. Aunque aseguran que no esperan otro Fobaproa, en la
letra chiquita de su propuesta se lee una serie de condiciones equivalentes a
un minifobaproa, como volver a la compensación universal de impuestos y su
diferimiento, incluso su cancelación. La respuesta del gobierno ha sido
lacónica y firme: no.
Alemania
lanza su propio Fobaproa.
La
aerolínea Lufthansa confirmó la semana anterior que está en conversaciones con
el gobierno sobre un paquete de rescate por 9 mil millones de euros. Contiene
una cláusula: 25 por ciento de las acciones de la empresa quedarán en poder del
Estado hasta que termine de pagar su deuda. Es el mismo modelo que sigue
Estados Unidos. En México fue un robadero espantoso. Los gobiernos de Ernesto
Zedillo y Vicente Fox se hicieron cargo de las pérdidas de las empresas y no
regresaron el dinero, se lo cargaron a los contribuyentes. Todavía usted debe
un billón de pesos y en años recientes ya había pagado otro. Lo empobrecieron a
usted y su familia.
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