Por Sugeyry
Romina Gándara.
“Ahí te
lo encargo. Dale pronto y lo tiras al río”, son las palabras que Jesús Lemus
Barajas no olvida; esa fue la instrucción que espetó el comandante Luis
Carrillo cuando –después de privarlo de la libertad– lo entregó al grupo
delictivo Los Zetas para que lo asesinaran. Fue en mayo de 2008. La orden venía
del entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa, asegura el periodista, ahora
desplazado.
Frente a la
detención en Estados Unidos del ex Secretario de seguridad pública, Genaro
García Luna por sus presuntos vínculos con el narcotráfico y luego que ex
Presidente Felipe Calderón negó conocer la red de su subordinado, el
periodista Jesús Lemus dice en entrevista con
SinEmbargo que el ex Mandatario miente, y reitera su acusación que
Felipe Calderón mandó a ejecutarlo en venganza por las publicaciones que hizo
sobre la relación de su hermana Luisa María de Guadalupe Calderón Hinojosa
–también conocida como “Cocoa”– con Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.
“La
hermana del ex Presidente Felipe Calderón le hablaba [a “La Tuta”] para pedirle
favores, para que candidatos de elección popular fueran apoyados por el narco.
Yo comienzo a publicar este tipo de relación y entonces se viene una venganza
del ex Presidente Calderón, donde él ordena mi ejecución, de tal forma que un comandante
de la policía ministerial me busca y me secuestra.
Lemus se
salvó “de suerte”, dice, pero fue encarcelado injustamente por poco más de tres
años.
“El ex
Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, orquestó todo, porque él
hizo y armó un expediente de cajas y cajas”, añade.
El
Gobierno actual, plantea el periodista, debería iniciar una investigación
exhaustiva de la red que conformó García Luna, y que el primero que debe de ser
indagado es Felipe Calderón porque era su jefe directo.
“Calderón es un farsante, un loco, un
mitómano. Es increíble que quiera que nos traguemos la mentira de que él no
sabía lo que hacía el secretario de seguridad pública. Por supuesto que sabía y tan lo sabía que
cuando yo estaba en Puente Grande, tenía de vecino de celda al ‘El Grande’, José Enrique Villarreal
Barragán, el jefe de los sicarios de los
Beltrán Leyva, y de la voz del ‘El Grande’ escuché las versiones de cómo era la
relación de Felipe Calderón, a través de Genaro García Luna, no solo con el
Cártel de Sinaloa, sino con el Cártel de Los Zetas, con el Cártel del Golfo, de
La Familia Michoacana”, asegura.
Ayer, el
Presidente Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, dijo que su
Gobierno no iniciará investigaciones en contra de Genaro García Luna,
Secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón Hinojosa, por lo que sólo
cooperará en la indagatoria que se lleva en Estados Unidos.
El
periodista reprochó la postura que ha tomado la Cuarta Transformación. Para el
escritor, el mandatario nacional es omiso y falta a su labor de dar seguimiento
y combatir la corrupción, lo cual, pone en evidencia – de acuerdo con el
periodista– que el Jefe del Ejecutivo tiene “compromisos”.
“[AMLO]
es un Presidente que nos queda mucho a deber en el sentido de combate a la
corrupción, porque tiene de antemano servido a García Luna, ya lo tiene en
bandeja de plata, listo para jalar el hilo de la corrupción, y ese hilo puede
llegar mucho muy lejos, no solo al Presidente Calderón, puede trascender al
Presidente Fox; pero el Presidente López Obrador tiene miedo, o tiene
compromisos más grandes, que es casi lo mismo. […] volvemos a lo mismo, la
mafia del poder que decía la iba a combatir, pues creo que se lo está
comiendo”, comenta
el informador.
LA HISTORIA.
Era el
año 2008, el segundo del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. La ofensiva de
Gobierno federal contra “los cárteles de la droga”, llamada “Guerra contra las
Drogas”, había sido declarada un año y medio antes, justo en el estado de
Michoacán, donde Lemus Barajas ejercía su labor de periodista.
Lemus
dirigía un periódico en La Piedad, Michoacán, en donde comenzó a publicar
reportajes y notas señalando que entre Gobierno de Felipe Calderón y el Cártel
de La Familia Michoacana existía una estrecha relación, concretamente entre
Luisa María Calderón, “Cocoa”, y “La Tuta”, quien en ese entonces era Jefe de
La Familia Michoacana.
“Es una
versión que yo comencé a difundir porque la conozco de fuentes cercanas del
narcotráfico, y esa versión posteriormente es referida por ‘La Tuta’ en uno de
sus videos públicos que están prohibidos en Youtube. Ahí dice que la hermana
del Presidente Felipe Calderón le hablaba para pedirle favores para que
candidatos de elección popular fueran apoyados por el narco. Yo comienzo a
publicar este tipo de relación y entonces se viene una venganza del ex
presidente Calderón, él ordena mi ejecución, de tal forma que un comandante de
la policía ministerial, –bajo las órdenes de Carlos Zamarripa Aguirre
Zamarripa, Procurador de Justicia de Guanajuato–, me busca y se me secuestra”, cuenta.
El 7 de
mayo de 2008 ocurrió la privación de la libertad de Lemus Barajas en el
municipio de Cuerámaro, en el estado de Guanajuato. El comandante Luis Carrillo
realizó la captura, cuenta el periodista.
“El
comandante Luis Carrillo me lleva y me entrega a un grupo de Los Zetas para que
me ejecuten en Guanajuato, es obvio que era una orden que bajó de Felipe
Calderón, a través de su amigo el Gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Olivas
Ramírez; ese personaje es el que me manda secuestrar para que me desaparezcan,
para que me ejecuten, y me entregan al
grupo de Los Zetas. […] claramente lo escuché –y son palabras que nunca se me
van a olvidar–, cómo le dijo: ‘ahí te lo encargo, dale pronto y lo tiras al
río’. Esas palabras no se olvidan”, narra el periodista.
La
organización Reporteros Sin Fronteras, al enterarse de la
desaparición de Lemus, actuó de inmediato: emitió un comunicado donde alertaba
que el periodista llevaba varias horas desaparecido y exigía su presentación
con vida.
“Eso fue
lo que a mí me salvó la vida, porque realmente la intensión era matarme, pero
cuando aparece el comunicado de RSF, el comandante va y me recoge de la casa de
seguridad”, añade.
Durante
las primeras 72 horas de su detención en la Policía Ministerial de Guanajuato,
Lemus fue torturado. “Un policía me dijo
que me había salvado de pura suerte”, afirma.
Al
periodista le imputaron falsos cargos de delincuencia organizada y
narcotráfico, y fue encarcelado.
“Me
mandaron a la cárcel estatal de Guanajuato unos días y de ahí,
argumentándonos que era un reo de máxima
peligrosidad, me llevaron a la cárcel federal de Puente Grande donde pasé tres
años preso. Ahí estuve con los delincuentes más peligrosos de México de aquel
tiempo, como Rafael Caro Quintero, ‘El Mochaorejas’, Mario Aburto, Alfredo
Beltrán Leyva, incluso ‘El Grande'”, destaca.
Jesús Lemus
fue recluido bajo cargos que jamás se demostraron. El Ministerio Público
jamás entregó ni una sola prueba contra el comunicador. Tres años después, se
demostró su inocencia y quedó en libertad.
“Considerando
que no hay ningún elemento de juicio que señale siquiera la duda de que
estuviera relacionado en hechos de narcotráfico o de delincuencia organizada,
[Jesús Lemus Barajas] queda exonerado de toda acusación y se le dicta sentencia
absolutoria”, expone
la sentencia absolutoria dictada el 11 de mayo de 2011.
El
comunicador está convencido que el ex Presidente Calderón fue quien ordenó
su arresto. “De nadie más pudo haber venido la orden. Yo no tenía ni la más
mínima relación con el Gobernador de Guanajuato como para que él me haya
mandado a su Policía Ministerial”.
Lemus
Barajas se convirtió en escritor. Su estancia en prisión la canalizó a
seguir su instinto de periodista y ahí entrevistó a criminales peligrosos,
entrevistas y pasajes que ha revelado en diversos libros. Sin embargo, ahora
vive desplazado, pues tuvo que dejar su estado por inseguridad y amenazas.
El
escritor agrega que inició un proceso contra el Estado mexicano ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para exigir una disculpa pública y la
reparación integral del daño.
El
proceso ante las instancias internacionales sigue en curso de acuerdo con el
periodista. “En la Corte Interamericana están pidiendo información al Estado”.
Los
informes fueron requeridos a diversas dependencias, entre ellas a la extinta
Procuraduría General de la República (PGR), ahora Fiscalía General de la
República. También al penal Puente Grande, en este casosobre las condiciones de
su reclusión; al Gobierno de Guanajuato sobre la captura detención: al Juzgado
Segundo Penal de Guanajuato, que de inicialmente lo sentenció a 20 años de
prisión.
Además, han
pedido información a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que
explique por qué no intervino en su momento, ya que el afectado interpuso al
menos tres quejas sobre la violación a sus derechos humanos, pero el organismo
nunca actuó, dice.
Hasta que
comenzó la actual administración federal, el periodista se acercó a la CEAV
para iniciar el proceso a fin de demandar la reparación integral del daño por
la violación a sus derechos humanos.
“Ahí es
donde estoy pidiendo que se habrá una investigación contra todos los posibles
responsables de mi ilegal detención, secuestro y encarcelamiento, y sobre todo
que se determine y quede sentado de dónde vino la orden de matarme”, dice.
Y añade: “Yo
no me había acercado porque no tenía confianza en el Gobierno de Enrique Peña
Nieto, no hice ningún movimiento. Lo comencé hacer hasta que empezó López
Obrador porque vi que había mejores condiciones al planteamiento del
seguimiento a las personas que me encarcelaron”. Lemus señala directamente al
Juez Segundo de lo Penal de Guanajuato, al ex Gobernador de Guanajuato, al
Procurador Zamarripa.
A más de
ocho años de demostrar que fue encarcelado injustamente, Jesús Lemus no ha
visto la justicia e incluso ni siquiera cuenta con su calidad de víctima en el
registro correspondiente, mientras que los que orquestaron su captura continúan
en cargos públicos. “No han perdido su calidad de funcionarios públicos, siguen
actuando impunemente, trabajando como si nada hubiera pasado. A mí me
destrozaron la vida y a mí destrozaron la vida y ellos siguen operando con la
máxima comodidad”,
asegura.
El
periodista destaca que el Presidente López Obrador tiene la oportunidad
histórica de demostrarle al pueblo que va verdaderamente contra la corrupción,
iniciando una investigación del caso García Luna y sus nexos, sin embargo, tal
parece no quiere hacerlo, y con ello, queda a deber a la nación.
“Debe de
tomar acción, no nada más dejar que EUA juzgue a García Luna. AMLO tiene la
posibilidad de hacer historia y hacer esa Cuarta Transformación que tanto ha
clamado; pero no quiere hacerlo, se niega a indagar la relación de García Luna,
y eso no nos deja ver más que los grandes compromisos que tiene el Presidente
López Obrador, que al final de cuentas es lo mismo. […] Creo que el Presidente
López Obrador tiene miedo que el caso García Luna vaya a salpicar a varios de
sus funcionarios, a varias de las gentes que están muy cercanas a él (AMLO) […]
Estamos ante una encrucijada donde el Gobierno va a salir muy mal de todas
formas porque si hace algo contra la corrupción pues se da un balazo en el pie
y sino hace nada pues pierde popularidad”, concluye.
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