Por Sara
Pantoja.
La
bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México está sumida en una
crisis por problemas de fracturas y división interna, falta de liderazgo
político y disciplina, entre otros factores que llevaron a la renuncia “irrevocable”
del coordinador, Ricardo Ruiz, como él mismo lo escribió en una carta que hizo pública.
El pasado
domingo 15, en la reunión plenaria del partido que encabeza la llamada “Cuarta
Transformación” en la capital del país, José Luis Rodríguez Díaz de León fue
electo nuevo coordinador de los diputados, ante la oposición del grupo interno
que encabeza Valentina Batres Guadarrama, identificado como “Tercera Vía”, que
propuso a Rigoberto Salgado Vázquez.
De los 31
diputados, 19 votaron por el primero, por lo que los legisladores que
apoyaban al segundo reventaron la sesión y adelantaron que presentarían una
queja ante la Comisión de Honestidad y Justicia del partido.
Esta es
la tercera vez que la bancada morenista cambia de coordinador durante el año y
tres meses que lleva la actual legislatura. Y es que, antes de Ricardo Ruiz, la
coordinadora era Ernestina Godoy, quien renunció en diciembre pasado para
asumir la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ-CDMX) y, el próximo
10 de enero, se convertirá en la primera titular de la Fiscalía General de
Justicia de la Ciudad de México.
En la carta
que envió días antes a los integrantes de Morena y que difundió en su cuenta de
Facebook, Ricardo Ruiz Suárez acusó descalificaciones y grupos internos, con
disciplina y tomas de decisiones propios.
“Hoy, los
conflictos al interior del grupo se están agudizado. El funcionamiento, la
actuación y toma de decisiones sobre aspectos del trabajo legislativo de grupos
internos, se está poniendo por encima de las decisiones colectivas”, aseguró.
Agregó
que las instancias en las que se toman decisiones “no se acatan y en los hechos
las decisiones personales o grupales se están manifestando en nuestras
actuaciones en el pleno y en otras instancias legislativas”.
Ello,
dijo ha provocado “que actuemos divididos y que en los hechos la oposición a
nuestro proyecto se fortalezca y apueste cada vez más a la división nuestra y a
los acuerdos con personas y grupos dentro de la fracción para obtener
dividendos políticos y de otro tipo. Me parece irresponsable y peligrosísima
esta tendencia”.
Sin dar
nombres, acusó que se ha usado a medios de comunicación “para denostar
personalmente o debilitar”, lo que consideró “una práctica absurda que
descalifica a todo nuestro proyecto y que nos sigue afectando
irresponsablemente”.
Sin
interlocución con Sheinbaum.
El
experredista añadió que existen manifestaciones “muy inadecuadas y contrarias”
a los principios de Morena en el manejo administrativo del Congreso, “por
personal que fue propuesto por integrantes de la fracción. No puede haber
tolerancia contra estas desviaciones”.
Además, comentó
que hay áreas completas del trabajo legislativo “que no se integran y funcionan
por decisiones colectivas de la fracción, sino por definiciones que se toman de
manera personal o en espacios diferentes a la dirección del grupo”. Y mencionó
la existencia de hegemonías y formas clientelares en todos los espacios dentro
del Congreso y en los espacios nombrados por el mismo.
El
expresidente del PRD-DF también reconoció que la bancada tiene “un grave
problema de interlocución con el gobierno” de Claudia Sheinbaum. “A pesar de
los esfuerzos e instrucciones de la jefa de gobierno, no hay canales
institucionales y únicos, adecuados y confiables, hay diferencias entre ellas”.
Peor aún, aseguró que existe tendencia a privilegiar la interlocución con
alguna persona o grupo interno de la fracción y no a actuar institucionalmente.
Sin
eludir su responsabilidad en esta situación mientras fue coordinador del grupo
parlamentario, afirmó que no ve “en el panorama existente posibilidad personal
de incidir en cambios importantes en la situación y mejoramiento de las
condiciones que prevalecen”.
Por el
contrario, dijo, “estoy en medio de confrontaciones y definiciones que se toman
al margen de la Coordinación, que están en otros ámbitos, y que por lo tanto
quitan fuerza a la posibilidad de una conducción con la fuerza y apoyo
colectivo que requiere”.
Al final del
escrito, sentenció: “el grupo tendrá que tomar las definiciones de los
cambios en el funcionamiento, conducción y toma de decisiones”.
Consultada
al respecto, Sheinbaum Pardo aseguró ayer: “Lo que les recomendaría a todos es
que respiraran hondo, se relajaran, pasaran sus vacaciones y el problema de la
fracción de Morena se va a resolver. No vamos a intervenir nosotros, ellos
tienen autonomía”.
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