martes, 4 de febrero de 2020

'No espera'


Javier Risco.

Empieza la sexta semana del año y se acumulan los pendientes. Pasan los días y se afina el Tren maya, entra en un impasse Santa Lucía, hay suspenso por el paquete de iniciativas de procuración de justicia que llegará al Senado, se prepara el INE para la designación de cuatro nuevos consejeros, no se detienen los ejecutados por todo el país, la Guardia Nacional no sabemos dónde ni qué hace aparte de detener migrantes, y López Obrador juega con el circo de la rifa del avión. Insisto, pasan los días y en realidad no importa mucho si se destraban ciertas grillas o se avanza en problemas que todos sabemos que tienen una solución de largo plazo; sin embargo, el único problema de este gobierno que lo tiene contra la pared, que NO concede plazos y que es fatal que acumule días, es el desabasto de medicinas.

Hoy a las 4 de la tarde los papás de niños con cáncer y trasplantados de diversos hospitales del país y de la Ciudad de México asistirán a una segunda mesa de atención para recibir informes sobre el desabasto de medicamentos. Los padres y afectados se reunirán a las 2:30 pm en el monumento a la Revolución y caminarán a la Secretaría de Gobernación, ahí van de nuevo, porque a diferencia de los otros pendientes que acumulan días, semanas y horas, el cáncer en una persona no conoce prórrogas ni señalamientos a directores de hospitales, proveedores o incapacidades de gobiernos.

En la fotografía tomada por la periodista Olga Valeria Hernández, del portal de noticias Lado B de Puebla, aparece un grupo de padres de niños con cáncer sosteniendo varias cartulinas, sus consignas: “Señor Presidente ayúdenos nos podemos morir por falta de quimios”, “Sr. Presidente basta de mentir no hay medicamento, nuestros hijos lo necesitan”, “Los niños necesitan quimioterapias sr. gobernador”, “Auxilio: Presidente Andrés Manuel López Obrador, los niños con cáncer necesitamos: vincristina, citarabina y ciclofosfamida”, “no hay quimios” “la vida de nuestros hijos no espera”; en la foto aparecen doce personas, protestan a las afueras del Hospital del Niño Poblano. La crónica, escrita por el periodista Cristian Escobar, cita la voz desesperada de un padre, una escena que cada día se repite más, que hemos leído en los últimos meses y que no coincide con lo que se pregona desde Palacio Nacional todas las mañanas: El padre de familia “J” señaló: “A mi hijo le debían suministrar citarabina, vincristina y ciclofosfamida, combinada con otros medicamentos”; sin embargo, dijo “J”, al llevar a consulta a su hijo el martes 28 de enero, los médicos le comentaron que dichos medicamentos ya estaban agotados en el hospital, y que le suministrarían otros parecidos con el fin de evitar cualquier recaída. ¿Quiénes son los responsables? ¿Por qué NO hay medicamentos? Es falso que se haya atendido la emergencia.

Se acumulan reclamos exactamente iguales en Yucatán, Veracruz, Guerrero y más. El Presidente no cambia su discurso, el desabasto es resultado de la corrupción de gobiernos anteriores y la semana pasada el gobierno federal ha decidido permitir la importación de medicamentos, cuenten o no con registro sanitario en México, para evitar el desabasto en el sistema de Salud, ¿servirá esta salida? La crisis del desabasto debe seguir en la agenda nacional, “la vida de nuestros hijos no espera”, repiten los padres y es algo que debería tener enmarcado el Presidente en su oficina de Palacio Nacional.

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