El senador con
licencia y presidente de la Asamblea Constituyente Alejandro Encinas ya dijo
que si saben contar, no cuenten con él para la candidatura al gobierno del
Estado de México.
Lo había dicho en privado desde hace semanas, y hace unos
días lo declaró en público al semanario La Capital, en entrevista.
“No voy por el Edomex (…) se los he dicho. Tenemos que
entender que los tiempos han cambiado. Si no vemos lo que está pasando en nuestro
país y en el mundo, donde hay un hartazgo por las formas tradicionales de hacer
política, porque independientemente de las peculiaridades de cada país, hay un
común denominador: la manifestación de la gente contra el establishment, contra
el orden establecido. Creer que reproducir las prácticas tradicionales de las
cúpulas partidistas traerá un buen resultado, es un error. Los procesos
electorales más exitosos son los de aquellos que han tomado posiciones
diferenciadas de sus dirigencias partidarias y de quienes construyen procesos
de ciudadanización de su candidatura. Tenemos que ser muy sensibles a eso.
Creer que la suma, a pesar de diferencias ideológicas, trae un cambio, es un
error. Eso hemos visto en las alianzas PAN-PRD”, dijo. Más claro ni el agua.
Pero a pesar de lo
declarado por Encinas, un día sí y otro también, lo destapan. Lo mismo la
presidenta del PRD Alejandra Barrales, que su ex dirigente Agustín Basave, o el
coordinador del sol azteca en el Senado, Miguel Barbosa, insisten en que sería
la mejor opción. Y probablemente así sea. Encinas, que ya ni afiliado está al PRD, es quien mejores números trae,
pero ya decidió que no irá.
Él, que ya fue candidato al gobierno mexiquense, había
señalado que la única posibilidad de que compitiera, es que la izquierda fuera
unida, pero eso no ocurrirá; AMLO ya
destapó a su candidata, Delfina Gómez, y dejó en claro que no caminaría en
coalición con ningún partido. Por eso la posible aspiración de Encinas se cayó.
El presidente de la Constituyente no está en una dinámica electoral, por el
contrario, construye para ver a la izquierda unida en la boleta electoral de
2018. Es quizá el único puente que queda para conectarla. Solo él podría sentar
en la misma mesa a López Obrador, Miguel Ángel Mancera, Marcelo Ebrard y
Cuauhtémoc Cárdenas, por ejemplo. Ese podría ser su rol en la próxima contienda
presidencial.
Pero en lo inmediato,
sin Encinas, y con la izquierda dividida, y sin Josefina Vázquez Mota, por el
PAN, en la boleta, se le pavimenta el camino al PRI en el Edomex. Con la pura
inercia, parece que no batallarán para ganar.
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