El vicepresidente
operativo de la Federación Mexicana de Taekwondo (FMTKD), Armando Lara Ordóñez,
quien es además titular de la Asociación Yucateca de la disciplina, está
acusado de no tener el grado de quinto dan que ostenta, encabezar una
asociación civil sin cumplir con los requisitos del caso, sancionar a
deportistas por razones personales y expedir certificados y cintas negras
apócrifos.
Al menos una docena
de exponentes del taekwondo yucateco –presuntamente receptores de esos títulos
“chuecos”– han obtenido becas mensuales que otorga el Instituto del Deporte del
Estado de Yucatán y apoyos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte
(Conade). Algunos incluso obtuvieron medallas en la Olimpiada Nacional en los
últimos dos años. Entre ellos están Cuauhtémoc Garduño, Rossana Galera, Liliana
Guillermo y Sarahí Sandoval.
Sobre Armando Lara
pesa una denuncia, presentada el pasado 29 de noviembre en la delegación de la
Procuraduría General de la República en Yucatán, por falsificación de
documentos. Además se interpusieron cuatro juicios de amparo contra sanciones
impuestas por su asociación a cinco atletas, y está en proceso una querella
más.
Eduardo Rodrigo Alam –abogado de una de las agrupaciones
demandantes, el Colegio Mexicano de Taekwondo, A.C. – confirma que analiza la
posibilidad de interponer otros dos juicios, que pueden concluir con la
disolución de la Asociación Yucateca de Taekwondo e incluso con la
desincorporación de la FMTKD al Sistema Nacional de Cultura Física y Deporte
(Sinade).
“Nuestras intenciones no van por ese sentido, porque no
pretendemos dejar sin representación al taekwondo nacional”, asegura Alam. Sólo
buscan evidenciar, apunta, que el vicepresidente operativo de la FMTKD utiliza
su cargo “para dañar a instituciones del estado”.
Si los quejosos
triunfan, “deberían tenerse por anulados todos los actos de la Asociación
Yucateca de Taekwondo y de la Federación en los que intervenga Armando Lara,
entre ellos las designaciones de los seleccionados nacionales e incluso los
nombramientos del equipo olímpico. Con lo anterior, México quedará impedido de
participar en todos los certámenes internacionales”.
Así, la FMTKD
correría el riesgo de quedar desafiliada de la federación internacional, agrega
Alam, quien anticipa que los atletas con un certificado emitido por la FMTKD o
la Asociación Yucateca de Taekwondo durante la gestión de Lara perderían dicha
constancia, “toda vez que su directiva no cumple con los requisitos para regular
el deporte estatal, ya que su presidente carece del rango necesario”, es decir,
el quinto dan.
“Jurídicamente hay varias vías para llegar a este escenario:
la primera, que los jueces penales con acceso al expediente consideraran que el
delito no sólo lo comete Lara en su calidad de ciudadano común y corriente,
sino en representación de la Asociación Yucateca de Taekwondo y la FMTKD.
“Esto significaría
que las personas morales –las asociaciones– participaron como agentes del
delito. En consecuencia se propiciaría la disolución de ambas instituciones.
Además, al formar parte del Sinade, regulado por la Conade, deberán ser
desincorporadas. Y todo lo que haya pasado por las manos de la federación
tendrá un vicio de nulidad.”
Pero el abogado matiza: “Afortunadamente,
ninguna de las personas que represento tiene la intención de que eso suceda.
Más bien están siendo objeto de ataques y embates constantes de la federación y
de la asociación por razones personales que sólo conoce Lara”. Él, dice, ha
entablado procedimientos administrativos en contra de profesores del Colegio
Mexicano de Taekwondo, a quienes les niega el acceso a las competencias.
El escándalo del deporte yucateco –otra de cuyas víctimas es
Manuel Lara, hermano del titular de la Asociación Yucateca de Taekwondo– afecta
directamente a los deportistas que han recibido grados en la actual
administración y a sus padres. Se sienten indefensos e inquietos ante la
posibilidad de que sus hijos pierdan los títulos y las medallas obtenidas en la
Olimpiada Nacional, y se vean obligados a reintegrar las becas.
Al menos desde
diciembre de 2015, el vicepresidente operativo de la FMTKD expidió certificados
de grado sin que los atletas y profesores presentaran los exámenes de rigor,
reza el señalamiento. Además, en cinco documentos se falsificaron firmas, de
acuerdo con el abogado Alam.
Los pormenores.
Armando Lara Ordóñez
preside la Asociación Yucateca de Taekwondo desde febrero de 2013. Es
propietario, paralelamente, de las Academias Lara, que en 2007 se incorporaron
al Colegio Mexicano de Taekwondo, A.C. Esta última institución sostiene que
hasta marzo pasado Lara usó indebidamente el escudo y una firma para entregar
certificados con el membrete y el supuesto aval de la escuela.
Se trata, asegura Alam, de
un delito federal porque Lara utilizó papeles “fabricados para acceder a
recursos federales y a cargos en la FMTKD. El delito implica hasta ocho años de
prisión, de acuerdo con el Código Penal”.
El artículo 243 de ese código indica que si se trata de
documentos públicos la falsificación se castigará con reclusión de cuatro a
ocho años y con 200 a 360 días de multa. En el caso de papeles privados, con
cárcel de seis meses a cinco años y de 180 a 360 días de multa.
A su vez, el artículo 386 indica que comete el delito de
fraude quien engañando a uno o aprovechándose del error de éste se hace
ilícitamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido. La fracción III
contempla prisión de tres a 12 años y multa de hasta 120 veces el salario
mínimo.
El abogado acusa: Lara,
uno de los tres vicepresidentes de la Federación de Taekwondo, ha cometido
fraude contra todos los atletas a quienes ha expedido certificados, que no son
válidos. “También a la FMTKD y al Sinade”.
La denuncia por falsificación
de documentos fue interpuesta en la delegación de la PGR en Yucatán por José
Augusto López, presidente del Colegio Mexicano de Taekwondo. Alam, quien
representa a López, apunta: “Ya promovimos cuatro juicios de amparo contra las
sanciones, además de dos apelaciones deportivas. Ahora estamos elaborando el
siguiente juicio de amparo contra una quinta sanción”.
López practica el
taekwondo de alto rendimiento, es agremiado de la FMTKD y profesor de esta
disciplina. Es cinta negra sexto dan y desde 2007 tiene la autorización para
evaluar, examinar atletas y expedir títulos que validen los grados.
En la querella, Alam argumenta que, al tratarse de un
deporte federado y formar parte del Sinade, su cliente suele ser muy riguroso a
la hora de realizar las certificaciones.
Pero a finales de
2015, López supo que se habían entregado certificados supuestamente expedidos
por él en su carácter de presidente del Colegio Mexicano de Taekwondo. Sin
embargo, no reconoce ni recuerda haber firmado dichas constancias. Ni siquiera
haber practicado los exámenes correspondientes.
El caso más relevante, expone en la demanda, es la cinta
negra quinto dan que presume el propio Armando Lara. Los estatutos de la FMTKD
establecen que para aspirar al cargo de vicepresidente se requiere
obligatoriamente contar con los certificados de primero a quinto dan.
“Existe un concepto jurídico denominado ‘frutos de actos
viciados’. En ese contexto, cualquier acto de la federación o de la Asociación
Yucateca de Taekwondo en los que participe Lara, quien carga el vicio al no
tener el grado de quinto dan que se requiere, genera un vicio en los actos
subsiguientes. Es la manzana que pudre los demás frutos”, explica Eduardo
Rodrigo Alam.
“Esta es la forma en la que una persona daña al taekwondo
utilizando una federación como instrumento. Además, se trata de un deporte en el
que México ha destacado. Esto pone en entredicho a medallistas olímpicos y
mundiales y a representantes de Yucatán en los Juegos Centroamericanos y
Panamericanos.”
Las sanciones.
A decir del
litigante, Lara también engañó a la FMTKD para abrir cinco expedientes
disciplinarios. Los involucrados están acusados de participar en competencias
no avaladas por la Asociación Yucateca de la especialidad.
Hasta ahora han sido
sancionados cuatro atletas y profesores de alto rendimiento con una
amonestación privada, pero dos de los afectados ya promovieron un recurso ante
la Comisión de Apelación y Arbitraje Deportivo (CAAD). Todavía está pendiente
la situación del atleta y profesor de taekwondo con grado de sexto dan José
Augusto López.
“Analizamos promover una acción colectiva para representar
los intereses de toda la comunidad del taekwondo, básicamente de los miembros
del Colegio Mexicano de Taekwondo. Asimismo, presentaremos la denuncia por fraude contra Lara y trataremos de
acreditar todos los costos, que son las ganancias que él ha percibido.”
De acuerdo con los
cálculos de Alam, en los últimos años la Asociación Yucateca de Taekwondo ha
recibido 30 millones de pesos por concepto de pagos para la inscripción de los
torneos que organiza, la expedición de certificaciones de grado y el Registro
Único de Federado (RUF).
“¡No eres quinto dan!”
Manuel Lara Ordóñez
es profesor de taekwondo y hermano del titular de la Asociación Yucateca de la
especialidad. Él también enfrenta problemas con el responsable de este deporte
en el estado, al grado de que fue inhabilitado como directivo de la institución
por su propio familiar en diciembre de 2015.
En octubre de 2015,
Manuel Lara evidenció ante los medios de Yucatán la falsificación de documentos
por parte de su familiar, además del “manejo de deportistas” a criterio del
dirigente y la expedición de grados inválidos.
Manuel Lara
reconstruye, en entrevista: “Todo arrancó en marzo de 2015, cuando la
federación le liberó (autorizó) una institución a mi hermano, Academias Lara de
Taekwondo, A. C., y para diciembre de ese año Armando me confesó: ‘Vamos a
fundar ya nuestra institución porque ya tengo el aval de la FMTKD’. Pues bien,
para que puedas tener una institución y regirla como director es necesario
contar con el grado de quinto dan. Por supuesto, mi hermano no es quinto dan;
oficialmente es primer dan”.
Manuel Lara recuerda
que refutó a su hermano: “‘No puede ser’. Enseguida me respondió: ‘Ya está todo
listo y preparado: por debajo del agua le pagué 400 mil pesos al licenciado
Juan Manuel López –quien renunció a la presidencia de la FMTKD en abril de
2016–; por lo tanto, ya tengo liberada mi institución’, al tiempo de mostrarme
el certificado de quinto dan. Lo enfrenté: ‘¡Tú no eres quinto dan!’. De
ahí parte todo.
“Tarde o temprano,
esto tenía que romperse en cuanto a la protección que mi hermano recibe de la
FMTKD. Imagínese cuando el día de mañana se descubra que está otorgando los
grados tanto de color como de cinta negra y le digan al atleta: ‘No es válido
tu grado’.”
Proceso intentó contactar vía telefónica y con mensajes de
texto al actual presidente de la FMTKD, Francisco Raymundo González, pero hasta
el cierre de esta edición no hubo respuesta del directivo.
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