De 2013 a 2016, el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia
(Imepi) ha recibido 64 millones 694 mil pesos de presupuesto, otorgado por el
Gobierno del Estado de México.
Justo este año
recibió el presupuesto más alto de los últimos tres: ha trabajado con 18
millones 266 mil pesos, de los cuales, 13 millones 069 mil han sido para el
rubro de “Servicios Personales”, partida en la que han entrado gastos como
remuneraciones adicionales y especiales y “otras” prestaciones sociales y
económicas.
De acuerdo con la información del Instituto referente al
Tercer Trimestre de este año –revisado por la Unidad de Datos de SinEmbargo–, no se han registrado gastos para la compra
de materiales y artículos de construcción y reparación, prendas de protección,
materiales y suministros para seguridad ni para equipo de defensa y seguridad.
El saldo hoy, es un
mercado destruido; casualmente el mercado de Tultepec, que Juan Ignacio Rodarte
Cordero, director general del Imepi, calificó como el más seguro de
Latinoamérica, “con puestos perfectamente diseñados y con los espacios
suficientes para que no se dé una conflagración en cadena en caso de un
chispazo”.
Ayer, cerca de las 15 horas, se reportó la explosión del
mercado y fueron cerca de 12 minutos de fuego. Al momento hay 32 personas
muertas y 12 en calidad desaparecidas.
El Instituto, que fue
creado en 2003, cuenta con el subsidio que le proporciona el Gobierno del
Estado de México.
En la entidad, en contraste, hay seis puntos de elaboración
de pirotecnia. Estos sitios están en Texcoco, Toluca, Atlacomulco, Valle de
Bravo, Tejupilco e Ixtapan de la Sal. Son 64 municipios que son comerciantes
temporales con permiso para vender pirotecnia y hay cuatro mercados
principales: el de San Pablito, de Chocolín, Jaltenco y Zumpango.
Desde la creación del
Imepi, sus principales objetivos han sido el de formular, controlar y vigilar
las medidas de seguridad que deben estar en las actividades de fabricación;
vigilar el uso, venta, transporte, almacenamiento y exhibición de artículos
pirotécnicos, y generar, desarrollar y consolidar una cultura de prevención y
seguridad en materia pirotécnica.
También está, dentro
de sus tareas, realizar programas de atención integral para los artesanos y
elaborar programas que evitaran siniestros y desastres por la fabricación, uso
y venta de los artículos pirotécnicos; establecer estrategias para combatir las
causas originadoras de contingencias; coordinar acciones preventivas en zonas y
lugares de riesgo donde se fabriquen cohetes; llevar un registro de los
dictámenes de seguridad y los certificados de seguridad municipales; revisar
constantemente que los establecimientos reúnan las condiciones de seguridad;
implementar medidas preventivas en zonas y lugares de riesgo, entre otras.
Pero, de acuerdo con el último informe anual, en el
ejercicio de 2015 –el año anterior– se destinaron 17 millones 672 mil pesos y el Imepi ejerció sólo 13 millones 961 mil
pesos en Gastos de Operación, Asignaciones, Subsidios y “Otras ayudas por la
Premiación de Concursos”: 10 millones 991 mil pesos para “Servicios
personales”, 345 mil pesos para materiales y suministros y 2 millones 374 mil
para “Servicios generales”.
Además gastó 170 mil
pesos para “Ayudas sociales” y 78 mil pesos para “Otros gastos y pérdidas
extraordinarias”, en las que se desagregan estimaciones, depreciaciones,
deterioros, obsolescencia y amortizaciones.
Luego solicitó una
ampliación por 2 millones 676 mil para abrir siete plazas, comprar gasolina,
para “Gastos de operación”, para computadoras e impresoras y para dos
vehículos.
Ese año, el Instituto
lo inició con una plantilla de 33 personas. Está una en el mando superior,
cuatro mandos medios, diez generales de confianza y 18 “por obra y tiempo
determinado”, que estuvieron contratados hasta el 31 de diciembre de ese año.
El organigrama del Instituto está conformado por Juan
Ignacio Rodarte Cordero en la Dirección General. De acuerdo con su currículum,
este funcionario también ha ocupado puestos en el Estado de México como
Secretario Técnico de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, fue Coordinador en
el Consejo Estatal de Seguridad Publica y Jefe de la Unidad de Apoyo
Administrativo en el Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social.
La Secretaría Particular está a cargo de Carolina Silva
Ortiz y la Unidad de Información, Planeación, Programación y Evaluación, en
manos de Fernando Zimbrón Romero.
Se desprenden tres subdirecciones: la de Normatividad y
Registro, la de Capacitación e Innovación Tecnológica y la de Prevención que es
también la de Difusión, en la que Carolina Silva Ortiz, también es encargada, a
pesar de tener una preparación de Contadora Pública. Cobra en ambos puestos
según el directorio de funcionarios del Estado de México.
Rodarte Cordero se volvió objeto de escrutinio luego de que
el pasado 5 de agosto dijera: “El tianguis de pirotecnia de San Pablito es el
mercado más seguro en Latinoamérica, con puestos perfectamente diseñados y con
los espacios suficientes para que no se dé una conflagración en cadena en caso de
un chispazo”.
Los hechos no tardaron en mostrar lo contrario.
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