Diez meses después de
tomar posesión como presidente de México, Enrique Peña Nieto recibió en Los
Pinos a Marcelo Odebrecht, dueño de la compañía del mismo apellido, quien
le explicó el impacto que tendrán sus inversiones en diversos sectores del
país, principalmente el sector energético e infraestructura, el cual se estimó
en 8,000 millones de dólares.
Con esas inversiones, el empresario brasileño presumió la
creación de 20,000 empleos directos y 60,000 indirectos para 2016 y habló
ampliamente de Etileno Siglo XX, un mega proyecto que se establecería en el
estado de Veracruz y que se considera clave en la estrategia para el
abastecimiento de insumos energéticos de calidad y a precios competitivos.
“Nosotros prevemos invertir en los sectores de petroquímica
saneamiento y energía hidráulica renovable así como en la producción de etanol
de azúcar y de energía renovable de biomasa”, dijo en su momento.
Dos años después y en
pleno contexto de las reformas estructurales, Petróleos Mexicanos (Pemex)
anunció que el consorcio conformado por Odebrecht, Techint y Arendal sería el
elegido para construir y realizar la ingeniería en la segunda fase del
gasoductos Los Ramones, ubicado en Nuevo León.
Los Ramones es uno de los proyectos emblemáticos para la
actual administración y abarca la construcción de un gasoducto de
aproximadamente 450 kilómetros que irá del estado de Nuevo León hasta San Luis
Potosí y que busca trasladar entre 2,000 y 2,100 millones de pies cúbicos por
día, así como 1,200 kilómetros de ductos
de agua dulce que irán desde Guanajuato hasta el estado norteamericano de
Texas.
Un año después del anuncio de Pemex, Marcelo Odebrecht fue
detenido por la policía brasileña, en el marco de una nueva fase de
investigaciones sobre los desvíos y la corrupción en la estatal Petrobras, de
donde es contratista junto con Otavio Marques Azevedo, presidente de Andrade
Gutiérrez, la otra gran constructora carioca.
Negocios con Duarte.
Después de la detención de Odebrecht por fraude en
licitaciones, corrupción, lavado de dinero y desvío de dinero público, el
alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil, aseguró que la empresa brasileña informaría
al gobierno de Javier Duarte, el estado de la concesión que obtuvo junto con
Aguas de Barcelona para manejar el agua de los municipios de Veracruz y
Medellín.
“(La detención de
Odebrecht) No afecta en tema operacional ni en lo que se está planteando y
proponiendo, revisando y haciendo planes de trabajo con lo que es ahorita el
comité de entrega-recepción, sigue todo sin ningún problema”, dijo Poo Gil
en información recogida por el diario AGNVeracruz.
Cabe recordar que la
empresa brasileña, a través de su filial Grupo MAS, tendrá la concesión por 30
años del manejo de agua en Veracruz y Medellín e iniciarán operaciones con
una inversión inicial de 10,000 millones de pesos con lo que se espera
estabilizar las finanzas del antiguo Sistema de Aguas, el cual mantiene una
deuda con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que asciende a los 4.5
millones de pesos.
De acuerdo al sitio promotor de grandes proyectos de
infraestructura Business News Americas, Obdebrecht mantiene la mira en Veracruz
e invirtió 450 millones de dólares para construir una presa multipropósito de
86 metros de altura en la cuenca del río Los Pescados que suministrará de agua
potable a la capital, Xalapa por su capacidad de albergar 130 millones de
metros cúbicos, además de incluir un componente hidroeléctrico.
Una ficha del portafolio de proyectos de la firma de
desarrollo, Gauss Energía, asegura que la obra en el río permitirá incrementar
la eficiencia de los sistemas de riego de la región y contar con control de
avenidas, para disminuir riesgos de inundaciones y minimizar posibles daños a
la infraestructura.
Sin embargo, la
construcción ya tuvo sus tropiezos cuando en abril de 2014, alrededor de 250
habitantes de siete municipios veracruzanos y activistas de organizaciones
civiles bloquean el paso de la maquinaria pesada hacia la parte baja del río
Los Pescados.
Esa ocasión el grupo
Colectividad de la Cuenca Hidrológica del Río Los Pescados de la Antigua
Veracruz intentó impedir la construcción de la central hidroeléctrica y
argumentaron que dicha obra secará dicha cuenca, arruinará a pescadores,
agricultores y prestadores de servicios ecoturísticos, y provocará inundaciones
en decenas de localidades de varios municipios.
Días después, Víctor Morales, jefe del Centro de
Anteproyectos del Golfo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aseguró
que se debe poner mayor hincapié en las leyes secundarias de la reforma
energética para regular la actuación de las empresas privadas para que cumplan
cabalmente con las leyes tanto a nivel federal como estatal.
“El proyecto de presa Multipropósitos de Xalapa, la altura
de 100 metros para la presa sí es considerable y sí tiene sus afectaciones. Por
eso la CFE en sus proyectos busca certeza jurídica, en cuanto a las vedas,
programas de ordenamiento estatal y federal, así como el cumplimiento de
manifestaciones de impacto ambiental (MIA)”, dijo.
Participante recurrente.
Odebrecht ha obtenido contratos de servicios en México desde
1992 y ha participado en proyectos como la reconfiguración de la refinería
Lázaro Cárdenas, en Minatitlán, Veracruz, la construcción de plataformas habitacionales
en el yacimiento de Cantarell, en aguas del Golfo; así como de líneas de
transmisión eléctrica y una presa en Sinaloa, en el norte del país.
En tanto, la revista
Forbes dio a conocer que Odebrecht tiene programado para el 2018, ser pieza fundamental
en otros rubros en Veracruz, como ser la concesionaria de la autopista
Tuxpan-Tampico e invertir en la exploración petrolera.
“Además, están esperando (Odebrecht) luz verde para
desarrollar un proyecto para la construcción de una carretera entre Tuxpan, en
Veracruz y Tampico, en norteño estado de Tamaulipas. Entre los proyectos en
estudio hacia el 2018 hay unos de infraestructura de energía y de agua y
carreteras, pero podrían incluir ferrocarriles y aeropuertos”, informó la
publicación.
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