Apenas hace ocho
días, el gobierno de Eruviel Ávila dio su aval a las condiciones de seguridad y
protección civil del mercado de cohetes de San Pablito, en Tultepec, Estado de
México.
El Instituto Mexicano
de la Pirotecnia (IMEPI), del Gobierno estatal, incluso calificó al mercado
pirotécnico como “el más seguro de Latinoamérica”.
En un comunicado
difundido el pasado 12 de diciembre, el director del IMEPI, Juan Ignacio
Rodarte Cordero, aseguró que la distancia entre cada uno de los puestos para
vender pirotecnia era suficiente para evitar una explosión en cadena.
Pero esa supuesta
previsión de seguridad, fue desmentida este martes 20 de diciembre cuando
ocurrió la explosión que devastó el tianguis de cohetes y que ha dejado hasta
el momento 29 personas fallecidas y más de 70 lesionados.
El tradicional tianguis de juguetería pirotécnica de San
Pablito era considerado como el mercado de fuegos artificiales más seguro de
Latinoamérica “con puestos perfectamente diseñados y con los espacios
suficientes para que no se dé una conflagración en cadena en caso de un chispazo”,
fueron las palabras de Rodarte Cordero.
El IMEPI es el
organismo encargado de “elaborar, aplicar y evaluar programas de atención
integral para el sector pirotécnico, a fin de evitar siniestros y desastres por
la fabricación, uso, venta, transporte, almacenamiento y exhibición de
artículos pirotécnicos”.
Además, a los
funcionarios de esa dependencia les correspondía “realizar visitas periódicas”
a lugares como el mercado de San Pablito, con el propósito de verificar las
condiciones de seguridad en la venta y exhibición de artículos pirotécnicos.
El director general
del IMEPI es nombrado directamente por el gobernador del Estado de México,
Eruviel Ávila.
Durante el evento en el que se reconocieron las condiciones
de seguridad del extinto mercado de San Pablito, se había informado sobre el otorgamiento de 35 mil salvoconductos o
permisos a compradores de pirotecnia y se anticipaba que durante las temporadas
navideñas se iban a vender alrededor de 100 toneladas de juegos pirotécnicos.
Por su parte, el presidente del Mercado de Artesanías
Pirotécnicas de San Pablito, Germán Galicia Cortes, prometía a los visitantes
condiciones ideales de seguridad, provisto de extintores, agua, arena, picos,
palas y personal calificado que sabría cómo actuar en caso de algún incidente.
El tianguis de San
Pablito tenía una antigüedad de 16 años y contaba con alrededor de 300
locatarios, los cuales tenían permisos expedidos por la Secretaría de la
Defensa Nacional para la comercialización legal de explosivos pirotécnicos.
Los salvoconductos para cada uno de los 35 mil compradores,
amparaban hasta 10 kilogramos de cohetes, según el artículo 60 del Reglamento
de la Ley de Armas y Explosivos.
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