miércoles, 21 de diciembre de 2016

Gasolina barata: la mentira histórica

Martín Moreno.

Marzo de 2014.

A siete meses de que la Reforma Energética había sido aprobada, el entonces director general de Pemex, Emilio Lozoya, dijo ante diputados, tajante:
“El gobierno de la República jamás prometió que el precio de las gasolinas bajar (ía)”.

Con esa frase inequívoca, desalentadora, Lozoya desmentía así a su jefe, el Presidente de la República, y a su compañero de gabinete, el Secretario de Economía.

Sin embargo, la decepción de mayor impacto fue para los bolsillos de millones, que vieron esfumada su ilusión de comprar gasolina a precio menor. Sí, como la que Pemex vende en Estados Unidos.

Por ello, la pregunta que hoy corre en las bocas de los mexicanos – con el litro de gasolina Magna ($14.00 prácticamente) y Premium ($14.81), que son las de mayor consumo nacional-, es: ¿Prometieron realmente Peña Nieto y su gobierno, gasolina más barata en México de aprobarse la Reforma Energética?

La respuesta es: sí, lo prometieron. Y no cumplieron.

Se burlaron de millones de mexicanos que otorgaron, en su momento, el beneficio de la duda ante la promesa de los priistas que regresaban al poder presidencial: si se aprueba la Reforma Energética, habrá combustibles a menor precio: gasolina, gas y electricidad.

Pero nada. Fue una burla. Otra astracanada más.

Tengamos memoria. Y archivos periodísticos.

Aquí, las pruebas de la mentira energética:

El primer planteamiento para reducir el costo de las gasolinas fue hecho por el candidato del PRI a la presidencia, Enrique Peña Nieto, durante el primer debate entre candidatos. Fue la noche del 6 de mayo de 2012. Y fue la propuesta número 16 de 23 leídas por EPN. Textual: “Bajar el precio a combustibles y hacerlos menos contaminantes”.

(Nota: sólo hay dos tipos de combustibles producidos por Pemex: gasolinas y gas. En las gasolinas se incluye la gasolina, el diésel y la turbosina, mientras que en el gas están el gas LP y el gas natural. Por lo cual, hablar de reducir el precio de los combustibles implica forzosamente una reducción de gasolinas y gas. Referirse a combustible en singular sólo se refería a uno de ellos: gasolina o gas. Pero la palabra que se usó fue en plural, lo cual forzosamente indica que se trata de gasolina y gas, precisa el director del blogdeizquierda.com, Víctor Hernández. 9/VI/2014).

Allí quedó registrada, sin duda, la primera oferta formal de reducir el precio de las gasolinas. Pero hubo otros antecedentes.

El 11 de junio de 2013, la corresponsal de El Universal en Hidalgo, Dinorath Mota López, publicó en ese diario:

“El Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, sostuvo que para bajar el precio de los combustibles como la gasolina, es necesaria la reforma Energética ya que permitirá a Pemex y a CFE ser empresas de mayor eficiencia.

“Señaló la importancia de la reforma ya que, dijo, sólo así se podrá contar con mejores combustibles”.

(Nota: Guajardo se refirió a Pemex, con lo cual involucraba tanto precios como eficiencia en cuanto a la gasolina).

Y otra más:

El 12 de agosto de 2013, al presentar su propuesta de Reforma Energética, el Presidente Peña Nieto declaró, de acuerdo a la nota del reportero Francisco Reséndiz en El Universal, lo siguiente:

“Puso énfasis en que el objetivo es que la industria petrolera vuelva a ser motor del crecimiento económico de México, al tiempo de que las tarifas domésticas de gas y electricidad así como el precio de las gasolinas se reduzcan”.

Tanto Peña Nieto candidato, y ya como Presidente de México, apuntalado con las declaraciones del secretario de Economía, prometían gasolina más barata a cambio de la Reforma Energética. Allí están sus palabras. El gobierno ni las desmintió ni las refutó en su momento.

El pez por su propia boca muere.

Fue un embuste la oferta. ¿Por qué?

Si bien en enero de 2016 se registró un ligero (apenas insinuado) descenso en el precio de las gasolinas – 41 centavos por litro en la Magna; 40 centavos en la Premium, y 43 centavos en Diesel-, este fenómeno solamente fue durante dos meses: enero y febrero. Duró un suspiro.

El jueves 25 de febrero de 2016, la secretaría de Hacienda publicó, mediante el Diario Oficial de la Federación, que los precios de las gasolinas únicamente podrán variar, al alza o a la baja, un 3 por ciento respecto del precio observado en 2015. ¿A cuánto equivaldría, de darse ese 3% de reducción? Si prácticamente el costo promedio redondeado del litro de Magna y de Premium es ya de 14 pesos, entonces la “disminución” sería de… ¡42 centavos!, los cuales se evaporan al no representar una baja de impacto para el poder adquisitivo.

Aún más:

Al cierre del primer año del gobierno de Peña Nieto (2013), el litro de gasolina Magna valía $12.13; el de Premium, $12.69; el de Diesel, $12.49.

A finales de este 2016, los precios son:

Magna: $13.98 pesos litro.

Premium: $14.81

Diesel: $14.45

Gasolina más cara en este sexenio, a pesar de las promesas de Peña Nieto.

La mentira ha sido una constante durante el gobierno de Peña Nieto. La falta de transparencia ha marcado a su sexenio. La opacidad es su divisa.

Hoy, el gobierno contempla ya nuevos aumentos a las gasolinas, que podrían alcanzar los… ¡17 pesos promedio por litro en 2017! Un agujero más grande en los bolsillos de los mexicanos.


Sigan votando por ellos.

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