Por Efrén
Flores.
En el último
año del Gobierno del ex Presidente Enrique Peña Nieto, la Auditoría Superior de
la Federación (ASF) encontró un boquete de 5 mil 157 millones 979 mil 100.85
pesos en obras de rehabilitación ligadas a las plantas de Agro Nitrogenados,
derivado de “pérdidas por deterioro”, “costos adicionales” injustificados y
adeudos desligados de obras “debidamente concluidas”.
Actualmente,
el Gobierno federal que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador
mantiene una investigación abierta por la compra (en 2013 y 2015) de dos
complejos de fertilizantes por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuando
Emilio Lozoya Austin fue titular (2012-2016) de la Empresa Productiva del
Estado. Se trata de los complejos de Agro Nitrogenados en Pajaritos, Veracruz;
y de Fertinal en Lázaro Cárdenas, Michoacán.
En la
primera entrega de la Cuenta Pública 2018, la ASF revisó los contratos de
obras de rehabilitación “de las plantas [Urea I y II] de fertilizantes
nitrogenados en el estado de Veracruz”, que fueron suscritos por las filiales
de la petrolera Pemex Fertilizantes y Pro-Agroindustria (a la que pertenece
Agro Nitrogenados).
Sobre las
inversiones físicas que se presupuestaron, contrataron, ejecutaron y pagaron,
la Auditoría (ejercicio 2018-6-90T9I-20-0471-2019 471-DE) concluyó que, “en
términos generales, Pemex Fertilizantes y Pro-Agroindustria […] no cumplieron
las disposiciones legales y normativas aplicables en la materia”, por diversas
irregularidades encontradas.
La ASF reconoció
“una pérdida” de 212 millones 600 mil dólares (más de 4 mil mdp constantes, al
tipo de cambio promedio de 2018) “por efectos de deterioro correspondientes al
valor de las tres plantas en que se omitió su proceso de rehabilitación, sin
que se previera reanudarlo en el corto y mediano plazos”.
Asimismo halló
“costos adicionales” por 22.7 millones de pesos del “suministro de agua
tratada” en las plantas de Urea I y II, sin que estas “se hallaran aún en
funcionamiento”. Lo mismo sucedió con el pago de suministro de tanques de
nitrógeno y nitrógeno líquido por 1 millón 054 mil 700 pesos, a pesar de que
las plantas no estaban en operación.
La Auditoría
también encontró adeudos con contratistas por 44 millones 593 mil 500
dólares (casi 858.4 mdp a 2018) y 183 millones 481 pesos, “sin que se
integraran en alguna estimación generada por conceptos de obra debidamente
concluidos, acompañada de la documentación que acreditara la procedencia de
realizar su pago”.
Los
montos no justificados, según las condiciones operativas de las plantas y la
falta de integración de gastos, no son mencionados por la ASF como pendientes
de aclarar, o como un probable daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal;
pero sí ameritaron 15 observaciones, de las cuales, una fue solventada antes de
la integración del informe 2019. Las 14 restantes generaron 13 recomendaciones
y nueve “Promociones de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria”.
Más allá de
las erogaciones de Pemex Fertilizantes y Pro-Agroindustria, la ASF determinó
que la entrega-recepción de algunas obras de rehabilitación –en las plantas de
Veracruz– fue realizada “sin que la empresa [receptora] hubiera realizado las
pruebas de confiabilidad” necesarias.
También
hubo deficiencias por falta de personal capacitado para ejecutar “pruebas de
arranque” antes de las obras; por no determinar los costos estimados de algunos
proyectos y riesgos asociados; debido a problemas en la integración de órdenes
de trabajo; la falta de aplicación de mecanismos de control y seguimiento a los
bienes y servicios contratados, entre otros.
AGRO
NITROGENADOS.
El 20 de
diciembre de 2013, Pemex compró el complejo de Agro Nitrogenados en Pajaritos,
Veracruz, a través de su filial Pro-Agroindustria. La compra-venta fue
justificada con dos razones. La necesidad de generar más fertilizantes y
productos petroquímicos en México; y la capacidad de producción de un millón
anual de toneladas de urea, de las plantas de Agro Nitrados.
Sin embargo,
el “Libro Blanco 2015-2018” de Pemex Fertilizantes menciona que al momento de
la compra, los dos “trenes de urea” de Agro Nitrados llevaban 14 años sin
operación, por lo que se encontraban “en una situación de extremo deterioro que
requería una gran inversión para su rehabilitación y puesta en marcha”. Además,
al momento de la compra, el complejo petroquímico de Cosoleacaque –al que fue
añadida– “no tenía la capacidad para proveerla de insumos (amoniaco y CO2)
suficientes y a costos competitivos” para la producción de urea.
El valor de
la adquisición ascendió a casi 3.9 mil millones de pesos (constantes). Pero
seis meses después de la compra, la filial de Pemex Pro-Agroindustria contrató
a la empresa Cobra Instalaciones México (hoy Avanzia) para rehabilitar las
plantas Urea I y II de Agro Nitrogenados. Esto le costó más de 6.8 mil millones
de pesos (constantes) a Pemex.
A este millonario
desembolso fueron sumados 923.8 millones de pesos (constantes) por un “faltante
presupuestal”, ya que “Pemex Fertilizantes recibió Pro-Agroindustria sin
presupuesto para cubrir [el] capital de trabajo y el servicio de la deuda” de
Agro Nitrogenados.
De este
modo, los datos oficiales indican que Agro Nitrogenados fue adquirida con un
sobre costo real de 200 por ciento, que implica un daño en contra de la
Hacienda Pública, tomando en consideración que a finales de 2018, Pemex aún
debía 3.5 mil millones de pesos (constantes) por la adquisición de la compañía
y que, hasta entonces, no contaba con “viabilidad operativa” plena, pese a las
obras e inversiones efectuadas.
“Se
incumplió con los objetivos y las metas de poner en operación la planta de
fertilizantes nitrogenados, los costos han sido rebasados de 195 mil a 443 mil
099.2 millones de dólares, los tiempos se han alargado de 610 a 943 días
calendario y a la fecha de la auditoría (noviembre de 2017) no ha generado
utilidades para el Estado, por lo que el proyecto no ha sido rentable”, refiere la ASF en su reporte de
fiscalización del 12 de enero de 2018, sobre las obras en las plantas de Agro
Nitrogenados.
CASO
FERTINAL
El 16 de
diciembre de 2015, cuando Pemex adquirió Fertinal, “ésta presentaba pérdidas en
su flujo mensual por 12 millones de dólares”, de modo que la empresa
“técnicamente estaba en quiebra”, “con capital de trabajo negativo”,
“dificultad para implementar sinergias” y con una “producción decreciente”, se
lee en el el “Libro Blanco 2015-2018” de Pemex Fertilizantes.
Con la
compra de Fertinal, Pemex adquirió un complejo (en Lázaro Cárdenas, Michoacán)
y una mina (en San Juan de la Costa, Baja California Sur) que revitalizarían la
producción de petroquímicos, con un potencial adicional productivo anual de 1.4
millones de toneladas de fertilizantes.
“La demanda
nacional de fertilizantes en el país asciende a 4.2 millones de toneladas por
año de productos nitrogenados, fosfatados y potásicos. Así, la producción de
Fertinal podría abastecer cerca del 30 por ciento de la demanda”, refiere la
ASF en su auditoría 15-6-90T9L-02-0514 514-DE.
Para ello, Pemex
pagó más de 2.9 mil millones de pesos (constantes) correspondientes al valor
real de la compañía, además de 5.9 mil millones adicionales para cubrir los
adeudos que tenía Fertinal. A ello fueron sumados –a lo largo de los años– más
de 4.4 mil millones para levantarla, 1.7 mil millones en capital de trabajo,
2.7 mil millones por pérdidas contables y 495 millones para el pago de
intereses.
Esto quiere
decir que Fertinal fue adquirida con un sobre costo real de 313 por ciento,
aunque la inversión total (a 2018) fue 5.2 veces mayor al valor máximo
establecido en 2015, para su adquisición.
El 23 de
diciembre de 2016, un año después de la compra de Fertinal, la ASF determinó
al respecto que Pemex no había proporcionado la información adecuada y
suficiente para “dar seguimiento mediante la revisión documental y el
establecimiento del mecanismo para confirmar la razonabilidad del precio final
de la transacción”.
Para 2018, Pemex
Fertilizantes reportó que “Fertinal ya cuenta con flujos suficientes para
cumplir los compromisos del crédito de refinanciamiento”, pero “aún no se tiene
la capacidad para cubrir el servicio de la deuda por el crédito de
adquisición”. El 28 de enero de este año, Pemex liquidó la primera de 145
amortizaciones mensuales, correspondiente a los compromisos de créditos
asociados al Grupo Fertinal.
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