Por Daniela
Barragán.
Andrés
Manuel López Obrador reveló hoy que cuando se firmó el tratado comercial
México-Canadá-Estados Unidos (el T-MEC), el año pasado, había un capítulo
“abultado” que comprometía el sector energético mexicano y que el equipo del
entonces Presidente electo lo rechazó, provocando la ruptura de las
conversaciones con las partes.
“Se
rompieron las pláticas. Insistió el Gobierno de entonces (del Presidente
Enrique Peña Nieto), insistieron todos en que aceptáramos y dijimos: eso no.
Estamos de acuerdo en todo, pero ese capítulo no”, dijo López Obrador.
“Por eso
le tengo consideraciones y respeto al Presidente Donald Trump. Ya cuando estaba
a punto de darse a conocer, y todo esto se manejó en sigilo, que no se iba a llegar
a un acuerdo por ese tema, él, Trump, aceptó nuestra propuesta”, agregó.
“Ese capítulo quedó en dos párrafos. ¿Qué
dicen? Que México es libre y soberano en el manejo de sus recursos naturales,
en particular del sector energético, y en especial del petróleo. Eso no está en
el tratado. Si alguien dice que no va a suscribirse el tratado por eso, la
respuesta es: eso no está acordado. Para que quede claro”.
Ayer, el
Embajador de Canadá en México, Pierre Alarie, consideró que era “preocupante”
que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cambiara cláusulas del contrato
del ducto Sur de Texas-Tuxpan.
IEnova informó
al mercado bursátil el miércoles que CFE presentó una solicitud de arbitraje
para la nulidad de ciertas cláusulas del contrato de servicios de transporte,
como las que hacen referencia a la responsabilidad de las partes en eventos de
caso fortuito y fuerza mayor, así como el reembolso de pagos.
Una
reportera le preguntó si eso no afectaría el T-MEC, a lo que AMLO respondió: “Se
va a buscar que mediante la conciliación que se resuelva el problema”.
Desde
Palacio Nacional, el Jefe del Ejecutivo federal recordó que el pasado mes de
marzo calificó de “leoninos” esos contratos con las firmas canadienses,
incluida TransCanada, ya que para el Gobierno mexicano, en los contratos hay
cláusulas diseñadas para favorecer a los contratistas.
“Consideramos que fue un abuso que se hayan
hecho esos contratos. Buscamos un acuerdo para que no se perjudique la Hacienda
pública”, destacó.
Según un
comunicado emitido por IEnova, unidad mexicana de la estadounidense Sempra
Energy, esas cláusulas se refieren a la responsabilidad de las partes en
eventos de caso fortuito y fuerza mayor, así como el reembolso de pagos por
capacidad relacionados a los eventos que la CFE inicialmente reconoció conforme
al contrato y que ahora considera indebidos.
De
acuerdo con un análisis de Banorte, el arbitraje impulsado por la CFE podría
provocar un retraso en la puesta en marcha del gasoducto, así como la
percepción de los inversionistas en torno a la certidumbre de los contratos
firmados.
Por esta
razón, las acciones de IEnova cayeron un 4.26 por ciento en la Bolsa
Mexicana de Valores este miércoles hasta 77.01 pesos por título.
El gasoducto
requirió una inversión de más de 2 mil 500 millones de dólares y tiene la
capacidad de transportar 2 mil 600 millones de pies cúbicos diarios de gas
natural, incrementando la capacidad de importación de este hidrocarburo a
México en aproximadamente 40 por ciento, según IEnova.
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