Arturo Ángel
/ Animal Político
Andrea
Cárdenas / Quinto Elemento Lab
Cuando
murió su hermano Federico en el verano de 2015, el hoy fiscal general Alejandro
Gertz Manero contrató al abogado Javier Coello Trejo para esclarecer lo que
consideraba un posible crimen. Coello designó en octubre de ese año un equipo
de litigantes para llevar el caso ante la justicia, y entre esos defensores
figuraba Juan Ramos López.
Una
investigación de Animal Político y Quinto Elemento Lab descubrió que Ramos
López estuvo involucrado desde 2015 y hasta marzo de 2019 en el litigio sobre
la muerte de Federico, bajo la coordinación de Coello. Ramos es desde hace 24
días el fiscal especial encargado de investigar a Emilio Lozoya, el exdirector
de Pemex que es señalado desde 2017 por corrupción y lavado de dinero, y que
tiene como abogado defensor al propio Coello.
La
presencia de Ramos en el equipo coordinado por Coello para defender los
intereses de Gertz en el caso del supuesto homicidio del hermano es un
ingrediente nuevo que se suma a las revelaciones hechas ayer por Animal
Político y Quinto Elemento Lab, que encontraron que el abogado de Lozoya es
también abogado, en lo personal, del fiscal general de la República, Alejandro
Gertz.
Esta es
la historia que revela cómo Ramos participó en el equipo de Coello para
defender a Gertz en el ámbito privado, y cómo Ramos en su calidad de
funcionario se convirtió por instrucciones de Gertz en el fiscal encargado de
enfrentar al propio Coello y su cliente, hoy prófugo de la justicia, Emilio
Lozoya.
Documentos a
los que tuvieron acceso Quinto Elemento Lab y Animal Político muestran que,
además de Ramos, otros tres funcionarios activos de la Fiscalía General de la
República (FGR), dirigida por Gertz, también han operado como abogados
auxiliares de Javier Coello Trejo.
En los
últimos cuatro años, estos funcionarios representaron a quien hoy es su
jefe, Alejandro Gertz, en la denuncia que presentó para investigar el supuesto
homicidio de su hermano Federico.
Dichos
nexos no aparecen en las declaraciones de intereses de los funcionarios pese a
que el caso sigue abierto y a que el propio Coello Trejo los designó, usando su
calidad de apoderado de Gertz Manero, como auxiliares. Incluso, Coello sostiene
que su despacho continúa colaborando en este tema.
Los
documentos prueban que el subprocurador Juan Ramos, siendo ya funcionario, se
presentó en al menos dos ocasiones para representar legalmente a su jefe en el
caso de su hermano Federico, así como en una segunda denuncia que interpusieron
por la presunta negligencia de agentes del Ministerio Público que atendieron el
caso.
Fue hasta
marzo de 2019 cuando Gertz revocó el nombramiento de Ramos como abogado
auxiliar en el caso contra los agentes del MP. Ramos y Gertz llevaban ya casi
cuatro meses como funcionarios de la Fiscalía. En los expedientes, el domicilio
de Ramos aún es el autorizado para recibir las notificaciones del caso.
Según la Ley
Orgánica de la Fiscalía General, el Código Penal Federal y expertos consultados
para esta investigación, que un funcionario siga litigando casos
particulares puede considerarse delito.
A ello se
suma el hecho de que Ramos López no reportó en su declaración de intereses un
el poder legal que Gertz Manero le concedió en 2010.
Ramos López negó
en entrevista con Animal Político y Quinto Elemento Lab que este vínculo
represente alguna irregularidad. Según el funcionario, él participó solamente
al inicio del asunto de Federico Gertz, y nada más aportando datos. Aseguró que
ya no colabora en ese asunto.
De ayudantes
de Coello a funcionarios de FGR
Como se
reveló en la primera entrega de este reportaje, en agosto de 2015 Javier Coello
Trejo se presentó en la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México a
nombre de Alejandro Gertz Manero para presentar una denuncia por la supuesta
omisión de cuidados de su hermano Federico en manos de su pareja, una señora
que hoy tiene 92 años.
El caso se
convirtió en una denuncia por homicidio tras la muerte de Federico Gertz,
semanas más tarde.
Y después el
propio Alejandro Gertz pidió a sus abogados que se denunciara a los agentes del
Ministerio Público que determinaron que no había delito qué perseguir.
Dos meses
después de que presentó la primera denuncia, en 2015, Coello Trejo designó
como abogados autorizados —y a nombre de Gertz Manero— a Juan Ramos López,
Hilario Sánchez Cortés, Gustavo Gutiérrez Calderón y Alfredo Ramírez Guerrero
para que colaboraran con su equipo en el caso. En ese status se mantuvieron los
siguientes años.
Hoy estos
últimos cuatro trabajan en la Fiscalía, bajo las órdenes de Gertz.
En diciembre
de 2018, cuando Gertz fue designado por el presidente Andrés Manuel López
Obrador al frente de la Procuraduría General de la República (PGR), Juan Ramos
llegó como director de la Oficialía Mayor. Y a esta misma área entraron Alfredo
Ramírez, Hilario Sánchez y Gustavo Gutiérrez, también abogados auxiliares de
Coello.
En
entrevista, Javier Coello Trejo dijo que nombró a Ramos y a los otros
abogados porque requería ayuda en el caso.
—¿Cómo se
coordinaba este equipo de abogados? Por una parte el de su despacho y por otra
parte el de Juan Ramos, ¿usted le daba órdenes a Juan Ramos o ellos trabajaban
directamente con el fiscal? —, se le cuestionó.
—No les
daba órdenes, yo no doy órdenes, yo coordino.
—Bueno,
¿coordinaba el trabajo de estos abogados?
—Sí, en
lo que era el caso estrictamente del asesinato de Federico Gertz Manero.
Como
encargado del despacho de la Subprocuraduría de Delitos Federales, Ramos
López hoy tiene la encomienda de investigar y perseguir a Emilio Lozoya,
defendido por el mismo Coello, por los presuntos sobornos que recibió de la
constructora brasileña Odebrecht y por la supuesta compra irregular de las
plantas de Agro Nitrogenados y Fertinal, cuando estaba al frente de la dirección
de Pemex.
Pero Ramos
no solo es el funcionario de mayor confianza de Gertz en la Fiscalía, también
es su apoderado legal desde el año 2010.
En
entrevista concedida para responder sobre estos nexos, Ramos desestimó que
exista un conflicto de interés, pues sostuvo que él y los funcionarios que
ahora son parte de la Fiscalía dejaron de participar en el caso de Federico en
diciembre de 2018:
—No
tenemos ningún problema, no es ningún delito ni ocultamos nada, todo es
público. Nuestra vida siempre ha sido pública y nunca hemos ocultado nada—,
dijo al teléfono el 21 de junio pasado.
—¿Hasta
cuándo han seguido ustedes el caso del hermano de Gertz y contra los agentes
del MP que lo indagaron? —, se le insistió a Ramos.
—Nosotros
lo llevamos hasta el último día de noviembre (de 2018), después, a partir de
diciembre ya lo llevan otros abogados.
—Hay
actualizaciones del expediente que muestran que hasta marzo siguen participando
en el asunto—, se le comentó.
—No, es
un abogado externo, ya no somos nosotros.
Fiscal y
abogado particular.
Quinto
Elemento Lab y Animal Político tuvieron acceso a documentos contenidos en
averiguaciones previas y sentencias judiciales que comprueban la
participación y presencia de Ramos en diligencias que tuvieron lugar este año
en la Procuraduría capitalina, aun cuando ya despachaba como director de la
Oficialía Mayor en la Fiscalía General.
La Ley
Orgánica de la Fiscalía General de la República prohíbe a su artículo 45,
fracción III, ejercer la abogacía a través de sí mismo o de “interpósita”
persona, es decir, a través de terceros. Incluso se trata de un delito
contemplado en el artículo 225 del Código Penal Federal.
Uno de los
documentos revela que Ramos fue citado en diciembre y acudió el 28 de enero
de 2019 a las oficinas de la Procuraduría de la Ciudad de México para
comparecer en la causa penal abierta contra los agentes del Ministerio Público
denunciados por las presuntas omisiones. En esa fecha, pasado el mediodía, en
su carácter de apoderado legal y denunciante, Ramos compareció voluntariamente
para ratificar la inconformidad contra los agentes.
Esa no
fue la única vez que acudió a la Procuraduría de la ciudad por el caso de
Federico Gertz. A principios de marzo pasado, Ramos López y otro de los
abogados autorizados por Javier Coello, —Alfredo Ramírez, hoy jefe de
departamento de la Oficialía Mayor de la FGR—, estuvieron presentes en el
interrogatorio que se realizó al médico Eduardo Perusquia, uno de los testigos
que declaró en el caso del hermano del fiscal general.
Aunque
Ramos no participó en el interrogatorio, un escrito presentado el 6 de marzo de
este año por la abogada de la contraparte muestra que se solicitó a los agentes
de la PGJCDMX que se hiciera constar la presencia de Ramos López y Alfredo
Ramírez, entonces abogados de Gertz. Ese mismo día, más tarde, otro de los
abogados de Gertz confirmó la presencia de Ramos y señaló que cualquiera de los
abogados coadyuvantes puede estar presente, aunque no intervenga.
Dichas
constancias contradicen lo asegurado por Ramos en entrevista con Animal
Político y Quinto Elemento Lab, sobre que su participación en el caso concluyó
en noviembre de 2018.
—Es a
partir del 1 de diciembre en que no intervienen para nada en el tema del
hermano. ¿Para nada? —, se le preguntó a Ramos.
—Así es,
—reiteró.
Los
documentos consultados para esta investigación muestran que fue hasta el 11
de marzo pasado cuando Gertz Manero presentó un escrito para revocar como
abogados a Juan Ramos López, Alfredo Ramírez y Gustavo Gutiérrez, y nombrar a
otro de nombre Roberto Gallardo, pero ello fue solo en el caso de la denuncia
contra los agentes del Ministerio Público.
En el
caso del hermano de Gertz, donde Ramos y los ahora funcionarios de la Fiscalía
fueron designados por Coello Trejo, no hay constancia de que sus nombramientos
hayan sido anulados, al menos hasta marzo pasado. Sumado a ello, hay un
elemento que sí liga a Ramos con el caso hasta la fecha.
El
departamento autorizado por los abogados en el caso de Federico Gertz y en el
que se siguen recibiendo las notificaciones del mismo, es propiedad de Juan
Ramos López. Una búsqueda en los registros catastrales de la Ciudad de México
arrojó que la cuenta predial de dicho inmueble declarado por Ramos en su
declaración patrimonial corresponde al mismo inmueble que recibe las
notificaciones judiciales.
Quinto
Elemento Lab y Animal Político acudieron al referido domicilio y confirmaron que
no hay ningún distintivo o anuncio que lo identifique como un despacho. Está
dentro de una unidad habitacional.
Cuando se
le cuestionó a Ramos por qué siguen llegando las notificaciones a su
departamento, respondió: “para no cambiar situaciones, ahí el abogado
(Gallardo) recibe todo, algunas veces va al despacho y hace sus escritos, ahí
hace todo para facilitarles las cosas, eso no genera ningún problema”.
—¿Pero
eso no puede interpretarse como que usted a través de otra persona continúa
ejerciendo la abogacía?
—No,
porque yo ya no intervengo en el asunto—, finalizó.
Declaración
de intereses en blanco.
Aunque la
ley obliga a los funcionarios públicos a revelar los intereses que por razón de
su cargo podrían entrar en algún conflicto, Juan Ramos López declaró que no
tiene ninguno, según la declaración de intereses que presentó el mes pasado.
El formulario
de la referida declaración pide, por ejemplo, incluir los poderes legales
que se ostentan. Ramos no consignó nada, pese a que en entrevista él mismo
reconoció que a la fecha sigue siendo apoderado legal de Gertz.
Los
documentos contenidos en la indagatoria contra los agentes de la Procuraduría
confirman que Gertz otorgó un poder general en diciembre de 2010 a Juan Ramos,
Gustavo Gutiérrez y Alfredo Ramírez, funcionarios de la Oficialía Mayor de la
FGR.
Con este
poder jurídico, los tres funcionarios pueden actuar, en cualquier momento, a
nombre de Gertz Manero, ya sea para presentar y ratificar denuncias penales,
para coadyuvar con el Ministerio Público o para constituirse en parte civil.
En su
declaración, Ramos tampoco asentó que tiene un despacho legal sobre el que
muy poco se sabe hasta la fecha, pues ni la Barra Mexicana de Abogados ni el
Ilustre Colegio Nacional de Abogados tienen registro de su existencia. Lo que
se conoce, según los antecedentes laborales de Alfredo Ramírez, jefe de
departamento de la Oficialía Mayor, es que éste trabajó de 2012 a 2019 como
abogado litigante en el despacho “Juan Ramos López y Asociados”.
Esto fue lo
que respondió Ramos cuando se le cuestionó sobre su despacho:
—¿Usted
tiene un despacho que se llama Ramos López y Asociados?
—Sí, pero
no tiene el nombre oficial.
—¿Pero sí
está constituido?
—No, es
un departamento que tengo que nada más lo puse para recibir notificaciones.
En opinión
de los especialistas consultados con motivo de esta investigación, Ramos debió
revelar en su declaración de intereses si estaba colaborando con algún litigio,
incluyendo el poder legal que le concedió Gertz y la recepción de
notificaciones judiciales en su domicilio.
Sin embargo,
consideraron que lo más delicado es que participó activamente, cuando ya era
funcionario de la Fiscalía, en diligencias a nombre de Gertz Manero como su
apoderado y denunciante. Esto podría ameritarle alguna responsabilidad
administrativa o penal por litigar siendo ya servidor público de la Fiscalía General.
Pablo
Montes, coordinador anticorrupción del IMCO, consideró que la dirección de
Asuntos Internos o el Órgano Interno de Control de la Fiscalía General deberán
iniciar una investigación para esclarecer la participación de Ramos en las
diligencias ante la PGJCDMX como funcionario público y si eso comprometió su
desempeño como funcionario.
Ramos
podría enfrentar una falta administrativa al no haber reportado sus conflictos
de interés, pero lo fundamental, insiste, es que como funcionario público
desempeña funciones de abogado particular que no son reportadas. “A final de
cuentas estaba trabajando para alguien siendo funcionario público, esto se
tiene que reportar en la declaración”.
La abogada
Estefanía Medina, fundadora de la asociación civil Tojil y exfuncionaria de la
Visitaduría General de PGR, coincide en que la unidad de Asuntos Internos
debe iniciar una investigación. En el caso de Ramos, la situación se agrava
porque litigó cuando la ley le prohíbe hacerlo como funcionario público, e
incluso pudiera tratarse de un delito.
Ramos,
por su parte, insistió en que no hay ningún conflicto de interés pues los
funcionarios que ahora son parte de la Fiscalía dejaron de participar en el
caso de Gertz en diciembre de 2018, “no tenemos ningún problema, no es ningún
delito ni ocultamos nada, todo es público. Nuestra vida siempre ha sido pública
y nunca hemos ocultado nada”.
Quinto
Elemento Lab y Animal Político solicitaron entrevista con el titular del Órgano
Interno de Control de la Fiscalía General para conocer si investigará al fiscal
Gertz ya que no hizo público su vínculo con Coello y, en el caso de Ramos, por
realizar diligencias en la denuncia personal de Gertz siendo ya funcionario
público. La oficina de Comunicación de la Fiscalía declinó responder a esta
solicitud.
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