Javier Risco.
La Guardia
Nacional acumula tareas que seguramente nunca imaginó. En estos primeros 11
meses de gobierno ha cateado usuarios del Metro, detenido migrantes en ambas
fronteras, ha sido desplegada por todo el país a petición de los propios
gobernadores, ha participado en operativos como la detención del hijo de El
Chapo, y, de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Gobernación fechado
el 29 de octubre, hará “acciones en zonas federales para realizar operativos de
revisión en los 56 aeropuertos del país y áreas de jurisdicción federal”, para
que ningún servicio de aplicación de taxi (Uber, Cabify, Beat) recoja pasaje.
La imagen
era impensable. Un chofer de algún servicio de taxi por aplicación recibe la
notificación de un usuario en la terminal 2 de la Ciudad de México; al llegar
al lugar es detenida por agentes de la Guardia Nacional en un operativo
ordenado por la Segob. El desenlace aún no estaba tan claro, ¿cómo procedía la
GN? ¿A dónde la llevaban? ¿Era una falta administrativa? ¿Su carro era llevado
al corralón? ¿El usuario también era responsable de la falta? Ocurrencias con
pintas de chantaje por parte de uno de los sindicatos más poderosos del país,
el de los taxistas.
El culebrón
sobre si esta información es falsa o verdadera surgió de la propia Secretaría
de Gobernación, la cual publicó un comunicado titulado “Propone Secretaría de
Gobernación foro nacional para homologar la regulación del transporte público
concesionado y servicios en aplicaciones”, donde sugería el uso de la Guardia
Nacional, como lo cité previamente. Después del escándalo, Ricardo Peralta
Saucedo, subsecretario de la Secretaría de Gobernación, tuvo que salir a
distintos medios de comunicación a negar la información de su propio comunicado,
y después, a través de Twitter, publicó: “Respecto a las versiones
periodísticas y que circulan en redes se anuncia: No existe ningún operativo
especial con #GuardiaNacional contra las aplicaciones que presten algún tipo de
servicio de transporte en zona federal. Las restricciones las señala la propia
ley #Uber #Cabify”.
Sin embargo,
no tardaron en responder los integrantes del Movimiento Nacional Taxista, al
señalar que los operativos en los 56 aeropuertos del país fue un acuerdo al que
llegaron antier con el subsecretario; de hecho, amagaron con protestas y
bloqueos viales en caso de que las autoridades no respeten el compromiso de la
realización de estos operativos.
Las mesas de
negociación en la Secretaría de Gobernación se están convirtiendo en un embudo
de acuerdos que no llegan a ninguna parte, sobre todo cuando se contradice lo
firmado a las pocas horas de haber sido publicado.
Con la
polémica de estos últimos días, lo único que queda expuesto es que el USUARIO
es el último pendiente tanto de la Segob como de los propios taxistas. En
ningún momento, en voz del propio Ricardo Peralta, se ha puesto sobre la mesa
el costo excesivo de las tarifas de taxis autorizados en los aeropuertos, o la
calidad del servicio. La principal queja del usuario es que un viaje que en
alguna aplicación de servicio de taxis sale en 180 pesos, en las tarifas de los
taxis concesionados se eleve hasta el doble, ¿cómo se llega a esa cifra? ¿Por
qué no podemos exigir una tarifa más justa? O la pregunta más lógica… ¿por qué
el usuario no puede tener la posibilidad de elegir qué servicio le conviene
más?
No, el
subsecretario ha dicho que ahora mismo la discusión se centra en las
aplicaciones y que en ningún momento se ha puesto sobre la mesa el servicio en
el aeropuerto.
A la Guardia
Nacional se le menciona a la menor provocación, a los taxistas se les da atole
con el dedo, a las aplicaciones se les da otro mensaje y al ciudadano se le
deja en el asiento trasero.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.