Martín
Moreno.
Mientras
López Obrador recurre a viejos trucos propagandísticos – “sacrificaron a
Jesucristo por defender a los pobres”, dice, comparando, de forma grotesca, al
cristianismo con la mal llamada Cuarta Transformación, y bajo un delirio
emocional, emulándose como el Jesucristo de nuestros días-, los cuadros
económico – financieros continúan disparando las alertas negativas para el
país.
Porque más
allá de las cortinas de humo que suele lanzar AMLO y en lo cual es un experto –
auto perfilarse como Jesucristo solamente es eso: un acto de distracción para
desviar la atención de lo verdaderamente importante -, en las últimas horas se
han dado a conocer las pérdidas brutales de las dos empresas estatales que por
décadas han sido soportes de la economía nacional y que, hoy por hoy, se hunden
irremediablemente entre sus pésimas administraciones y los chistoretes del
Presidente.
Sí, hablamos
de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE),
dirigidas – es un decir -, la primera, por el ingeniero agrónomo Octavio Romero
cuya vida profesional ha transcurrido entre ganaderos y no entre petroleros; y
la segunda, por el abogado Manuel Bartlett, cuyo desempeño político ha
fluctuado más entre tirar sistemas de cómputo para lograr fraudes electorales
(1988) y hacerse multimillonario con bienes inmuebles, que en estudiar y
conocer a fondo el complejo mundo de la industria eléctrica.
Un agrónomo
para Pemex.
Un abogado
para la CFE.
Y allí están
las consecuencias: ambas empresas están sumidas en el caos financiero más
fuerte de los últimos sexenios que, inclusive, amenaza su sobrevivencia.
Dejemos de
preocuparnos tanto porque AMLO se crea Jesucristo, Juárez, Cárdenas o lo que
quiera. Son, insistimos, únicamente distractores para la opinión pública.
Cierto: alertan – y eso no debe tomarse tampoco a broma ni mucho menos -,
ciertos delirios políticos provocados por el poder que desembocan, sin duda, en
evidentes desequilibrios emocionales que en un Presidente resultan más que
riesgosos. Ejemplos mundanos sobran: allí tenemos los desfiguros del “Loco”
Bucaram en Ecuador (fue destituido por incapacidad mental para gobernar), de
Maduro hablando con los pajaritos o de Evo Morales alegando que quienes comen
pollo se vuelven homosexuales. Por allí andamos en delirios.
Sin embargo,
lo que realmente debemos atender son las cifras económicas irrebatibles que han
marcado el fallido desempeño económico del Gobierno de AMLO, y que en esta
columna hemos dado cuenta en entregas recientes. Eso debe ser motivo de alarma
financiera. (A mayor detalle, consultar “Se dispara deuda, cae inversión;
“viene recesión”: Herrera). SinEmbargoMX / 9-octubre-2019).
Y hoy, es
Pemex y la CFE las que van en picada.
PEMEX.
Reportó una pérdida neta durante los primeros nueve meses de 2019, de 8 mil 982
millones de dólares, equivalentes a un… ¡663.8 por ciento más que los mil 176
millones de dólares del mismo periodo del 2018! De acuerdo al informe
financiero de la empresa enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y
difundido el lunes pasado, Pemex precisó que sus ingresos sumaron 55 mil 173
millones de dólares, un 14.9 por ciento menos que en lapso similar del año pasado.
Tan sólo en el trimestre julio-septiembre, Pemex reportó una pérdida neta de 87
mil 858 millones de pesos, frente a los 26 mil 770 millones de pesos que perdió
en ese mismo lapso del 2018. Además, Pemex tiene el nivel más bajo de reservas
en comparación a las grandes petroleras del mundo. El desplome en las finanzas
de Pemex se atribuye, de acuerdo a la propia empresa, a la devaluación del peso
y a la caída del precio del petróleo en los mercados internacionales. Aquí,
vale preguntar: ¿a cuál devaluación se refiere Pemex si según el propio
Presidente, el pesito mexicano está “fortachón” y no se ha devaluado? Lo
cierto, es que Pemex, la empresa soporte de la economía mexicana, está en caída
libre en el renglón financiero.
CFE. Durante
el tercer trimestre del año, la utilidad neta de la Comisión Federal de
Electricidad fue de 5 mil 29 millones de pesos, lo cual significó una caída del
73 por ciento respecto al resultado reportado un año antes, de acuerdo con el
informe que la compañía envió a la BMV.
En el
documento que entregó al mercado de valores, la empresa a cargo de Manuel
Bartlett Díaz no especificó los motivos por los que se reportó dicho retroceso,
aunque en el periodo de enero a septiembre, los resultados fueron mejores, pues
la pérdida neta ascendió a 30 mil 081 millones de pesos. (Alejandro Alegría La
Jornada / 25/ Octubre/2019).
Pemex y CFE,
en la lona.
Las malas
noticias económicas nunca llegan solas.
Durante
septiembre, las exportaciones totales del país registraron su mayor caída de
los últimos casi 4 años, al desplomarse en 5.21 por ciento. (Fuente: INEGI).
Y en el
mismo mes, las importaciones totales cayeron 1.8 por ciento, mientras que las
de bienes de capital lo hicieron en 13.5 por ciento, consecuencia del desplome
de la inversión productiva. (Fuente: INEGI).
Sigamos
hablando de tiquismiquis.
Sigamos
discutiendo banalidades.
Sigamos –
que nadie se queje entonces -, en picada económico – financiera.
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