AMLO
confronta a los medios una vez más y los reporteros lanzan batería de dudas y
le responden.
El
Presidente Andrés Manuel López Obrador confrontó esta mañana a la prensa luego
de que los reporteros exigieran más datos sobre el operativo fallido de
Culiacán, y la llamada “mañanera” se convirtió en un espacio de confrontación y
gritos.
El Jefe
de Estado reclamó a La Jornada, sin dar su nombre, por una foto en la que se ve
a un militar retenido por el Cártel de Sinaloa el 17 de octubre pasado. El
diario decía que se trataba de Ovidio Guzmán López. El mandatario lo usó como
ejemplo para descalificar a medios que, dijo, tuercen información. Pero la
reacción de los reporteros fue dejar los turnos para preguntar y lanzarse a
gritos a exigir respuestas a dudas sobre las lagunas en la cronología
presentada un día antes, donde no hubo oportunidad de plantearlas.
Algunos
periodistas se pusieron incluso de pie y le plantearon al Presidente que hubo
un vacío de información desde Palacio Nacional que dio paso a esos errores. La
Jornada ha sido considerado como un diario cercano al Presidente, dicho por él
mismo. López Obrador puso en pantalla, frente a todos, una copia de la portada
sin el logotipo, aunque las tipografías y el diseño, como pasa en todo el
mundo, son parte de la identidad de un medio. De inmediato se supo que la
crítica iba contra La Jornada.
El
Presidente también se incomodó con las preguntas de la periodista de la revista
Proceso. Y antes, fue confrontado por una reportera independiente –que publica
en Pie de Página– que le preguntó sobre los megaproyectos y el impacto negativo
en las comunidades indígenas. El Jefe
del Ejecutivo respondió a la reportera con un “no somos iguales”, que es
utilizado normalmente por él cuando se le cuestiona sobre ciertos temas en
donde podría caber la posibilidad de que su Gobierno actuara como los
anteriores. El líder de izquierda prometió un cambio y diferenciar su
administración de otras de los últimos 36 años.
López
Obrador agregó a Televisión Azteca en sus reclamos. Y, hablando en términos
genéricos, sugirió que los medios recurrían a la ficción y al amarillismo al
informar. Dijo que esperaba que saliera la serie en Netflix, una plataforma
digital que da prioridad a las historias justamente de ficción.
El
Presidente tomó un micrófono inalámbrico para hablar de la portada de La
Jornada. Se paró frente a la pantalla, y dijo: “Es que esto es importante
destacarlo. Porque ya basta de manipulación”. Mientras, un periodista le
reclamaba y se escuchaban rumores cada vez más fuertes.
“Claro
que vamos a garantizar las libertades hasta el exceso, pero también no se puede
estar apostando a la manipulación”, agregó.
Los
periodistas reclamaron que no hubo información el mismo día en que sucedieron
los eventos. El Presidente dijo que sí. Hubo un coro que rechazó su afirmación.
Luego le reclamaron las “mentiras” dichas por el Secretario de Seguridad
Ciudadana, Alfonso Durazo, quien dijo en su primer reporte que una patrulla
había sido agredida y que al repeler, fueron a una casa en donde se encontraba
el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Luego, otro
periodista fue más directo: “Es insostenible esa mentira, Presidente”, dijo.
López Obrador dijo que eso ya se había aclarado y que “no teníamos todos los
elementos”.
“La diferencia entre lo que estamos haciendo
ahora y lo que se hacía antes es que antes eran mentira sobre mentira. Y se
seguían. Y nosotros tenemos aquí el valor de decir: ‘nos equivocamos’. Y se
rectificó. Y lo más importante de todo, eso no lo van a reconocer nuestros
adversarios y sus voceros, y mucho menos los que tienen mentalidad autoritaria.
Lo más importante de todo es que se puso por delante la vida de las personas.
Se cuidó a la gente y se evitó una masacre”, dijo López Obrador.
–¿Quién
le mintió al Secretario Durazo? –dijo otro periodista.
–Él tenía
esa información originalmente –respondió AMLO.
–Con todo
respeto –insistió el reportero–, ¿quién le mintió al Secretario para que
saliera a dar ese mensaje?
Durazo
intentó dar una respuesta.
–¿Cuál pieza
del Cártel de Sinaloa negocia con las fuerzas federales?
–Ninguna.
Ninguna. Pero si Azteca quiere poner eso, que lo ponga –respondió el
Presidente,. ya muy molesto.
–No,
Presidente. No es un asunto de Televisión Azteca y mucho menos un asunto de
Hechos.
El
Presidente lo interrumpió. El reportero respondió: “Bueno, perdón la duda…”
López
Obrador dijo: “Son asuntos muy serios que requieren de responsabilidad y no
se puede por el amarillismo el poner en tela de juicio una acción tan
importante que es un parteaguas en lo que era una política autoritaria, que
nunca fue cuestionada por los medios, con honrosas excepciones, que fue
aplaudida por los medios; una política que desató la violencia en México porque
se declaró una guerra y causó miles de muertos y convirtió a México en un
cementerio, a este parteaguas que es exactamente lo opuesto: el ya no apostar a
la violencia, el no apostar al exterminio…”.
Luego se
dieron más dudas. El Presidente pidió retomarlas al día siguiente. Y así
terminó la “mañanera”.
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