Por Milton
Martínez.
El titular
de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón,
suspendió el nombramiento de Víctor Alberto Barreras Castro como cónsul
mexicano en Las Vegas, Nevada, por una investigación penal en su contra
iniciada en enero de 2011, cuando se le acusó de sostener relaciones sexuales
con una menor de edad.
En ese
entonces la joven de 14 años aceptó que tuvo relaciones sexuales de manera
consensuada con Barreras Castro, según el proceso penal 141/2011. Al acusado se
le dictó auto de formal prisión por la comisión del delito de estupro.
El caso fue
resuelto y firmado por Octavio Castrejón Martínez, juez Cuarto de Primera
Instancia de lo Penal del Distrito Judicial de Cajeme, Sonora, el 18 de mayo de
2011.
El
canciller informó que giró una orden para que el Comité de Ética de la SRE
verifique la investigación presentada en primera instancia por Marco Antonio
Duarte Vargas, director del portal de noticias Ciudad Obregón Sin Censura, que
derivó en el reportaje de Dolia Estevez para Sin Embargo.
A través de
su cuenta particular de Twitter, el titular de la Secretaría de Seguridad y
Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño, respaldó la decisión del
canciller y giró instrucciones para que “los órganos correspondientes de la
SSPC apoyen sin reservas al Comité de Ética de la SRE”.
La denuncia,
en poder de apro, describe a detalle el ultraje que Víctor Barreras perpetró
contra la menor.
En esa época
el sentenciado tenía 24 años de edad y se desempeñaba como maestro de inglés en
la Escuela Secundaria Técnica #56, ubicada en la colonia Miravalle de Ciudad
Obregón.
La agraviada
describió que a principios del ciclo escolar 2010-2011 Barreras Castro llegó
como maestro sustituto de inglés, y al momento de presentarse al grupo les
ofreció su cuenta particular de Facebook, bajo el nombre de “Víctor Barreras”.
Declaró a los
ministeriales que el maestro “les daba mucha confianza y les hablaba de tú”, y
luego, cuando se volvieron “amigos” en la red social, ella comentaba las
fotografías del educador, porque frente al grupo aseguraba que “no tomaba y se
cuidaba mucho”, pero en las imágenes que el maestro compartía, la mayoría de
las veces aparecía consumiendo bebidas embriagantes.
En diciembre
de 2010, el profesor les anunció que su interinato habría de concluir en esos
días, y fue entonces que las charlas entre el adulto y la menor se trasladaron
al “messenger” de Facebook.
Ya en la
sala de chat privado, el docente preguntó a la joven si le parecía atractivo, a
lo que ella le contestaba que “se le hacía guapo”.
Con el paso
de los días las conversaciones se tornaron más personales, sobre todo íntimas.
Él se decantaba por sostener una relación con la joven y ella sólo lo tomaba a
broma.
Después,
Víctor empezó a llamarla “guapa” o “güerita”, la acosaba con la idea de que
fueran novios “pero sin serlo”, con la promesa de que cuando cumpliera la
mayoría de edad, se lo dirían a sus padres.
El 3 de
enero de 2011, Víctor le propuso verse en la estación de camiones, junto al
fraccionamiento Misión del Real, donde la esperó a bordo de su automóvil Altima
blanco. Cuando la víctima arribó, éste condujo con dirección a Navojoa, Sonora,
a las afueras de la ciudad, donde en un improvisado paraje se detuvo para besar
a la joven.
De acuerdo
con lo descrito por la afectada, esa fue la primera ocasión que un hombre la
besaba en la boca.
Tres días
después, el 6 de enero, volvieron a contactarse por la red social y el
inculpado insistió en sostener un nuevo encuentro furtivo con ella, con el
añadido de que en esta ocasión tuvieran relaciones sexuales.
La niña
accedió a intimar, pero en todo momento expresó su temor a tener ese encuentro
sexual. El 7 de enero, al mediodía, el maestro sustituto pasó por la
adolescente en el mismo lugar del primer día, en la estación de camiones que se
encuentra junto a una gasolinera, y de allí se la llevó a una casa en Pueblo
Yaqui, en el área rural de Ciudad Obregón, Sonora.
Llegaron a
la vivienda y de inmediato se introdujeron en uno de los cuartos. Platicaron 10
minutos y posteriormente él empezó a besarla en la boca y le quitó la ropa.
Cuando ambos quedaron totalmente desnudos, “la besó en la boca, en los pechos,
el abdomen y la vagina”.
Cita la
denuncia: “(Víctor) se puso un condón, la acostó y se subió arriba de ella, le
abrió las piernas con las manos y la penetró”.
La
agresión habría pasado inadvertida, pero la madre de la adolescente la
descubrió. Los padres interpusieron la denuncia respectiva.
Según el
resolutivo, la menor presentó un “desgarro” del himen por “penetración de
cuerpo extraño”, que se anexó a un dictamen ginecológico.
También
presentó “secuelas emocionales a consecuencia de la agresión sexual
experimentada” y se estableció que fue víctima de “seducción”, en el entendido
legal de la maliciosa conducta lasciva por el agente activo del ilícito,
“encaminada a sobreexcitar sexualmente a la mujer o bien el halago hacia la
misma, destinado a vencer su resistencia síquica o moral”.
Bajo este
último argumento legal se le fincó la responsabilidad a Víctor Barrera.
Sin embargo,
la SRE no encontró antecedentes penales, debido a que el victimario llegó a
un acuerdo reparatorio con los familiares de la víctima.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.