Javier Risco.
Son dos
cartones del caricaturista de La Jornada, Antonio Helguera, los que han
dibujado de manera nítida lo que significa Morena en estos tiempos de la
llamada cuarta transformación. En el primero aparece el empresario y líder de
la Coparmex, Gustavo de Hoyos, junto a Carlos Salinas de Gortari y Felipe
Calderón diciendo “¿Cómo no nos habíamos dado cuenta de que la verdadera
oposición es Yeidckol Polevnsky?”; en el otro aparece solo el expresidente
Felipe Calderón invitando a unirse a la ciudadanía no a su movimiento México
Libre sino “al Morena de Yeidckol”, y dice la caricatura de Calderón “Hay que
reconocer que es la mejor oposición a la 4aT”.
Morena hoy
tiene dos dirigencias nacionales, una establecida por el VI Congreso
Extraordinario del partido y otra que reclama la militante Yeidckol Polevnsky.
La presidencia transitoria designada en el Congreso seleccionó al diputado
federal Alfonso Ramírez Cuellar como la figura que dará certidumbre y orden al
partido. Yeidckol tiene otros datos, no sólo no lo reconoce, sino que lo acusa
de ilegal. Polevnsky asegura que Ramírez Cuellar seguramente desconoce la ley y
lo dictado por el propio Tribunal Electoral y señala que el único órgano dentro
del Movimiento de Regeneración Nacional que puede poner presidentes es el
Comité Ejecutivo Nacional, en fechas establecidas; para ella es una presidencia
interina de papel, lo que en el argot presidencial se llama 'espuria'. Yeidckol
ha salido en todos los medios a decir que “la unidad en el partido y el apoyo
al presidente López Obrador son el camino”; Bertha Luján, presidenta del
Consejo Nacional de Morena, otro de los órganos de dirección del partido,
publicó en Twitter: “Logramos quórum para instalar la Sesión del VI Congreso
Nacional Extraordinario con representación de las entidades del país, comités
estatales, integrantes del CEN, Consejeros Nacionales y más de 1,310
Congresistas Nacionales. ¡Morena va!”. El partido en el poder es uno de los dolores
de cabeza del Ejecutivo, el Presidente incluso ha amagado con salirse del
movimiento que él mismo fundó y está consciente que ante la ausencia de un
líder real en el partido todos jalan de acuerdo a sus intereses; la disciplina
partidista de Morena es una calca de la decadencia perredista de la cual fuimos
testigos los últimos cinco años, son las nuevas tribus, los que no saben cómo
cerrar filas.
De la
verborrea de los últimos días, hay una declaración que destaco sobre el futuro
del mapa político en este país, tenemos que quitarnos de la cabeza que el poder
en 2024 se va a disputar entre los jugadores que actualmente conocemos, la
oposición no vendrá desde el PRI, PAN o Movimiento Ciudadano, la lucha en los
próximos años será por el 'mejor' proyecto de continuidad. Será Morena el
semillero de varios partidos con fuerza y dinero que se disputarán el favor
presidencial en unos años y así lo empieza a pintar la propia Yeidckol
Polevnsky: “Nosotros tenemos un partido exitoso y grande porque Andrés Manuel
fue el fundador y es el que lo ha hecho de ese tamaño y eso ha despertado la
ambición a otros que YA están haciendo partidos, ya hay uno que le pusieron de
nombre 'La Cuarta Transformación', imagínate el plagio, ese lo está haciendo
Moreno Brizuela y el otro que se llama 'Fuerza Social por México', lo está
haciendo el compadre de Ricardo Monreal, Pedro Haces. ¿Y sabes cómo llegan a la
militancia de Morena? Los convocan y les dicen que Morena no es partido y que
AMLO los mandó a formar un partido, sólo los engañan”.
Así se van
formando estos grupos, Los Morenitos, apréndanse los nombres y el génesis de
sus fundadores, las influencias y los intereses, la batalla de 2024 no será de
los grandes partidos de la oposición, 'moralmente derrotada', será la lucha de
un partido que hoy, a menos de 14 meses de llegar al poder, se sigue
desbaratando. Bien lo dice Helguera, la nueva oposición.
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