En la jornada más extenuante desde
que iniciaron las exhumaciones realizadas en las fosas de la Fiscalía de
Morelos ubicadas en Jojutla, los equipos periciales recuperaron ocho cuerpos,
entre ellos el de un menor de edad de aproximadamente tres años.
Hasta el
momento, con cifras extraoficiales, el
número de cuerpos que se han exhumado desde el 21 de marzo es superior a los
70, a pesar de que la Fiscalía estatal había asegurado que sólo habría 35 y que
contaba con sólo 25 carpetas de investigación.
Entre los
hallazgos se han encontrado
irregularidades y anomalías similares a las de Tetelcingo: cuerpos sin
necropsia, sin carpeta de investigación y con huellas de malos tratos y
tortura.
Los trabajos
reiniciaron este miércoles alrededor de las ocho de la mañana y, a diferencia
de los días anteriores, la exhumación avanzó de manera más expedita.
Fueron exhumados ocho hallazgos, es
decir, embalajes que contenían al menos un cuerpo, pero en algunos de ellos se
descubrieron partes de otros cuerpos, lo que no pudo ser explicado por la
Fiscalía.
De acuerdo
con los testimonios de personas que se encuentran en la “zona cero”, los cuerpos que se exhumaron en esta
jornada correspondían a carpetas de investigación de 2007, 2006 e incluso uno
de ellos de 2005, y de forma sorprendente estaban en un mejor estado de
conservación que los anteriores.
El trabajo
ha sido muy lento, en comparación con las primeras etapas de 21 de marzo y 3 de
abril pues, como explicó una de las observadoras de los colectivos de
familiares de víctimas, la antropóloga está haciendo su labor de manera
minuciosa para delimitar la fosa y descubrir los cuerpos.
La fosa ha
sido ampliada en su diámetro y hasta el momento tiene una profundidad cercana a
los tres metros. Los cuerpos descubiertos durante la primera etapa estaban
acomodados en pisos diferenciados por placas de triplay, mientras que a partir
de la segunda y tercera etapa carecen de distribución lógica.
Esto ha
dificultado la tarea de exhumación, pues los equipos forenses han tenido que
colocar láminas de madera para luego desgajar las propias paredes de la fosa,
con el objetivo de ampliar el perímetro e ir descubriendo los cuerpos que se
encontraban parcialmente enterrados en las paredes de la propia fosa.
De acuerdo con los testimonios
recabados, pasadas las 18 horas de este miércoles todavía eran visibles entre
cinco y seis embalajes más, aunque como lo mencionaron las mismas personas
consultadas, “no sabemos lo que haya debajo”.
Los pronósticos más optimistas
establecen que este jueves 27 podrían concluir los trabajos de exhumación de
los embalajes visibles y, al final de la jornada, se realizarían pozos de
sondeo de hasta un metro para determinar si hay más cuerpos.
En caso de que así sea, el viernes
próximo se estarían trasladando los cuerpos para ser reinhumados en las gavetas
del panteón privado de Cuautla, Jardines del Recuerdo.
Se ha
anunciado que este jueves acudirán a las fosas observadores de derechos humanos
de la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, para
dar cuenta de lo que ocurre, y como lo hicieron en Tetelcingo, acompañar el
proceso iniciado por los colectivos de familiares de víctimas.
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