Dolia
Estévez.
Lo bueno de
los primeros 100 días de Donald Trump—a cumplirse este sábado—es que seguimos
aquí. Lo malo, que no sabemos por cuanto tiempo. Trump bombardeó Siria mientras
comía pastel de chocolate. Demostró su irreverencia hacia el uso de la fuerza.
Tres veces China le ha tenido que pedir contener su impulso por pulverizar a
Norcorea. Kim Jong-Un y Trump son tal para cual. Megalómanos. El mundo seguirá
en vilo. Inmerso en la incertidumbre de una guerra en ciernes de alcances
inimaginables.
No voy abordar
los caóticos primeros 100 días de Trump que, pese a ser una marca artificial,
están siendo objeto de prolíficos comentarios y sesudos análisis. En lugar,
vaticinaré sobre qué le depara a México en los siguientes 100 días.
–La
incertidumbre en torno al futuro del TLCAN seguirá sacudiendo los mercados y la
divisa mexicana. El inicio oficial de la renegociación del TLCAN no se dará
hasta que empiece el conteo de los 90 días que marca el fast track a partir de
la fecha en que el Congreso sea notificado por la Casa Blanca. Esto podría
ocurrir en el corto plazo. EU tiene la sartén por mango. Trump amenazó esta
semana con abandonar el TLCAN si México y Canadá no ceden a sus demandas. La
agresiva táctica negociadora funcionó. Enrique Peña Nieto y el primer ministro
de Canadá Justin Trudeau le llamaron para convencerlo que no se saliera. Trump
aceptó, “por ahora”, pero amenazó: si el convenio no es “justo” para EU,
sepultará al TLCAN. Trump no quiere negociar, sino someter.
–La construcción
del detestado muro fronterizo no se iniciará. Los demócratas en el Congreso
rechazaron la petición de Trump de autorizar mil 400 millones de dólares para
empezar la obra, estimada en 22 mil millones de dólares. La Casa Blanca
retomará la pelea por los fondos en el marco del presupuesto federal 2017-2018
en septiembre. Mientras, Trump puede resucitar la idea de cobrarse a lo chino
confiscando remesas. Twitter: “Tarde o temprano, en un momento posterior…
México pagará, de alguna forma…”. La “idea idiota” del muro (The New York Times
dixit) seguirá viva hasta que Trump consuma su obsesión.
–La puntada
para que el El Chapo pague por el muro no prosperará. La llamada “Ley El
chapo”, presentada por el senador texano Ted Cruz, no tiene apoyo en el
Congreso. Es posible que El Chapo sea multimillonario, pero su fortuna no llega
ni remotamente a los 14 mil millones de dólares que Cruz busca requisarle para
financiar un muro que 67% de los estadounidenses rechazan.
–Peña Nieto no será invitado a
Washington. Sabido es que el mexicano ansía ser recibido en la corte del
autócrata, pero no complacerlo ayuda a mantenerlo alineado y sumiso. Trump ha invitado a la Casa Blanca
a más de una docena de jefes de Estado de Europa, Asia, Medio Oriente y las
Américas. Ya recibió a Pedro Pablo
Kuczynski de Perú y Mauricio Macri de Argentina, así como a Trudeau de Canadá.
En tiempos normales, los líderes de México y Canadá hubieran sido los primeros.
La visita del canadiense fue bofetada doble para Peña.
–Escalarán
las presiones para que el Ejército y la Marina asuman el liderazgo del combate
a los carteles e inmigrantes centroamericanos. Los altos mandos militares de
EU, México y Centro América se reunieron a puerta cerrada esta semana en
Cozumel con ese propósito. Trump tiene un arma poderosa para lograr ese
despropósito: reiterar su amenaza de tropas a México si los militares resisten
involucrase de lleno en la guerra a los “bad hombres” de la región.
–El esperado
juicio de El Chapo Guzmán en Nueva York podría iniciarse. Se espera que el 5 de
mayo El Chapo vuelva a comparecer. La fiscalía ha estado desahogando pruebas
que consisten en decenas de miles de documentos y miles de horas de escuchas.
¿Revelará El Chapo los nombres de los narco políticos cómplices de su imperio
criminal? Es la pregunta de los 60 mil.
–Italia
extraditará al ex gobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington a EU. Eugenio
Hernández, a quien se vio desplazarse con guardaespaldas pagados por el
gobierno estatal pese a ser fugitivo de la justicia de EU, podría ser detenido
para efectos de extradición. Hernández está acusado en Texas de lavado de
dinero y fraude bancario.
–Aumentarán
las deportaciones de indocumentados con o sin antecedentes penales. De darse
más casos de “dreamers” acusados de transgredir la ley, escalará la presión de
los racistas, liderados por el Procurador Jeff Sessions, para que Trump revoque
la orden ejecutiva de Barack Obama otorgándoles alivio migratorio. Sin ella,
600 mil hijos de indocumentados que llegaron a EU siendo menores de edad quedarían
a merced de las redadas de Trump.
–Repuntará
el regreso de mexicanos. La persecución de autoridades policiacas con cheque en
blanco aumentará el pánico entre las comunidades migratorias para las que el
“sueño americano” se volvió pesadilla.
Contrario a
lo que dice el gobierno de Peña Nieto, Trump no ha moderado su posición. Es el
bravucón, prepotente, imprudente e ignorante de siempre. Cien días menos, mil
360 por recorrer. Toco madera.
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