Los organismos de seguridad y de la
delincuencia actúan unidos contra movimientos sociales y la insurgencia,
incluso podría ser también en el caso de los estudiantes de la Normal Rural de
Ayotzinapa, consideró el maestro David Fernández Dávalos, rector de la
Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Precisamente
al referirse al caso de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en
septiembre de 2014, Fernández Dávalos
fue contundente: es una “mentira histórica” del gobierno, por muchas razones.
“El gobierno había tratado de engañar
a las víctimas y a los familiares. Después viene el informe del GIEI (Grupo
Interdisciplinario de Expertos Independientes), que tumba la versión fabricada,
esta ‘verdad histórica’, y nos hace caer en la cuenta de que es una ‘mentira
histórica’”, soltó
el rector.
En la
presentación del libro “Ayotzinapa. Mentira histórica. Estado de impunidad,
impunidad de Estado”, del periodista y colaborador de Proceso, Témoris Grecko,
el rector platicó sobre el los hechos de 2014 en Iguala, Guerrero.
“La primera parte (del texto) nos
ofrece un recorrido por lo que el autor llama ‘el pentágono de la amapola’.
Allí nos revela que la región igualteca era especialmente propicia para que se
cometieran los crímenes a los que nos referimos. En esa región del país se
produce el 42% de la amapola nacional”, relató el maestro.
En un
comunicado, la Ibero destaca los plasmados por Grecko, por ejemplo, que desde el 2011 el de amapola es el mayor
cultivo ilegal en México y origen de la industria de la heroína, con valor
estimado entre 12 mil y 17 mil millones de dólares anuales.
Asimismo,
que Guerrero es con mucho el primer
productor del continente americano, con una ventaja tan grande que produce 12.5
veces más de lo que el siguiente país productor: Colombia.
En su obra,
el periodista formula muchas preguntas, entre otras: por qué no actuaron las fuerzas federales; quién desapareció los
videos del puente del Chipote; por qué evadió la PGR seguir la línea de
investigación de Huitzuco; por qué se han esforzado en ocultar lo sucedido con
el quinto autobús; por qué faltan casi todas las videograbaciones de Iguala y
de la comandancia, y de otras sólo hay fragmentos.
Por qué no intervino el Ejército en
apoyo de los atacados; por qué la versión de los militares cambió después a una
que demuestra todavía menor preocupación por los civiles; qué órdenes recibió
el comandante del batallón de su superior, el comandante de la zona militar;
por qué la PGR desligó del caso los bloqueos de Sabana Grande y de Mezcala; por
qué difundieron de inmediato las fotos de Julio César destazado de la cara y la
versión de que fue desollado.
La
conclusión a esas preguntas está en la cita que el rector hace de un fragmento
de la obra de Grecko:
“La investigación judicial más
importante de la historia reciente de México, la que debió ser realizada de la
forma más honesta y profesional, fue convertida en un engaño tan grande como
torpemente contado. Un engaño en el que se acrecienta la importancia de lo que
se quiere ocultar; las líneas rojas que las autoridades han defendido como las
murallas de un convento medieval”.
El rector
afirma que el tema de Iguala es distinto de otros: “pero en esta ocasión (Ayotzinapa) ya no fue posible que comulgáramos
con una rueda de molino. ¿Por qué?, porque eran una serie de desapariciones, y
la desaparición se puede revertir; no así la muerte”.
Segundo: “porque en la ciudadanía había un
sentimiento poderoso de querer cambiar el destino y la urgencia de actuar de
inmediato. Las víctimas eran estudiantes pobres de la sierra, muchos de ellos
indígenas con los que la nación tiene una deuda que no ha querido pagar. Los
crímenes no habían sido cometidos en la clandestinidad por un grupo
desconocido, sino en el centro de una ciudad, por la policía, a lo largo de horas
y bajo la mirada del Ejército”.
Y
finalmente: “los alumnos de Ayotzinapa
son un grupo organizado, activo, aguerrido, largamente vinculado a otras redes
similares, lo que les concedió una importante capacidad de convocatoria y de
movilización. Esto hizo que Ayotzinapa prendiera rápidamente en el ánimo
ciudadano del país, y no fuera posible aceptar la hipótesis presentada por el
gobierno”.
El rector resaltó que para Grecko las cuestiones
candentes que el gobierno ha evitado pueden ser reunidas en seis temas: el
imperio criminal de Guerreros Unidos en la región, la complicidad policiaca
estatal y federal, la complicidad militar, el pentágono de la amapola, la
industria de la heroína y el destino del dinero sucio.
Fernández
Dávalos reconoció el compromiso del periodista en temas de justicia y derechos
humanos: “escribió su texto de manera
objetiva pero no imparcial por estar del lado de las víctimas; y calificar a su
libro de incisivo, lúcido, profundo y documentado, el maestro recomendó la
lectura de Mentira Histórica ‘para entender no sólo el tema de Ayotzinapa, sino
en mi opinión, el funcionamiento del Estado mexicano hoy. Como he dicho en
otras ocasiones, los hechos de Iguala nos pueden revelar, nos revelan de hecho,
lo que está ocurriendo en el país’”.
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