martes, 3 de diciembre de 2019

AMLO a Trump: abrazos, no cañonazos.


Dolia Estévez.

Si bien Trump desde los albores de su presidencia ha estado tentado a usar el poderío militar estadounidense contra los carteles mexicanos, bajo la premisa de que el Gobierno de México no puede con ellos, su reciente declaración de que va a etiquetarlos como grupos terroristas, lo que permitiría activar el uso de la fuerza, provocó el fuerte rechazo de México.

“Extranjeros armados no pueden intervenir en nuestro territorio”, dijo López Obrador en la mañanera del viernes. En el “remoto caso” de que Trump buscará intervenir militarmente para combatir al crimen organizado, “México recurrirá a las leyes internacionales”, advirtió. AMLO consideró “improbable” que Trump vaya tan lejos.

Marcelo Ebrard adelantó que el Procurador, William Barr, visitará la Ciudad de México esta semana para hablar sobre las intenciones de Trump.

No está claro si, como dijo Trump en la entrevista con el antimexicano Bill O´Reilly, el tramite para designarlos se inició hace tres meses. Nadie en esta capital parece saber de qué está hablando el Presidente. El Departamento de Estado, a cargo de elaborar el listado de Organizaciones Terroristas Internacionales (ITO), bajo la Ley de Inmigración de 1965, declinó comentar.

Para que sean incluidos en el listado, el Departamento de Estado, en colaboración con los departamentos de Justicia y Tesoro, debe evaluar si los carteles cumplen el criterio jurídico en la legislación. De ser así, el Departamento de Estado procede a notificar al Congreso su intención. El Congreso, a la vez, cuenta con un período de siete días para revisarla, al cabo del cual se publica en el diario oficial. El trámite tarda entre seis meses y un año.

Para ser etiquetados, los grupos deben ser entidades extranjeras que realizan actividades terroristas y amenazan la seguridad de ciudadanos estadounidenses y de Estados Unidos. Trump considera que los carteles mexicanos llenan el requisito, ya que, según dijo en la entrevista con O’Reilley, son responsables de la muerte de 100 mil drogadictos estadounidenses al año. Una aseveración infundada.

La designación autoriza al Gobierno estadounidense a imponer una serie de sanciones contra los grupos como confiscar y bloquear sus finanzas, prohibir a empresas comerciales y a personas morales darles apoyo material, además de impedir el ingreso de sus miembros a Estados Unidos

También autoriza el uso de medios más agresivos de combate bajo la Ley sobre el Uso de la Fuerza Militar aprobada en 2001 para confrontar a los atacantes del 11 de septiembre. Dicho de otra manera, la designación puede servir de justificación para intervenir unilateralmente sin la autorización explícita del Congreso en países donde existen grupos catalogados de terroristas.

Actualmente hay 68 grupos que han sido designados como terroristas. La mayoría son islámicos y la minoría agrupaciones políticas e ideológicas. Entre estas destacan ETA de España, el ELN y las FARC de Colombia, el Frente Popular para la Liberación de Palestina, Sendero Luminoso del Perú y grupos separatistas irlandeses.

Los mexicanos serían los primeros carteles del narcotráfico en aparecer en el listado terrorista. Jason Blazakis, ex director de la Oficina de Finanzas, Contraterrorismo y Designaciones del Departamento de Estado, considera que, si bien los carteles mexicanos cumplen en general la definición legal para ser designados, hacerlo abre la puerta para incluir a muchos otros grupos y diluir la atención en las amenazas del extremismo internacional que buscó el Congreso en 2001. “Por así decirlo, la lista terrorista se vuelve menos una lista de terroristas” (The New York Times 28/11/2019).

Debido a las severas consecuencias económicas, comerciales, financieras, políticas, de seguridad y culturales que la medida tendría en las relaciones con México, coincido en que es poco probable que Trump vaya a cumplir su amenaza. Más bien creo que fue algo que se sacó de la manga para quedar bien con O’Reilly quien, cabe señalar, lo indujo a responder como respondió cuando le preguntó por qué no ha designado a los carteles mexicanos siendo que Estados Unidos declara la guerra y usa drones en situaciones menos sanguinarias.

Es difícil saber a ciencia cierta las intenciones de Trump. Sabido es que no consulta o piensa antes de hablar. Todo lo que dice obedece a intereses políticos o personales. Habla por instinto. Es impulsivo. Dice lo que cree quieren oír sus seguidores y la cadena Fox. Sea como sea, sirvió para enviar mensaje a México: Si no quieren que intervengamos, reduzcan la violencia y la inseguridad. Muestren resultados.

El Gobierno de Trump y el Capitolio han expresado reiteradamente su inconformidad por la ausencia de una estrategia integral y coherente que haga frente a la creciente amenaza del crimen organizado. La situación de inseguridad y el número de homicidios en México está peor ahora que antes. La masacre de mujeres y niños mormones en Sonora es sólo el ejemplo más descarnado de lo que ocurre diariamente. Muchos atribuyen el fracaso a la política de “abrazos no balazos” de AMLO.

El temerario amago de Trump pondrá presión al Gobierno de López Obrador para forzarlo a dar un golpe de timón que lleve a una mayor cooperación con las agencias policiacas, de inteligencia y militares de Estados Unidos. A eso va Barr a México.

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