Martín
Moreno.
Primero,
fueron las políticas socializantes del Gobierno de López Obrador: sin
crecimiento económico, aniquilar las inversiones, acabar con la confianza
empresarial, regalar dinero sin generarlo, no crear empleos, desprecio a
pequeñas y medianas empresas, atacar al sector privado, acabar de destruir a
Pemex. El resultado: 0 por ciento de crecimiento en 15 meses de Gobierno.
Segundo, el
desplome en los precios internacionales del petróleo que terminó por arruinar
las débiles finanzas de nuestro país.
Tercero, el
coronavirus que llevó a la recesión mundial. (En la praxis, México ya estaba en
recesión económica desde el arranque del año, al no crecer durante tres
trimestres consecutivos, según los reportes del Inegi).
Hoy por hoy,
el pronóstico global es que la economía mexicana caerá entre -4 y -7 por
ciento.
Es decir,
2020 será otro año perdido en lo económico para los mexicanos. Sí, como el
2019: sin crecimiento. Así concluirá el primer tercio del sexenio de AMLO: con
cero crecimiento financiero.
Y durante
2021, 2022, 2023 y 2024, México necesitaría crecer, al menos, al 1 por ciento
cada año para emerger y llegar así…¡al cero por ciento inicial que registró en
2019! Es decir: a su nivel de arranque, si la economía se desploma en -4 por
ciento. Saldría tablas.
¿Pero qué
pasa si se derrumba en -7 por ciento, como lo pronostica JP Morgan?
Pues aun
creciendo a un ritmo del 2 por ciento anual durante cada uno de esos cuatro
años restantes, apenas alcanzaría un crecimiento promedio sexenal del…¡1 por
ciento!
Ya ni hablar
de crecer al 3 o 4 por ciento anual. Imposible, al menos, con el tipo de
Gobierno que seguirá practicando López Obrador: con desprecio absoluto a la
inversión privada, a la generación de empleos útiles, al apoyo a las empresas.
AMLO no cambiará. Continuará con la política económica – por llamarla de alguna
manera-, de regalar dinero vía programas sociales para mantener aceitada a su
base electoral. Dinero a cambio de votos para 2021 y 2024. Pero es dinero que
no se genera con productividad, sino que sale de los impuestos y de los fondos
de emergencia financiera que este Gobierno está agotando de manera alarmante.
Así no se puede aspirar a un crecimiento sostenido.
Aún más: de
acuerdo al reporte de la OECD del pasado 2 de marzo, durante la primera mitad
del sexenio de AMLO, el país solamente crecerá –es un decir -, en 0.66 por
ciento en promedio anual. Nada, pues.
Así que no
es cuestión de odios ni de fanatismos. No va por ahí.
Es un asunto
estrictamente de cifras, de políticas económicas y de escenarios financieros.
Y esos
parámetros nos indican que, al menos en materia económica, el sexenio del señor
López ha concluido.
Se terminó.
Las cifras
no mienten: México está al filo de la quiebra financiera.
La pésima
conducción económica del Gobierno de AMLO por cuestiones ideológicas, políticas
o de capricho – como sea-, llevaron al país a la recesión en solo 15 meses de
la mal llamada Cuarta Transformación.
Luego, llegó
el desplome petrolero. Y el coronavirus. ¡Y sálvese quien pueda!
AMLO.
Petróleo. Coronavirus. Una mezcla dolorosa para los mexicanos.
Aquí, las
cifras irrebatibles. Que desalientan. Y que preocupan profundamente al corto,
mediano y largo plazo:
JP Morgan
advierte que la economía mexicana caerá, en la actual crisis, en un -7 por
ciento. Similar al 2009 (-6.5 por ciento), cuando reventó la crisis
inmobiliaria que llegó desde Estados Unidos y que quebró a economías enteras,
como las de España y Grecia. Citibanamex había pronosticado desplome del -4 por
ciento. Es decir: hundirnos aún más en el agujero del no crecimiento.
Standard
& Poor´s degrada financieramente a México, reduce un grado su deuda
pública, rechaza las políticas económicas del Gobierno y ahora estamos a un
escalón de perder el grado de inversión como país. ¿Qué significaría ello? Casi
nada: anunciar que deben retirar su dinero de México por insolvente.
Bank of
America estima también un desplome del -4 por ciento para la economía mexicana
en 2020.
Tan sólo en
el segundo trimestre del año, JP Morgan espera una caída económica en México
del… ¡15.5 por ciento!
Petróleos
Mexicanos (PEMEX), perdió durante 2019 – primer año de Gobierno de López
Obrador-, cerca de…¡35 mil millones de dólares!, equivalentes a 658,130
millones de pesos. “De PEMEX yo me encargo”, solía decir AMLO desde su campaña
presidencial en 2006. Pues vaya que se encargó…para mal. Ha sido el año más
desastroso en la historia contemporánea de Pemex. Una tragedia para el país.
Sus pérdidas financieras crecieron en 92 por ciento durante el año pasado. Se
calcula que con el dinero que ha perdido Pemex con la 4T, se hubiera podido
construir dos veces el aeropuerto de Texcoco. Representa un 5 por ciento más
que el presupuesto total del sector salud en 2020. “Es el resultado de cerrarle
la puerta a las asociaciones, de enfocarse en malos campos, pequeños y sin
productividad, y pensar que solo es perforar a lo bestia”, determinó el experto
en Energía, Gonzalo Monroy. ¿Quién responde por este crimen financiero?
Bank of
America advierte que en 2020, Pemex perderá alrededor de…¡20 mil millones de
dólares por la crisis petrolera!
La mezcla
mexicana de exportación registra mínimo histórico, al ubicarse en 10.37 dólares
por barril. Producirlo cuesta alrededor de 14 dólares por unidad.
Inversión
Extranjera Directa (IED) en 2018: 27,034 millones de dólares. 2019: 22,693
millones de dólares. Un desplome del -16.1 por ciento. (Fuente: Banco de
México. Balanza de Pagos).
La inversión
privada se redujo en 4 por ciento.
La inversión
bruta cayó 5.01 por ciento en 2019. (Fuente: Inegi).
Por la
cancelación de la empresa cervecera en Mexicali, el Gobierno mexicano deberá
pagar, en su estimación más baja, 20 mil millones de pesos, el equivalente a 7
aviones presidenciales.
Sí: la
economía mexicana con López Obrador ha sido un desastre rotundo.
Un fracaso
absoluto.
“El virus no
es algo terrible ni fatal”, dijo con desenfado AMLO el 28 de febrero de este
año.
“Se avizora
una crisis económica por coronavirus…vamos a ver cómo nos va”, advirtió AMLO el
22 de marzo. Justo tres semanas después.
¿Cómo nos va
a ir a los mexicanos con esta crisis, pregunta el Presidente? Pues muy mal.
Pésimo. ¿Por qué? Van dos datos estremecedores:
De los 300
mil millones de pesos que este Gobierno recibió del Fondo de Estabilización
Presupuestaria para utilizarlo en caso de emergencias (como la provocada
precisamente por el coronavirus), la 4T ya se gastó la mitad en gasto
corriente.
Si la
economía cae en -4 por ciento, se perderán más de 800 mil empleos formales, de
acuerdo al Consejo Coordinador Empresarial. Habrá que sumar las 200 mil plazas
perdidas en 2019. Es decir: con AMLO, se perderían alrededor de un millón de
empleos.
“López
Obrador debe dar un golpe de timón…debe cambiar de rumbo”, escriben algunos
periodistas y analistas. Pierden su tiempo. AMLO es un animal político que se
va a morir con la suya: socializar a tope la economía y justificar, así,
medidas muy preocupantes a futuro, como estatizar a empresas productivas,
obsesión que trae desde el 2006.
Pero ese es
otro tema que abordaremos en próximas entregas.
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