lunes, 2 de diciembre de 2019

Felicidades, señor Presidente.


Darío Celis.

Andrés Manuel López Obrador llega a su primer año de gobierno ciertamente con un buen nivel de aceptación entre la población, pero con claros signos de debilitamiento.

Su lado flaco no es en sí él, sino el trabajo de gabinete de sus colaboradores, que demuestran malos resultados en los planos económico y de seguridad; es decir, de administración pública, pues.

En el saque del segundo año de su gobierno, el de la cuarta transformación, ya no hay margen para errores atribuidos a la curva de aprendizaje: en lo sucesivo veremos voluntad o no para crecer.

AMLO tendrá que decidir entre seguir siendo el candidato activista en campaña o el estadista por el que votaron 30 millones de mexicanos. El que le echa la culpa al pasado o el que mira adelante.

La respuesta va a estar en un obligado cambio en los miembros de su gabinete y las decisiones de política pública que promoverá en los próximos días. Si persiste en su misma narrativa, no tiene remedio.

Al presidente poco le ayudan los 'ultras', los medios comunistas que siguen creyendo en el Estado como único benefactor económico, resentidos con el capital privado y hasta con la modernidad.

Muchos ocupan posiciones en el gabinete: Rocío Nahle en Energía, Eréndira Sandoval en la Función Pública, Graciela Márquez en Economía o Luisa María Alcalde en el Trabajo.

Lo preocupante es que la lista de los radicales es más extensa: Román Meyer en Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, María Luisa Albores en Bienestar, Víctor Toledo en Medio Ambiente.

López Obrador cuenta con un staff mucho más moderado que no ha logrado contener la fuerza de aquéllos, que se han ido imponiendo en temas cruciales para la agenda nacional.

Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia; Julio Scherer, consejero jurídico, y Lázaro Cárdenas Batel, coordinador de asesores de la Presidencia, encabezan el ala moderada.

Ese grupo va en línea con secretarios como Marcelo Ebrard, de Relaciones Exteriores; Arturo Herrera, de Hacienda; Javier Jiménez Espriú, de Comunicaciones y Víctor Villalobos, de Agricultura.

Funcionarios menores, pero que se mueven como secretarios y acuerdan directamente con AMLO, para bien o para mal, la oficial mayor y el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda.

Raquel Buenrostro y Santiago Nieto están por encima de su jefe jerárquico, Herrera, y generan preocupación entre los 'técnicos' por el cada vez mayor poder que el presidente les confiere.

El Consejo Coordinador Empresarial, que lidera Carlos Salazar, y el Consejo Mexicano de Negocios, que encabeza Antonio del Valle Perochena, también los observan con mucha expectación.

Otros que tratan directamente sus asuntos son Octavio Romero en Pemex, Manuel Bartlett en la CFE, Zoé Robledo en el IMSS, Luis Antonio Ramírez en el ISSSTE y Carlos Martínez del Infonavit.

El 2020 será campo de muchas batallas: rondas petroleras, fracking, puertos administrados por civiles, etiquetado de alimentos, impuesto al ahorro, deducibilidad de intereses y NAIM.

¡Felicidades por su primer año, Presidente!

Y EL GANADOR fue… ¡José Antonio García! Al final el contrato del gobierno de la CDMX para dispersar los beneficios económicos de fin de año a sus cerca de tres mil empleados se lo llevó Broxel, de Gustavo Gutiérrez. García fue fichado por Gutiérrez este mismo año. Venía de Up Sí Vale, compañía que en los últimos años ganaba sistemáticamente el contrato, gracias a los buenos oficios de este polémico ejecutivo. La puja del viernes fue de película: empezó a las seis de la tarde y concluyó casi a la media noche. Las huestes de Claudia Sheinbaum tuvieron que aplicar la muerte súbita en la ronda 130 porque Paga Todo, de Alejandro Coronado, y Up Sí Vale, ahora dirigida por Gerardo Yépez, no cedían en las rondas. Al final las dos se descuidaron y en la última puja, la definitoria, Broxel, que se mantenía cautelosa, se tiró al piso ofreciendo una bonificación de 204 millones de pesos con lo que se embolsó el negocio de 3 mil 400 millones de pesos. El contrato se ve muy castigado.

¿SE ACUERDA DEL caso de Go Gaba contra Coca-Cola? La primera acusa a la segunda de un fraude corporativo, derivado del plagio y despojo de la fórmula que creó el emprendedor José Antonio del Valle, bebida que nunca se lanzó en el mercado mexicano, pero que la multinacional de Atlanta presidida por James Quincey sí estuvo comercializando en Japón bajo la marca de Fanta Gaba. El fiscal que lleva el caso, Edgar Pineda, para la Atención de Delitos Financieros, ni siquiera ha llamado a declarar a ejecutivos de Coca-Cola como el expresidente Manuel Arroyo, transferido ya a la región de Asia Pacífico, y Jorge González-Galatea, exdirector financiero aquí, y ahora para Centroamérica y el Caribe. Go Gaba acaba de promover una queja ante la Procuraduría General de Justicia de la CDMX.

UNO DE LOS primeros movimientos que Amaury Vergara tendrá que hacer una vez que murió su padre, Jorge Vergara Madrigal, es recuperar el valor de Las Chivas Rayadas del Guadalajara. Una mala decisión de negocios la relacionan con el manejo que de los derechos de transmisión hizo José Luis Higuera. Este directivo, hombre de todas las confianzas del creador de Omnilife, los fragmentó en tres contratos con TV Azteca de Ricardo Salinas, Televisa de Emilio Azcárraga y Multimedios de Francisco González. Y después abrió Chivas TV, que resultó toda una aventura fallida. No se descarta regresar a las exclusividades.

EL MIÉRCOLES SE vio por el SAT al titular de la Unidad de Política de Ingresos Tributarios de Hacienda, Francisco Arias. Se reunió con Gerardo Fragoso, administrador Central de Planeacion y Programación de Auditoria Fiscal Federal. Es brazo derecho de Rosalinda López, la administradora general de Auditoría Fiscal Federal, quien ya se mueve para relevar a Margarita Ríos-Farjat. Fragoso opera en el Senado con Carlos Merino, delegado federal de Andrés Manuel López Obrador en Tabasco. Apoyó a Rosalinda cuando fue candidata a alcalde de Villahermosa por el Partido Verde.

Y ESTE JUEVES se vota en el Senado a la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, posición que dejó Eduardo Medina Mora tras de que la Unidad de Inteligencia Financiera de Santiago Nieto congelara sus cuentas. La pelea es entre Ana Laura Magaloni, la investigadora del CIDE, y precisamente Margarita Ríos-Farjat, la jefa del SAT.

En el medio legislativo se asegura que la victoria va a depender del procedimiento de votación.

La Junta de Coordinación Política, que preside Ricardo Monreal, puede optar por sufragio secreto o abierto. Si es lo segundo, ganaría Margarita.

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