En su
primer año de implementación, el plan del Gobierno federal contra el robo de
hidrocarburos logró que estas acciones disminuyeran en 91 por ciento, informó
este martes Octavio Romero Oropeza, director de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Romero
Oropeza destacó que el plan provocó que el total de barriles robados pasara
de 20 millones 400 mil barriles (cifra registrada en 2018) a un millón 800 mil
barriles.
El
funcionario explicó que, por el combate al robo de gasolinas, se ahorraron
56 mil millones de pesos, y por la lucha contra la extracción ilegal de gas
licuado se obtuvieron mil 900 millones de pesos.
Como parte
de la implementación de estas acciones, que iniciaron el 20 de diciembre de
2018, se inhabilitaron 13 mil 16 tomas clandestinas y se aseguraron 8.3
millones de litros de combustible.
Para 2020,
Romero Oropeza explicó que el número de elementos desplegados por el
Gobierno federal para la vigilancia de ductos disminuirá.
"Esto
obedece al retiro de fuerzas federales de tres ductos, porque están fuera de
servicio, y porque se optimizó al personal, desplegando bases de operación cada
30 kilómetros (en lugar de cada 20 kilómetros) en los ductos donde hay menos
incidencia de robo", detalló.
Las
fuerzas que participaron en la vigilancia de ductos, que incluyeron a personal
de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Secretaría de la
Marina (Semar), fueron atacados en siete ocasiones, en Guanajuato, Hidalgo,
Puebla, Tabasco y Tlaxcala, mientras que otros siete convoyes que transportaban
gasolinas fueron agredidos en Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz, agregó el
director de Pemex.
El plan
contra el robo de combustibles del Gobierno federal inició en diciembre de 2018
e involucró la vigilancia de 58 instalaciones estratégicas de Pemex.
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