martes, 15 de septiembre de 2020

Los secretos de la recuperación del peso.


Enrique Quintana.

Para sorpresa de muchos, la paridad del peso frente al dólar el día de ayer por la tarde estaba en 21.07, una cifra que casi nadie esperaba.

Esto significa que nuestra moneda ha ganado algo así como 17 por ciento desde que el 23 de marzo el dólar alcanzó los 25.35 pesos.

¿Cómo es posible que el peso se haya fortalecido de tal manera frente a la divisa norteamericana?

Esta es la historia.

El llamado 'índice dólar', que refleja la paridad de la divisa norteamericana frente a las demás monedas, cayó en 9.2 por ciento en ese mismo lapso.

Esto quiere decir que poco más de la mitad del fortalecimiento del peso en realidad tiene que ver más bien con el debilitamiento del dólar.

Una de las explicaciones a este hecho estriba en los programas monetarios que ha instrumentado la Reserva Federal de Estados Unidos.

El balance de esta institución se incrementó en 2.6 billones de dólares, equivalente a 61 por ciento, como resultado de los programas para proveer de liquidez y créditos al sistema bancario y a las empresas.

Un incremento de la cantidad de dólares en circulación lógicamente se refleja en un debilitamiento del dólar frente a otras divisas.

Pero desde luego que la apreciación del peso tiene también sus ingredientes locales, pues de lo contrario estaría en línea con el debilitamiento general de la divisa norteamericana y es casi el doble.

En México, las tasas de interés de referencia siguen siendo de las más elevadas entre países cuya deuda tiene grado de inversión.

Entre países de cierta relevancia, solamente Turquía e Indonesia tienen tasas superiores a las de México, de 8.25 y 6.5 por ciento respectivamente.

Sudáfrica paga 3.5 por ciento o Brasil 2 por ciento, mientras que México está en 4.5 por ciento.

Pero, además, existe la percepción de que el Banco de México va a andar con 'pies de plomo' para bajar las tasas más, y la mayor parte de los expertos considera que al término de este año no quedarán por abajo de 4 por ciento.

Sin embargo, pese a ese diferencial, desde febrero hasta agosto, hubo un descenso continuo en las inversiones de extranjeros en títulos en pesos. Y a partir de entonces, desde hace seis semanas aproximadamente, comenzó un proceso de recuperación, que no ha compensado la caída anterior, pero que implica ya un repunte de poco más de mil 500 millones de dólares.

¿Todo este cuadro significa que nuestra moneda seguirá apreciándose frente al dólar y tendremos una cotización de menos de 21 pesos en los próximos días?

Puede ser, pero nos equivocaríamos si afirmáramos que eso es seguro.

En gran medida, va a depender del entorno financiero global. No debe descartarse que por cualquier razón pueda presentarse una situación en la que exista una mayor percepción de riesgo por parte de los inversionistas. Puede tratarse de una crisis en Argentina o en Turquía. Hoy, el efecto podría ser global.

Y, en esa condición, podríamos ver de nueva cuenta una corrida de inversionistas saliendo de mercados emergentes, sin importar que sea México, India o Brasil.

Pero también el otro escenario es factible. Si no hay sobresaltos, y por efectos de las buenas expectativas sobre la vacuna, continúa la dilución de la sensación de riesgo, no descarte que veamos un dólar que pronto esté acercándose a la franja de los 20 pesos.

Por lo pronto, para la economía mexicana, el que tengamos una depreciación que se ha limitado es un hecho positivo, que puede contribuir a la estabilidad y al crecimiento en México.

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