Enviado a
Washington como un “conocedor” de los pormenores del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN), el embajador mexicano Gerónimo Gutiérrez, fue
víctima de su novatez en la diplomacia: se lo “chamaqueó” un viejo lobo del
cabildeo y adulador del presidente Donald Trump.
Al Zapanta,
presidente casi vitalicio y director ejecutivo de la Cámara de Comercio Estados
Unidos-México, “chamaqueó” a Gutiérrez con una promesa que resultó ser una
mentira y lo convenció para que asistiera a la gala que organizó el pasado 24
de mayo en la sede de la OEA.
Zapanta que el año pasado fue uno de
los principales promotores de la campaña presidencial de Trump, está en contra
de mantener intacto al TLCAN y a favor de las políticas migratorias de la Casa
Blanca que incluye la construcción del muro en la frontera con México.
Como todos
los años, Zapanta organiza una cena de gala en la capital estadunidense en la
que regularmente entrega premios a un funcionario estadunidense y a un
mexicano.
En esta
ocasión, Idelfonso Guajardo, Secretario de Economía en el gobierno de Enrique
Peña Nieto, sería receptor del Premio Liderazgo en el Sector Público.
La promoción de las estrategias
antimexicanas de Trump y por ende por parte de Zapanta, fueron la razón por la
que Guajardo se destacó por su ausencia en la cena de gala. Se determinó que la embajada mexicana en Washington a cargo de Gutiérrez
enviara a un emisario de bajo nivel de la representación de la Secretaría de
Economía para que recibiera el reconocimiento.
La presencia en la cena de Guajardo o
de Gutiérrez, por lógica, se percibiría como endoso, abnegación o resignación
del gobierno mexicano a las políticas de Trump.
En la
embajada de México y previo a la ceremonia, Gutiérrez se reunió con sus
asesores y los representantes de las Secretarías de Estado. Durante la sesión
se decidió que el embajador no asistiría al evento. Zapanta estaba insistente a
que fuera.
Diplomáticos mexicanos consultados
por esta columna confirmaron que en la Cancillería mexicana hubo sorpresa y
molestia cuando se enteraron de que Gutiérrez fue a la fiesta.
“Algunos
creemos que cuando el embajador se enteró que a la gala asistiría Rick Perry
(Secretario de Energía de Estados Unidos), su amigo, no pudo resistir la
tentación de ir al evento”. Hecho
que, de acuerdo con los diplomáticos consultados, empeora la percepción de que
México se está doblegando a Trump pese a sus insultos y ataques al país y a los
mexicanos.
Astuto, Zapanta aprovechó la novatez
de Gutiérrez e incluso lo utilizó para que hablara en su cena de gala.
En
entrevista con esta columna, el embajador mexicano se defiende de la
chamaqueada que le dieron.
“Hable con él (Zapanta) y quedamos
que asistiría al evento, sólo si 10 días después de la gala daba una
conferencia de prensa y en la página de Internet de la Cámara, se pronunciaba a
favor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)”, explicó el embajador.
Ya pasaron más de los 10 días del
plazo que le dio el embajador de México y Zapanta no dio la conferencia de
prensa ni emitió en la página de Internet de la Cámara una postura a favor del
TLCAN.
– Se lo
chamaquearon, embajador.
– “No ha habido un pronunciamiento
claro e inequívoco de la Cámara”, se limitó a responder el embajador de México, quien niega de manera rotunda que la
presencia de Perry fuera la razón por la que, pese a lo que había dicho en la
reunión con sus asesores en la embajada, se presentó a la fiesta de Zapanta.
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