Georgina Morett.
Muy cerca de
que inicie el año electoral en el que se elegirá al presidente de la República,
la posibilidad de acuerdos políticos está casi completamente rota y trastocada.
Ahora
resulta que el PAN está en las calles de Coahuila manifestándose contra el
fraude, y Morena lleva a cabo su protesta en el Estado de México por la vía
jurídica.
Y en este
mundo al revés, cuando se acabó el tiempo para hacer cambios en las leyes
electorales, como lo establece el artículo 105 de la Constitución, el Partido
Acción Nacional se sube en el tema de la segunda vuelta electoral y retoma el
planteamiento de Héctor Aguilar Camín y María Amparo Casar, de reformar la
Constitución para hacer posible esta propuesta.
Tienen años
con la discusión de éste y otros temas electorales, y dejaron pasar el periodo
ordinario de sesiones, pero es ahora cuando la segunda vuelta se convierte en
bandera blanquiazul.
El líder de
los senadores del PAN, Fernando Herrera, explica que la segunda vuelta es un
tema impostergable, por el bien del país para dar legitimidad al gobernante y
responder a la necesidad de que la democracia dé resultados tangibles para el
ciudadano.
Asegura que
las elecciones del 4 de junio pasado dejaron más que clara la necesidad de esta
figura política, ya que los gobernadores ganaron con el 30 por ciento de los
sufragios.
Y así es, en
el Estado de México, Alfredo del Mazo ganó con el 33.7 por ciento de los
sufragios, de acuerdo con el PREP, y hubo una abstención del 47. 51 por ciento.
Y esta cifra es todavía más patética
si tomamos el total de votos, como señala el senador Fernando Herrera, ya que
con un poco más de dos millones de ciudadanos, el priista gobernará el estado
más poblado del país, que tiene casi 18 millones de habitantes.
“Estos son
triunfos de una minoría”, asegura el senador, en entrevista, al subrayar que
casi el doble de los ciudadanos que acudieron a las urnas del Estado de México
optó por una opción distinta a la encabezada por el PRI.
Y de hecho,
los presidentes de México cada vez gobiernan con menos votos, ya que si tomamos
en cuenta el abstencionismo tenemos que Ernesto Zedillo, obtuvo el triunfo con
37 por ciento de los ciudadanos; Vicente Fox con 27.2 por ciento; Felipe
Calderón con tan sólo 21 por ciento, y por Enrique Peña Nieto votaron 20.93.
CASI
OBLIGADA ALIANZA PAN, PRD, MC.
Hacia la
elección de 2018, PAN y PRD no tendrán otra que formar una alianza si se
quieren convertir en una opción competitiva, ya que de lo contrario se
enfrentarán solos a dos coaliciones fuertes y de acuerdo a la geopolítica
electoral ya sólo podrán invitar a participar a MC.
Una de las
alianzas es la del PRI, PVEM, PES, PANAL, ya que es casi imposible ver a este
cuarteto por separado y aunque estos chiquipartidos le den pocos votos al
tricolor, es innegable que fueron indispensables para el triunfo en el Estado
de México.
La otra
alianza es la de Morena-PT, que, si bien es cierto que este chiquipartido no
representa muchos votos, también lo es que Andrés Manuel López Obrador va
arriba en las encuestas.
Es así que,
si el PAN y el PRD quieren existir en los comicios del próximo año, no tendrán
otro remedio que conformar un frente amplio que los haga competitivos, ya al
único partido político que pueden invitar es a Movimiento Ciudadano y quizá
convencer a algunos independientes.
De cualquier
forma, si acaso no se despedazan antes internamente, esta alianza le puede dar
al PRD el gobierno de la Ciudad de México y al PAN o a algún independiente el
gobierno federal.
La moneda
está en el aire.
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