Mireya pagó poco más de 500 pesos por
un tanque de 30 kilos de gas LP, tamaño que usualmente compra y mismo que hace
un año le costaba cerca de 400 pesos. “Y eso que para ahorrar, de plano, ya
dejamos de usar el boiler”, explica.
A partir de 2017 se liberaron los
precios del gas LP, es decir, que dejaron de ser controlados por autoridades
mexicanas y están sujetos a partir del precio de referencia internacional y
estacionalidad, además de que ya se reconocen los costos de logística y
transporte.
Tras esta
medida, los precios del gas LP se han encarecido en más de 17 por ciento en el
país; en la región norte, el alza se
acentúa en hasta 30 por ciento.
Esta
liberación se presentó como parte de la Reforma Energética y se esperaba una disminución de costos ante las
promesas del gobierno, pero no ocurrió así y el incremento acumulado no es
lineal con el comportamiento del precio de referencia internacional: en el
mismo periodo, los costos internacionales de gas LP bajaron 6.3 por ciento.
“Los distribuidores cargaron a los
consumidores los aumentos que no se presentan en el mercado internacional”, explicó el Banco de México en su más
reciente reporte trimestral.
Para mayo el
precio promedio por kilogramo de gas LP se ubicó en 15.99, de acuerdo a las
cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Los municipios que reportan mayores
costos del gas, de enero a abril, fueron: Tijuana, Baja California, 33 por
ciento; Mexicali, Baja California, en 32. 8 por ciento: Monclova, Coahuila, 31,
4 por ciento; Torreón, Coahuila, en 26 por ciento; Ciudad Juárez, Chihuahua,
con 25.1 por ciento; Tampico, Tamaulipas, con 25 por ciento; Jiménez,
Chihuahua, con 22.8 por ciento; Huatabampo, Sonora, con 22.7 por ciento,
Hermosillo, Sonora con 22. 4 por ciento y Matamoros, Tamaulipas, con 18.3 por
ciento.
Mientras que
Tlaxcala, Tabasco, Chiapas y en la Ciudad de México son los estados donde se
presentaron los precios más bajos en el gas LP: 15.71, 15.82, 15.97 y 15.81
pesos por kilo de gas LP en cilindros, respectivamente.
El 70 por
ciento de los hogares mexicanos consumen gas LP, principalmente para cocinar y
calentar el agua para bañarse. Algunas familias han cambiado sus rutinas para
poder ahorrar ante la escalada de precios.
“En mayo dejé de comprar gas. Yo creo
que compraré de nuevo cuando empiece el frío”, sostuvo Yanine, una joven de 28
años, soltera y que vive en un departamento de la ciudad de Chihuahua.
Dejar de consumir el gas durante el
verano, cocinar en una parrilla eléctrica, y un horno eléctrico, son algunos de
los cambios que hizo la joven que trata de consumir productos frescos o que se
puedan servir “fríos”, según narró en un sondeo hecho por SinEmbargo.
“En agosto del año pasado el tanque
(de 30 kilos) me costaba como 400 pesos; ahora anda en 500 o más”, añadió la joven.
Otras
familias, como el caso de Olivia R. de Ciudad de Juárez, han tratado de ahorrar
al cambiar sus calentadores de agua por otros de energías limpias pero el clima
extremoso les ha dado unas malas jugadas.
“Yo intenté con el boiler solar, cayó
una granizada de esas que nomás acá caen y se dañaron las celdas; mejor me
compré un boiler de paso (sic)”, narró.
José Luis,
otro ciudadano del norte del país, coincide en que para ahorrar deja de usar el
calentador de agua en la temporada de verano: “No tiene caso”, arguyó.
NO HAY
COMPETENCIA: AUTORIDADES.
En el
análisis sobre Evolución Reciente del Precio del Gas L.P. y Consideraciones
sobre su Mercado, el Banco Central anotó
que la falta de competencia en los estados es parte de las causas del aumento:
“La
evidencia para las distintas entidades federativas del país muestra que en
aquellos estados con un mayor número de empresas minoristas distribuidoras de
gas L.P. tanto los precios como los incrementos acumulados durante 2017 han
tendido a ser menores. Los resultados previos parecen sugerir que el mercado
del gas L.P. en México inició su liberalización con niveles de competencia que
difieren entre las entidades”.
El Banco
Central relacionó la diferencia de precios en las regiones con el número de
empresas distribuidoras: “resulta que las entidades que registraron alzas en el
precio del gas L.P. por arriba del crecimiento promedio nacional son las que
tienen un menor número de empresas distribuidoras. […] en algunas regiones con
menos oferentes exista un mayor margen para incrementar los precios del gas
L.P. al consumidor”
En las
regiones donde los ensanchamientos son de al menos 23.3 por ciento, el número
de empresas establecidas promedio fue de 12.6 compañías, mientras que las
entidades que tienen un menor agrandamiento en sus precios(14.4 por ciento), su
promedio de empresas distribuidoras es de 20 por estado, ejemplificó el Banco
Central. “sería recomendable contar con un mayor número de empresas
distribuidoras de este energético, en aquellas regiones donde más ha subido el
precio, en beneficio de la competencia”, sugirió Banxico.
Arturo
Carranza, especialista en temas energéticos del Instituto Nacional de Administración
Pública (INAP), coincidió en que hay
pocos distribuidores, aunque precisó que los precios no bajan porque Petróleos
Mexicanos (Pemex) es el principal proveedor de este combustible para los grupos
que lo distribuyen y lo comercializan.
“Los precios
no han sido del todo liberalizados, porque hay un precio de venta de primera
mano, ya que, el principal proveedor de la molécula de gas a los distribuidores
es Pemex” explicó Carranza.
Se calcula que en México se consumen
710 mil toneladas mensuales de gas LP, de las cuales, 70 por ciento son de
producción nacional y el resto importaciones, que hasta antes del año pasado
sólo realizaba Pemex.
En el país hay permisos de
importación de gas LP pero son insuficientes, es decir, que aunque hay otros
proveedores que importan gas LP en pequeñas cantidades, son muy pocos, por lo
que los distribuidores tienen muy pocas opciones, explicó el especialista.
“No es fácil porque es un mercado muy
cerrado, está muy bien organizado, pero son muy pocos los proveedores” detalló.
Explicó que
una reducción podrá ser a mediano y largo plazo, pero que se necesita de mayor
infraestructura y mayores competidores no sólo en la comercialización sino en
proveedores de la molécula de gas.
FALTA DE
TRANSPARENCIA AHUYENTA LA COMPETENCIA EN LA COMERCIALIZACION.
El especialista Carranza sostuvo que
hay poca competencia en la comercialización del gas por la falta de
transparencia de Pemex no incentiva la participación en el mercado.
“Es complicado generar condiciones de
plena competencia en esto del gas LP, porque hay grupos de gas LP que son muy
fuertes y abatir su presencia es bastante complicado”, comentó el analista energético.
En México
existen mil 200 plantas de almacenamiento de gas LP, que cuentan con un parque
vehicular de 6 mil pipas y 18 mil vehículos repartidores de cilindros
contenedores, de los cuales hay aproximadamente en circulación 21 millones con
capacidad de 20, 30 y 50 litros.
Los grupos caseros Tomza, Nieto,
Global Gas y Soni, son los que por años manejaban por lo menos 10 terminales
terrestres y marítimas.
Los mercados, para que funcionen en
plenitud necesitan contar con información oportuna, en este caso, -por ejemplo-
requieren saber cuánto cuesta la molécula del gas Lp, en cuánto se va a adquirir
y en cuánto la vas a vender; sin embargo Pemex, aunque publica diariamente el
precio de esta molécula, lo hace de forma privada, no pública, explicó.
Carranza
detalló que la poca transparencia con la que funciona el sistema de mercados de
gas LP favorece a los grupos dominantes de distribución, sobre todo de
comercialización, y es así como “no fomentan la competencia”.
“Yo creo que
para este mercado funcione óptimamente o al menos camine a un funcionamiento
óptimo tiene que haber información
transparente, sobre todo de Pemex, que es el principal proveedor, y la
información que publica Pemex”, recomendó.
Por lo que
el panorama para el especialista es que el precio se mantendrá sin mayores
cambios en el transcurso del año.
“No se esperan variaciones muy
importantes, porque te digo que Pemex como proveedor ofrece el precio de la
molécula, o sea es una venta de primera mano y la utilidad que le sacan los
distribuidores que la distribuyen y la comercializan no es muy grande; no se esperan fluctuaciones
importantes ni para arriba ni para abajo, son precios que funcionan
relativamente estables aun cuando funciona por estacionalidad”, señaló.
VOLTEAR
HACIA LAS ENERGÍAS LIMPIAS.
Para Miriam
Grunstein Dickter, investigadora del Mexico Center Rice University, y del
Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), el gobierno mexicano cometió el error de prometer una baja de precios
con la Reforma Energética y la liberalización, porque lo que hace la
liberalización es soltar los precios a las fluctuaciones del mercado y en
México el mercado es inmaduro, según explicó.
“La
liberalización de precios lo que hace soltar el precio a las fluctuaciones del
mercado, pero no es Walmart, no podemos decir que habrá precios bajos.
[…]entonces, es estamos entre azul y buenas noches porque no tenemos un mercado
maduro y también tenemos la presencia de un ente como Pemex, que está muy
lastimado, no por la Reforma, sino por una administración insuficiente por
mucho tiempo”, apuntó.
La investigadora del CIDE coincidió
que falta infraestructura para la importación y hay poca participación de los
actores en el mercado lo que hace que el gas LP sea caro; sin embargo, para
Grunstein Dicket, lo recomendable es que el país caminara hacía el uso de gas
natural y voltee a ver a las energías limpias con el objetivo de, en un futuro,
dejar de utilizar lo mayor posible el gas LP, el cual “es artificial, pesado y
peligroso”,
calificó.
“El gas LP
es un buen hidrocarburo, pero para una transición a energías más limpias, es
decir, primero podemos pasar de gas LP a gas natural y después irnos, incluso,
a tecnologías más nuevas como energías limpias, o sea podemos jugar con gas
natural y energías limpias […] hay países en los que ya no se usa el gas LP, en
la gran mayoría de los países desarrollados el gas LP es ínfimamente
consumido”.
El pasado 29 de mayo, el diputado
federal Ulises Ramírez Núñez presentó una iniciativa de punto de acuerdo para
que el Congreso solicite a la CRE y a la Comisión Federal de Competencia
Económica (Cofece), que analicen el mercado de gas LP y, en caso de que se
compruebe la inexistencia de condiciones de competencia efectiva, establezcan
la regulación de precios máximos.
El legislador destacó que la falta de
competencia en este mercado ha provocado subidas “exorbitantes de hasta 39 por
ciento respecto a los precios de diciembre pasado”, de acuerdo con sus palabras citadas
en un comunicado
“No podemos mostrar indiferencia a los
reclamos de la sociedad ante los precios del gas LP, debemos ser conscientes de
que estos aumentos están afectando a más del 70 por ciento de la población”, sostuvo el congresista quien destacó
que este mercado no muestra la madurez suficiente que permita suponer que
existen condiciones reales de competencia.
“Por ello,
es vital la intervención del máximo órgano en materia de competencia económica
para que analice este mercado y genere una opinión en la que se precisen
recomendaciones que deriven en mejores precios para la sociedad”, exigió.
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