Desde abril de 2016, profesores y
estudiantes de la Carrera de Economía de la Facultad de Estudios Superiores
(FES) Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), denunciaron
que siete profesores trabajaron ahí con plazas de tiempo completo y, al mismo
tiempo, fueron becarios del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El reglamento
del Conacyt establece que quien reciba
una beca debe dedicarse de tiempo completo a los estudios; si bien se pueden
realizar actividades de apoyo a la docencia o investigación, éstas no deben
exceder de ocho horas a la semana, además de que no se debe tener ninguna
relación laboral.
Un año
después, el número de profesores que
incurrieron en esa falta incrementó a nueve. Ocurrió lo mismo con la lista de
autoridades y organismos que permitieron ese actuar y que hasta la fecha no han
intervenido.
SinEmbargo
solicitó una postura de la Rectoría de la UNAM, ya que los profesores Alfredo
Bravo Olivares y Leniné Rojas Olivas aseguraron que personalmente y en
reiteradas ocasiones han informado del caso al Rector Enrique Graue Wiechers;
él mismo ha dicho que está enterado del caso, expusieron. Hasta el cierre de esta edición, la oficina del doctor Graue Wichers no
había dado respuesta a la solicitud de este diario digital.
En el último
año, han salido a la luz varios casos de
académicos universitarios que trabajan y al mismo tiempo gozan de beca. Estas
prácticas se enmarcan en los contantes recortes presupuestales a los que el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología se ha visto sometido en la actual
administración.
Fue hace un año cuando Bravo Olivares
y Rojas Olivas, académicos de la FES Aragón, denunciaron a siete profesores que
incurrían en esta falla y encontraron que las autoridades universitarias han
caído en diversos delitos por encubrir a ese grupo de profesores.
La denuncia escaló hasta inmiscuir a
la administración del nuevo director de la Facultad, Fernando Macedo Chagolla.
Derivado de eso, ambos profesores solicitaron la intervención de la Auditoría
Superior de la Federación (ASF), pero Benjamín Fuentes Castro, secretario
adjunto de esa entidad, negó el ejercicio y se limitó a entregar las auditorías
hechas en años anteriores.
Los académicos recurrieron a un
amparo y el Juzgado 14 de Distrito en Materia Administrativa falló a favor de
ellos, al determinar que Fuentes Castro no tiene las facultades legales para
responder.
“Esto pone en una situación grave a
la ASF, porque cualquier documento que haya respondido Fuentes Castro es nulo”, comenta Bravo Olivares en
entrevista.
“El Juez le
dice al Auditor que no resuelve la petición de los quejosos. Le están pidiendo
que actúe. La resolución dice que la respuesta que nos dio el auditor el 23 de
marzo es nula, que no tiene lugar, que tiene que reponer la respuesta porque no
ofrece ningún fundamento legal”, comenta Rojas Olivas.
Además, de acuerdo con los documentos del amparo,
la ASF recurrió en los alegatos a una Ley que no existe, por lo que, según los
profesores, existe la posibilidad de fraude procesal por parte de la ASF ya que
trató de engañar al Juez para beneficiarse en una sentencia.
EL CASO
INICIAL.
En abril de
2016, se hizo público que un grupo de profesores de la FES Aragón solicitaron
una beca a Conacyt y al mismo tiempo, un permiso con goce de sueldo.
Uno en
particular, es Orlando Eleazar Moreno
Pérez. En 2004 pidió la beca y firmó la carta de que sólo trabajaría ocho
horas, pero solicitó permiso con goce de sueldo al Consejo Técnico de la FES y
se lo otorgaron como “Profesor de Tiempo Completo” además, como “Profesor de Asignatura”. Ahí
suman 44 horas, a pesar de que él firmó una carta compromiso para que le
otorgaran la beca.
Ésta no fue
la primera vez. Ese actuar ya se había realizado por otros seis profesores.
“Eso es un fraude. Está tipificado en
el Código Penal Federal y el fraude, según el monto total de lo defraudado
condena ciertos años de prisión, porque tiene como pena la privación de la
libertad. En el caso de Orlando Moreno, rebasa por mucho todos los límites,
porque recibió la beca por tres años”, explica Leniné Rojas.
Alfredo
Bravo agregó que además de la violación a nivel federal, dentro de la UNAM también hay violaciones. Esto porque el Consejo
Técnico al aprobarle la licencia con goce de sueldo, lo hizo en términos del
Artículo 95 del Estatuto General del Personal Académico, cuando tenía que
hacerlo en términos del Artículo 96, que señala que los miembros del personal
académico que gocen de una beca otorgada por una institución diferente a la
UNAM, en este caso Conacyt, será el Consejo Técnico correspondiente el que
determine si se justifica que el becario disfrute de la totalidad o de una
parte de su sueldo.
“Este profesor debió haber dicho al
Consejo Técnico que iba a recibir beca y entonces el Consejo debió deliberar si
la recibía o no. Pero Moreno Pérez no avisó. Automáticamente eso, según la Ley
Federal del Trabajo lo hace caer en causales de recesión inmediata del contrato
de trabajo sin justificación por parte del patrón. La Universidad podría rescindirle el contrato
inmediatamente, tendría que quedar fuera de la Universidad y exigirle que
devuelva lo que obtuvo como beca y como salario por ser fruto de una actividad
delictiva. Y todo
esto lo hicieron, además, otros ocho profesores”, expone.
Las pruebas
se presentaron ante el Consejo Técnico, pero no hubo respuesta. Luego le
presentaron un alcance a la iniciativa y el Consejo se hace sabedor. No
notificó al Ministerio Público, pero sí a la Oficina Jurídica. Se citó a los profesores para que comparecieran
y ahí se les dijo que no se podía actuar porque Conacyt no había respondido
todavía.
Sin embargo, ya se tienen
documentadas todas las respuestas de Conacyt donde dice quiénes han sido
becados, por cuánto tiempo, qué monto de beca ha recibido y los números de
cuenta en los que deposita.
Se entregó al Consejo Técnico la
respuesta de Conacyt sobre la beca de tiempo completo de Orlando. Y el acuerdo
del Consejo Técnico donde le dan licencia con goce de sueldo en términos del
Artículo 95.
“Entonces se configura el delito:
están las respuestas de Conacyt, donde se dice que recibió una beca, pero
Orlando dijo que es mentira lo que estamos denunciando”, dice Leniné Rojas.
“Estas son pruebas plenas: los
acuerdos del Consejo donde no avisó de la beca y la información de Conacyt, las
becas, en qué periodo fueron y cuánto dinero le dieron. Se configura la falta
dentro de la Universidad, pero además se configura el fraude porque le miente a
Conacyt y le miente a la UNAM. Eso lo recibe el Consejo y simplemente lo
desecha”, dice Bravo
Olivares.
Y, ADEMÁS,
ACUSACIONES DE PLAGIO.
Varios profesores del llamado
“Claustro Académico” cargan con varias acusaciones de plagio. Es el caso de
Moreno Pérez, René Rivas Ontiveros y Ricardo Ramírez Brun. Pero en 2016
denunciaron que el entonces director Gilberto García Santamaría González, había
plagiado 30 párrafos en su tesis.
El
secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, dio posesión como
director interino al decano del Consejo Técnico de la FES Aragón, Carlos
Chávez.
Para fijar
al director definitivo, el Rector envió una terna de candidatos, aunque en el
reglamento se señala que deben ser varias ternas. Pero de esos tres candidatos, ninguno era elegible porque una de las
características es tener un modo honorable de vida y dos de ellos declararon
haber servido como funcionarios públicos, uno del gobierno de la Ciudad de
México y otra de la federación mientras eran profesores.
Alfredo
cuenta que esos detalles estaban en su curriculum. Una profesora era jefa de las Divisiones de la entonces Escuela
Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Aragón y al mismo tiempo funcionara
de Sedatu en 1988, año en que además, obtuvo su plaza de tiempo completo.
“¿Cómo el
Consejo Técnico, la Junta de Gobierno y el Rector no se dieron cuenta de ese
pequeño detalle? ¿O el contralor de la Universidad? Revisamos el curriculum de
Eligio Cruz, que trabajó en la policía. Revisamos su Plan de Desarrollo
Institucional para la FES Aragón y es una copia textual del Plan de Desarrollo
Institucional del Rector. Esto se
presentó en una denuncia ante el presidente de la Junta de Gobierno. Están
informados de lo que sucede”, afirma.
Entonces resultó elegido Fernando
Macedo Chagolla, quien tuvo 20 horas como ayudante de profesor en la Facultad
de Ingeniería y al mismo tiempo, también, tenía beca como estudiante del
Conacyt.
Macedo
Chagolla estuvo al frente del Sistema de Universidad Abierta y Educación
Continua durante cuatro años y en los últimos años, los ingresos propios que genera a FES Aragón cayeron casi la mitad. Han
pasado de 80 millones a 40 millones aproximadamente, cuando los cursos de
Educación Continua y los diplomados han aumentado, señalan los profesores.
“Así, concluimos que hay una serie de
violaciones sistemáticas a la Constitución, a la Ley Orgánica de la UNAM, al
Estatuto General de la Universidad, al Estatuto del Personal Académico, al
Marco de Docencia de la UNAM, al Código de Ética de la UNAM, a la Ley Federal
del Trabajo, a la Ley del Conacyt”, sostiene Bravo Olivares.
Rojas Olivares sostiene que el
Secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí, tiene conocimiento del caso.
Dijo que era preocupante y que iba a llamarlos.
El tema,
aseguran, también llegó al Rector Graue..
El pasado 16 de mayo en una comida
por el Día del Maestro le entregaron un documento en la mano y le pidieron una
solución al problema. Él dijo que estaba enterado. Agarró las dos hojas y se
las guardó en el saco. Además, entregaron la información en la Torre de
Rectoría, una memoria USB y toda la información del amparo.
Sin embargo,
el ex director acaba de ser premiado con
una plaza de tiempo completo en la FES Aragón y el profesor Orlando, el origen
de toda la investigación, fue premiado porque lo pasaron del nivel C del PRIDE
al D.
Recientemente
en el Acuerdo 161128, el Consejo Técnico
desechó la iniciativa en contra Orlando al decir que no había pruebas. A decir
de los profesores, es una señal de que en FES Aragón la denuncia ya se desechó.
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