Por José
Antonio Román.
Las
universidades públicas estatales empezaron a recibir del gobierno federal poco
más de mil 300 millones de pesos, correspondientes al incremento salarial que
otorgaron a sus trabajadores a inicios del presente año, con lo cual
disminuyeron las presiones financieras de aquellas casas de estudios que tienen
problemas económicos para cerrar 2019.
Además,
se prevé otorgar una bolsa adicional de alrededor de 2 mil 500 millones de
pesos para todas las instituciones públicas de educación superior, con la
condición de que los gobiernos de los estados entreguen una cantidad similar a
sus respectivas universidades, es decir, el total de los recursos ascendería a
casi 5 mil millones de pesos, en un intento por empezar a superar la crisis
financiera que viven algunas de ellas.
Conforme
a las negociaciones llevadas a cabo en la Secretaría de Educación Pública
(SEP), con los rectores y los gobiernos de los estados, la entrega de los
recursos económicos de este segundo fondo estará sujeta a concurso, en el que
las universidades serán observadas en su nivel de transparencia, relación e
impacto en la sociedad, indicadores académicos, medidas de austeridad y
optimización de recursos, servicios y calidad educativa, entre otros factores.
Fuentes
ligadas a la negociación explicaron que ambas bolsas de recursos económicos
serán para el conjunto de las universidades públicas estatales, en las cuales,
ciertamente, está el grupo de las nueve instituciones que tienen problemas
financieros.
Respecto
de la entrega de los mil 300 millones de pesos, se debió a la autorización de
la política salarial que permitió a las universidades recibir por adelantado
–un par de meses–, el monto correspondiente al incremento salarial de este año,
que en promedio fue de 3.35 por ciento para los trabajadores universitarios.
Hay que
precisar que a pesar de que las universidades otorgaban y empezaban a pagar
estos aumentos desde el primer trimestre del año, el gobierno federal
transfería esa parte del subsidio hasta finales de año, complicando a algunas
su ya precaria situación económica. Ahora, por vez primera, esta transferencia
se adelantó.
De esta
forma, las nueve universidades en crisis financiera han podido contar con
recursos suficientes, al menos para el pago de sus respectivas nóminas en el
cierre del año, aunque su situación precaria prevalece.
Las mismas
fuentes explicaron que esta política salarial no entra en el presupuesto
para 2020, debido a que tiene que ser revisada y analizada en todos sus
componentes, entre ellos la gran diferencia que existe entre los ingresos que
tienen unas universidades con los de otras, y el tema de plantillas de personal
que no son reconocidas.
Otra
variante es que los recursos del subsidio federal entregados en el rubro
U006 se distribuirán a todas aquellas instituciones públicas que ofrecen
educación media superior tomando en cuenta su número de alumnos
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