Julio Astillero.
Varios
factores se conjuntaron en Anenecuilco, municipio de Ayala, estado de Morelos,
para producir una de las giras con mayores incidentes del presidente Andrés
Manuel López Obrador.
Un papel
principal en las protestas habidas en esa comunidad histórica corrió a cargo de
la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), que puso por delante el
enojo por la exposición en el Palacio de Bellas Artes, en la capital del país,
de un cuadro de Fabián Cháirez que muestra a un personaje sumamente parecido a
Emiliano Zapata (el pintor asegura que, en realidad, no es el héroe suriano)
desnudo, con sombrero rosa y zapatos de tacón.
Además del
agravio que aseguran sentir los miembros de la UNTA por esa pieza pictórica (lo
cual se manifestó algunos días decembrinos en el propio Palacio de Bellas
Artes), tal organización campesina mantiene un vivo enojo por la política
obradorista de reparto directo de recursos económicos y materiales a los
beneficiados, sin intermediación de agrupaciones y dirigentes. Lo sucedido en
Anenecuilco tiene como telón de fondo la supresión gubernamental de tales
conductos de entrega de fondos para agraristas; por tal motivo, la UNTA y otras
organizaciones mantuvieron un cerco a San Lázaro, para tratar de impedir la
aprobación del Presupuesto de Egresos de 2020.
Combinar la
defensa pictórica de Zapata con ese enojo por dinero no entregado tuvo visos de
provocación que el Presidente de la República procesó caminando entre los
opositores y escuchando coros y consignas que en varios casos significaron
ofensas. Ya al micrófono en un acto masivo, convocó a la tolerancia. En un
momento anterior, mientras sus opositores se manifestaban de manera estrecha en
torno a él, un policía morelense consideró necesario mostrar en una de sus
manos una pistola de cargo, como aparente advertencia a quienes gritaban al
Presidente de la República y parecían dispuestos a dificultar su paso.
Otro tema,
más profundo, menos circunstancial, tuvo también expresión crítica: la
oposición al Proyecto Integral Morelos y, en especial, a una termoeléctrica.
Ese movimiento se ha expresado con fuerza varias veces y se conduele de que
López Obrador haya cambiado su oposición, como candidato presidencial, a esas
obras y que ahora, ya en el poder, las esté apoyando.
Además,
sigue viva la herida social derivada del asesinato de uno de los principales
activistas contra las obras antes mencionadas, Samir Flores, a quien dispararon
a las puertas de su casa unas horas antes del inicio de una peculiar
auscultación, que no consulta legal, que pretendía mostrar apoyo popular al
citado proyecto integral.
Lo sucedido
en Anenecuilco, más allá de la UNTA y sus peculiares motivaciones, es un
adelanto de las protestas que comunidades indígenas, pueblos originarios y
ciudadanos en defensa del medio ambiente y los recursos naturales preparan
contra proyectos del gobierno federal (sobre todo Tren Maya y corredor
transoceánico) a los que califican de desarrollistas.
Astillas
A pesar de
que inicialmente se declaró no culpable de los cargos que se le imputan en
Estados Unidos, Genaro García Luna está negociando la posibilidad de evitar el
juicio correspondiente, según se consigna en un documento judicial de carácter
público en el vecino país… De no haber juicio, el secretario de seguridad
pública durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa deberá asumir
alguna fórmula de testigo protegido, lo cual implicaría suministrar a las
autoridades estadunidenses información valiosa en relación con el narcotráfico
mexicano y sus implicaciones con políticos y gobernantes… Y, mientras hoy se
reúnen miembros de familias mormonas, entre ellas los LeBarón, con la Comisión
Ejecutiva de Atención a Víctimas y con la Fiscalía General de la República,
¡hasta mañana, ya con la abogada y poeta regiomontana Margarita Ríos-Farjat
como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación!
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