jueves, 30 de julio de 2020

El proceso gourmet de Emilio Lozoya - El primer director de Pemex que fue a la cárcel - Las pérdidas en General Motors.


Enrique Galván Ochoa.

Muy diferente trato está recibiendo Emilio Lozoya –juicio gourmet, para paladares finos– al de otro director de Pemex que fue condenado a cinco años de prisión, Jorge Díaz Serrano, aunque hay algunas semejanzas. –Lozoya huyó de México tiempo después de salir de Pemex, fue detenido por la Interpol y extraditado. Díaz Serrano, tras renunciar a Pemex, todavía fue designado embajador en la URSS e inclusive el PRI lo postuló y fue elegido senador por Sonora. Hubo de ser desaforado para someterlo a proceso penal. –Díaz Serrano fue acusado de cometer un fraude por 35 millones de dólares en la compra de dos buques a los que se cargó un sobreprecio. Todavía no conocemos con exactitud la cuantía de los delitos que se atribuyen a Lozoya, pero por lo pronto se ha determinado que el sobreprecio de la planta de Nitrogenados fue de 200 millones de dólares. –La prensa de la época publicó que Díaz Serrano fue víctima de una venganza del presidente Miguel de la Madrid porque le había disputado la Presidencia de la República; Lozoya tuvo un encontronazo épico con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, ambos celosos de la preferencia del ex presidente Peña Nieto. –El proceso de Lozoya ocurre en el marco de la campaña anticorrupción del presidente López Obrador, que ya ha llevado a la cárcel a varios pollos gordos. El caso Díaz Serrano sucedió en el contexto de la política Por la renovación moral de la sociedad, que fue un fiasco, porque Díaz Serrano fue el único personaje sobresaliente enjuiciado. –Si ocurrió el fraude por el que fue a prisión Díaz Serrano, nunca dio información sobre los cómplices que pudo haber tenido. En cambio, Lozoya está negociando su libertad a cambio de hacer un embarradero.

Aun cuando apenas comienza el proceso del director de Pemex del gobierno de Peña Nieto, ya se observan las diferencias, también algunas semejanzas. Díaz Serrano no fue internado en un hospital de lujo, su juicio –inclusive el desafuero en el Senado– fue público. Tampoco fue enviado a casa a pasar la Navidad con un brazalete electrónico, a la magnífica finca familiar en San Miguel Regla, como parece que sucederá con Lozoya.

Misión imposible.

Es un buen propósito, inclusive, muy necesario, pero se antoja imposible. La Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México anuncia una campaña para que los puestos ambulantes de comida cumplan con medidas para prevenir contagios de Covid-19. Hemos iniciado junto con la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México y el área de atención a las alcaldías el retiro de ambulantes que no cumplan con las medidas sanitarias. Esto va hacer sin excusas ni pretextos, tienen que cumplir con las medidas sanitarias, estos ambulantes dependen directamente de las alcaldías, no del gobierno federal, dice el titular, Fadlala Akabani. Ya los veremos entrar a La Merced…

Las pérdidas en la industria.

General Motors registró una pérdida neta de 758 millones de dólares en el segundo trimestre del año, como resultado de la pandemia de Covid-19. Tuvo que detener la producción durante casi dos meses debido a las medidas de confinamiento, pero su actividad ya ha vuelto a la normalidad en la mayoría de sus plantas. La compañía fue rescatada por el gobierno de Estados Unidos en la crisis de 2008, recibió un préstamo, entregó acciones para garantizar el pago, y cumplió.

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