Enrique
Galván Ochoa.
En una
audiencia anticlimática por video, Emilio Lozoya finalmente habló ante un juez
mexicano. Lo mas importante que expresó está contenido en tres párrafos:
–Agradezco se me informen los hechos que se me imputan. Mi compromiso fue
renunciar al juicio de extradición para que se aclare mi situación jurídica y
en el momento de la exposición de datos de prueba demostraré que no soy
responsable ni culpable de los delitos que se imputan.
–Como
comenta mi abogado, quisiera añadir y hacer de su conocimiento con relación a
los hechos, objeto de esta investigación, fui sistemáticamente intimidado,
presionado, instrumentalizado.
–Asimismo,
manifiesto que denunciaré y señalaré a los autores de estos hechos y vuelvo a
reiterar mi compromiso de colaborar con las autoridades del Estado mexicano.
Confirmó
a sus representantes legales, Miguel Ontiveros Alonso y Alejandro Rojas Pomeda.
Su defensa trata de convertirlo de acusado a víctima y denunciante. En el marco
de los hechos señalados por las y los agentes del Ministerio Público de la
Federación, el señor Lozoya fue utilizado en su calidad de instrumento no
doloso, en el marco de un aparato organizado de poder que se alejó del derecho
de cara a la comisión de hechos como los referidos por la representación social
el día de hoy. Anoche, el juez Artemio Zúñiga Mendoza decidió sujetarlo a
proceso, seguirá en el hospital, pero ya curado probablemente podrá irse a casa
con brazalete electrónico.
La batalla
de las vacunas.
La
farmacéutica Moderna está lanzando su vacuna contra el coronavirus en torno a
50 a 60 dólares por dosis, según informan compradores potenciales; es un precio
mayor a lo que otros fabricantes han acordado cobrar a los gobiernos. El precio
se aplicaría a Estados Unidos y otros países de altos ingresos. Las acciones de
la compañía con sede en Boston se han disparado casi 325 por ciento en lo que
va del año, ya que su vacuna mostró signos tempranos de efectividad. Esta
semana amplió su acuerdo de financiamiento con el gobierno de Estados Unidos,
que ha invertido cerca de mil millones de dólares. El precio que busca Moderna
no es probable que sea definitivo. En un rango de aproximadamente 50 a 60
dólares por dosis parece ser más alto que lo convenido por Pfizer y su socio
alemán BioNTech la semana pasada en un acuerdo de pre-pedido con el gobierno, a
19.50 por dosis. AstraZeneca, mientras tanto, firmó un acuerdo con los Países
Bajos, Alemania, Francia e Italia, de tres a cuatro dólares por dosis.
¿Se acerca
el final del dólar?
El grupo
financiero Goldman Sachs sostiene que el dólar estadunidense está en peligro de
perder su estatus como moneda de reserva del mundo. Con el Congreso de EU
negociando un segundo paquete de rescate para apuntalar una economía devastada
por la pandemia, y la FED aumentando su balance en unos 2.8 billones de dólares
este año, los estrategas de Goldman Sachs advierten que la política
estadunidense está desencadenando temores de degradación de la moneda que
podrían poner fin al reinado del dólar como la dominante en los mercados de
divisas. La moneda que sustituiría al dólar sería la china.
La guerra
del petróleo.
Pemex
salió mal herido de una guerra que no provocó, pero de la que no pudo escapar:
la guerra del petróleo que libraron los países árabes, Rusia y los productores
de petróleo de esquisto de Estados Unidos. Se fueron a pique sus ingresos en
casi todas las líneas de producción por la caída de precios y consumo. Las
pérdidas netas de Pemex en el trimestre abril-juio fueron de 44 mil millones de
pesos. Un año antes habían sido de 53 mil millones. Aparentemente mejoraron sus
números. Pero si la comparación se hace en forma semestral, de enero a junio,
las pérdidas de la compañía se amplían hasta 606 mil 687 millones. La única
buena noticia es que no se declaró en quiebra como numerosas compañías
petroleras.
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