Por Luciano
Campos Garza.
Ecologistas
de la localidad denunciaron que sobre el lecho del río Santa Catarina,
afluente por el que se desfogan los huracanes que golpean la zona metropolitana
de Nuevo León, es construida, sin permiso, una carretera de casi 8 kilómetros,
patrocinada por el gobierno federal.
De acuerdo a
esta alerta ciudadana, dada a conocer por los activistas Antonio Hernández,
Ximena Peredo y Angel Tovalín, el Viaducto Urbano Santa Catarina, se
construye fuera del trazo autorizado por la Semarnat, como una extensión de la
Autopista Monterrey-Saltillo, según consta en el expediente
SGPA/DGIRA/DG/08423.
La obra
que emprende la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a través de la
empresa constructora Garza Ponce autoriza, con base a coordenadas, un área de
afectación que hasta ahora es de unas 60 hectáreas en el tramo en construcción
que hay entre los municipios de San Pedro, Santa Catarina y Monterrey, entre el
área de La Huasteca y el Bulevard Antonio L. Rodríguez, al poniente de la zona
metropolitana.
Sin embargo,
según el biólogo Hernández Ramírez, las coordenadas no demarcan un polígono
de afectación, sino una línea imaginaria que carece de profundidad, por lo que
se encuentran fuera de autorización todos los trabajos que actualmente son
efectuados en ese espacio de 7.5 kilómetros de extensión.
Los
activistas que integran el Colectivo Río Sin Viaducto entregaron el 3 de
marzo pasado a la delegación de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental
una denuncia por esta irregularidad, sin que la autoridad les haya dado
respuesta seis meses después.
Por ello,
efectuaron otra visita a la delegación el 27 de agosto y se reunieron con la
encargada del despecho Elva Gricelda Garza Morado y dos inspectores, quienes,
según se percibe, no conocían el contenido de la denuncia.
En la
entrevista con Hernández, Peredo y Tovalín, los trabajadores de Profepa reconocieron
que la autorización que exhiben de la Dirección General de Impacto Ambiental
contiene un error, pues al autorizar una línea y no un área, las 60 hectáreas
construidas están fuera de las coordenadas autorizadas.
Garza
Morado se comprometió con los activistas a efectuar una inspección en el sitio,
al día siguiente, pero horas más tarde le anunció que postergaría la diligencia
para el viernes, aunque luego hubo otro aviso, de nueva cita para el sábado y,
posteriormente, para el lunes pasado, aunque ese recorrido no ocurrió.
En
entrevista, Hernández señaló que denuncian esta construcción en el lecho del
río, y exigen la revocación de su permiso, porque implica la pérdida de
biodiversidad, y destrucción de vegetación, que es hábitat para la vida silvestre.
También se
observa, con estos trabajos de vialidad, peligro por inundación, ya que la
modificación del río puede afectar sectores en riesgo hidrometeorológico,
además que la construcción de pavimento en el lecho genera condiciones en la
superficie que provocan más celeridad en la afluente, en caso de crecida, y la
corriente se vuelve más peligrosa.
“Nos
preocupa profundamente que la integridad del Río Santa Catarina dependa, en
este momento, de la acción inmediata de una dependencia que ha mostrado inacción
y, por lo menos, negligencia, si no corrupción, en el tratamiento de nuestra
denuncia y en el cuidado del río Santa Catarina, un ecosistema vital para la
sustentabilidad de Monterrey y su zona metropolitana”, expuso Hernández Ramírez.
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