Por Alejandro
Caballero.
El punto
más álgido de la sesión de apertura del tercer año de la LXIV Legislatura se
dio cuando subió a tribuna el coordinador de los diputados de Morena, Mario
Delgado Carillo.
Desde la bancada
panista, la más activa en su papel de fuerza opositora, algunos legisladores
gritaban: “dos años perdidos” exhibiendo carteles con la misma leyenda.
Entonces, dejando
a un lado su discurso que entraba al tema de la corrupción, el diputado
morenista les reviró:
“Entiendo
a los legisladores de la derecha que dicen dos años perdidos; veo en su cara la
desesperanza porque seguramente llevan perdidos dos años de moches, porque se
acabaron los moches a los que estaban acostumbrados”.
Como la
bancada panista no cesara en su postura, Delgado Carrillo les restregó:
“entiendo además que traigan la pólvora en la piel por los cañonazos que
recibieron para aprobar la reforma energética”.
Rodeando la
tribuna de San Lázaro, acompañando a su coordinador, decenas de legisladores
morenistas arengaban: “¡Fuera moches!, ¡Fuera moches!, ¡Fuera moches!
La
afrenta panista rompía la monotonía de discursos políticos del PRI, PAN, MC y
PRD que, olvidando sus responsabilidades pasadas como gobierno, o bien su
complicidad con las gestiones de las administraciones prianistas, criticaron
sin tregua la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como los
posicionamientos de las bancadas del PVEM, PES y PT, aplaudidoras sin
autocrítica alguna del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Al cierre de
su discurso, con el que se ponía fin a la sesión parlamentaria, que en su
arranque registró la asistencia de 412 diputados de 500 y de 72 senadores de
128, Mario Delgado puso contra la pared a los partidos opositores.
Anunció
que a nombre de su grupo parlamentario presentará nuevamente la reforma
constitucional para que se disminuya el financiamiento a los partidos políticos
en un 50%.
“No
podemos permitir que todas las familias de México estén en crisis económica mientras
los partidos gocen de más recursos”, anticipó.
En su
posicionamiento, destacó como principal logro de la Cuarta Transformación
haber elevado a rango constitucional los derechos sociales de la ciudadanía.
Dijo que “ante
un país dejado en ruinas, en bancarrota y en estado de cáncer terminal” por los
gobiernos del PRI y el PAN, la agenda fundacional del gobierno de López Obrador
se basaba en desterrar la corrupción, reducir la desigualdad y recuperar la paz
con justicia.
Subrayó que con
el gobierno actual “se acabó el presidente socio, el presidente compadre”, y
reiteró que este miércoles 2 aprobarán la eliminación del fuero al presidente
para que pueda ser juzgado como cualquier ciudadano.
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