Enrique
Quintana.
El día de
ayer hablé con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera. En las páginas de El
Financiero puede encontrar la entrevista completa.
No le voy a
repetir lo que me dijo. Más bien quiero darle mis percepciones e impresiones de
quien tiene a su cargo las finanzas del país.
Hablamos en
uno de los salones cercanos a su oficina del ala norte del Palacio Nacional.
Con todo y
que se mantiene el mismo mobiliario desde hace muchos años, se percibe una
institución más austera, con mucho menos personal que en el pasado. Ya no se
ven transitando ayudantes de un lado para otro.
Percibí que
Herrera se encuentra más cómodo en el cargo que en el pasado… lo cual es algo
significativo para los tiempos que corren.
Me comentó
las muchas horas que ya llevaba en su oficina siendo apenas media mañana pues,
como en cada ocasión que le toca asistir a las conferencias mañaneras, tuvo que
estar en el Palacio Nacional desde las seis.
Antes de
comenzar con la entrevista formal comentamos respecto a la reacción de los mercados
al Paquete Económico.
A veces una
es la opinión de los analistas y otra la de quienes compran y venden títulos de
México, y el hecho es que el contenido del Paquete no sorprendió. Por ejemplo,
los indicadores de los seguros por incumplimiento que reporta Bloomberg
estuvieron en 118 puntos, frente a los niveles de más de 300 puntos que habían
alcanzado en abril. Aunque siguen arriba de los menos de 100 puntos que
tuvieron al empezar el año. Se movieron poco en los últimos dos días.
La BMV tuvo
movimientos marginales, lo que implica que la propuesta de Hacienda
prácticamente no influyó en su comportamiento. Y el tipo de cambio frente al
dólar estuvo en línea con otras monedas.
Herrera me
comentó de sus vivencias durante el tiempo que tuvo Covid-19 y me refirió que
fue virtualmente asintomático, a pesar de que, de acuerdo con los reportes de
los médicos, tenía una alta carga viral.
Lo atribuye
a un estilo de vida que lo convierte quizás en el integrante del gabinete más
deportista, lo que le permite bajar el estrés en un cargo en el que lo tiene a
carretadas.
Déjeme
referirle dos temas de la conversación que fueron relevantes. Yo le expresé que
no se consideraba creíble el nivel de producción petrolera que se había
propuesto en los Criterios Generales de Política Económica. Y en respuesta me
recordó que, en México, hoy existe tanto la producción de Pemex como la de las
empresas privadas. Una parte del incremento previsto para el próximo año
provendrá de la mayor producción del sector privado.
Este tipo de
afirmaciones a veces no gustan a sus colegas de gabinete o incluso al
presidente de la República. Pero se trata de un hecho.
Otro tema
que llama la atención en los Criterios Generales de Política Económica es la
estimación que se presenta para el crecimiento del periodo 2022-2026 y que
ronda el 2.5 por ciento al año.
Herrera me
refirió que ese dato desató fuertes discusiones en su equipo interno y que él
piensa que la economía mexicana tiene una capacidad sin utilizar que hace
posible pensar en un crecimiento del PIB más elevado en el mediano plazo, pero
que en el ejercicio de proyección tomaron en cuenta las referencias históricas,
que indican que así hemos crecido a lo largo de varias décadas.
Me dijo que
la Cámara de Diputados aún no le da una fecha específica para su comparecencia,
en la que tendrá que defender la estrategia que fue presentada hace un par de
días, pero que, desde luego, está listo para acudir.
Más allá de
los detalles, por la impresión que me causó, creo que, pese a las condiciones
más difíciles de la economía del país, no tendrá demasiado problema para
hacerle frente a las preguntas y cuestionamientos de los legisladores.
En unos días
veremos si mi impresión fue correcta.
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