Raymundo
Riva Palacio.
México en
riesgo no es un lugar común, como algunos pudieran pensar. Es como se titula el
último informe del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales de
Washington, que hizo un amplio diagnóstico sobre lo sucedido en el gobierno de
Andrés Manuel López Obrador desde el punto de vista geopolítico, con la
perspectiva de lo que significa para Estados Unidos la profundización de las
crisis que ha desatado el mismo Presidente, según consideran, y las que se le
han sumado por factores exógenos, como el Covid-19. Su audiencia no es Palacio
Nacional, sino la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Capitolio. Su
interés no es México per se, sino lo que su descarrilamiento significaría para
la seguridad nacional de esa nación.
El Centro
para Estudios Estratégicos e Internacionales es un laboratorio de ideas y
propuestas –un think tank–, considerado el más influyente en temas de seguridad
nacional y militares, por cuyas oficinas han pasado varios de quienes fueron
piezas claves en gobiernos republicanos y demócratas, como Henry Kissinger,
Zbigniew Brzezinski y Richard Allen, consejeros de seguridad de Richard Nixon,
James Carter y Ronald Reagan, secretarios de Defensa como Harold Brown, o
exjefes de la CIA, como James Schlesinger. El autor del reporte, Evan Ellis,
asociado al programa de América Latina del CSIS, por sus siglas en inglés, es
además, profesor de estudios estratégicos en el Colegio de Guerra del Ejército.
Para decirlo
claramente, lo que dicen lo escuchan en Washington. Y lo que pintan en el
horizonte mexicano está lleno de tormentas y peligros. “México, cuya
estabilidad y bienestar es vital para Estados Unidos, está atrapado actualmente
en crisis preocupantes, que se alimentan mutuamente, en salud, economía y seguridad”,
escribió Ellis. “Es del mayor el interés de Estados Unidos, pese a estar
distraído en sus propias luchas, ser un vecino particularmente bueno y atento a
lo que necesite México en estas horas”.
El
diagnóstico pinta un gobierno ineficaz en lo económico, en el manejo del
coronavirus y en la seguridad. Es crítico también de López Obrador porque,
estima, un componente de las múltiples crisis que enfrenta son producto de sus
propias acciones. “Más allá de la contracción de la actividad económica y el
entorno hostil a la inversión, la pandemia de Covid-19 creó una crisis fiscal
creciente en México, pese al compromiso de AMLO de austeridad”, agregó Ellis.
“La crisis
redujo los ingresos de México de las actividades productivas nacionales y las
exportaciones, al mismo tiempo que ha obligado al gobierno federal a
incrementar el gasto, incluidos 135 mil millones de pesos para la población
vulnerable impactada por la pandemia. La combinación de precios de petróleo
bajos y las deficiencias internas, han convertido a Pemex en la principal fuga
de recursos, en lugar de ser un generador de ingresos, sumando dos mil millones
de dólares de deuda en el segundo trimestre de este año. En junio, el Banco
Mundial extendió su línea de crédito de mil millones de dólares para ayudarle a
México a sortear la crisis, por lo que se espera que la deuda pública salte de
45 por ciento a 60 por ciento para fines de año”.
Los datos
que aporta el informe son distintos a aquellos con los que López Obrador satura
diariamente a la opinión pública nacional. No porque sean diferentes, sino por
la tramposa interpetación al hablar de ellos, o abiertamente mentirosa, como
cuando afirma que la situación económica está bien y que la recuperación tras
el Covid-19 será rápida. “Con negocios eliminados de manera permanente y un
sistema financiero cojo, se puede argumentar que México enfrenta el riesgo de
perder una década de crecimiento económico, mucho más grave que el periodo que
siguió a la suspensión de pagos de la deuda en 1982”, adelanta Ellis. “El
deterioro de la situación en México amenaza con impactar a Estados Unidos en
múltiples formas”.
El experto
menciona los desafíos globales como el terrorismo –el temor que por la frontera
común entren personas o grupos que quieran cometer actos violentos en
territorio estadounidense- o la pandemia del coronavirus –que requiere de
colaboración bilateral estrecha para evitar un ir y venir de contagios–, que
son temas a los cuales el presidente Donald Trump se ha referido varias veces
en tono de desprecio a México y como enemigo de los intereses de su país. Algo
que no ha abordado Trump, pero explora ampliamente Ellis, es la ventana de
oportunidad que se le ha abierto a China para expandirse en México, ante las
necesidades inmediatas de López Obrador en inversión y medicinas, y el vacío
que está dejando Estados Unidos.
En el tema
estrictamente bilateral, Ellis no es menos ominoso. Un eventual colapso de la
economía mexicana, afirmó, agravaría la forma como la crisis sanitaria y
económica existente afecta las cadenas de valor con el mercado norteamericano,
que podría detonar que millones de mexicanos y centroamericanos “desesperados”
busquen emigrar a Estados Unidos, mientras que el deterioro en la seguridad
podría incrementar el flujo de drogas letales a ese país, extendiendo la
violencia en ambos lados de la frontera.
La
multiplicidad de crisis incrementaría el caos político, que animaría a las
corrientes más duras de López Obrador, a quien podrían empujar a un “gobierno
políticamente caótico y radicalizado”, que minaría la relación y cooperación
con Estados Unidos e iría en contra de la agenda estadounidense, como su
posición con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. “Los dilemas que
confronta México son graves”, añadió Ellis. “Las opciones disponibles para
México y Estados Unidos para enfrentar los problemas no son ni fáciles ni
baratas, pero el costo de la inacción es inaceptable”.
El informe
recomienda que Estados Unidos rescate a López Obrador, al que ve sobrepasado e
incapaz de sortear las crisis que enfrenta. Cínicamente hablando, es lo que
espera López Obrador, aunque diga lo contrario.
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