Por Claudia
Villegas.
El
desabasto de medicamentos para los niños con cáncer que detonó la penúltima
semana de septiembre fue provocado por el incumplimiento de las normas
sanitarias en las plantas de Laboratorios Pisa, que elaboran el fármaco
metotrexato. Documentos de la Cofepris y de Hacienda, confirmados por fuentes
cercanas al caso, indican que ese grupo farmacéutico trató de presionar al
gobierno federal con su condición de proveedor principal para obtener
facilidades indebidas a fin de reanudar su producción.
Frente a la
emergencia que generó la escasez en hospitales del medicamento genérico
metotrexato, para tratamiento del cáncer en niños, un grupo de laboratorios
presionó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para obtener condiciones
preferenciales en la venta de este producto.
Más aún,
buscó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
(Cofepris) liberara a estos laboratorios de revisiones y certificaciones
sanitarias.
Con base en
información del sector farmacéutico mundial y la Food and Drug Administration
(FDA) de Estados Unidos sobre la escasez del principio activo con el cual se
elabora el metotrexato –esencial para destruir células cancerosas,
especialmente en la leucemia infantil–, directivos de varios laboratorios
pugnaron ante las secretarías de Salud y Hacienda, además de la Cofepris, por
recuperar las líneas de producción de Laboratorios Pisa, que controlan
prácticamente la mitad del suministro del medicamento al sector público.
Hugo Bobadilla,
director de Ventas a Gobierno de Laboratorios Pisa, pidió a la SHCP que los
apoyara ante la Cofepris para “acelerar procesos administrativos” para
reactivar la línea de producción de su planta en Coyoacán y evitar el desabasto
total del metotrexato.
Luego de que
varios hospitales del Sector Salud denunciaran que algunos fármacos causaron
daños a pacientes con cáncer, Pisa enfrentó la clausura de su principal
planta de oncológicos, así como inspecciones a 17 instalaciones de su filial
SAFE, una central de mezclas que se ha convertido en el principal contratista
del gobierno en este segmento.
Al cierre de
esta edición sólo 10 centrales de mezclas de SAFE habían aprobado las
inspecciones, mientras que las de la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey,
Mérida, Tampico, Sinaloa y Toluca permanecen cerradas. Según fuentes de la
Cofepris, sólo las centrales de mezclas sin problemas podrán recibir el
metotrexato que se compró al laboratorio francés Maylan.
La
respuesta de la SHCP a la petición de Bobadilla para que interviniera ante la
Cofepris fue negativa: “Están reconociendo que vienen en sentido contrario, que
chocaron con un poste, que golpearon a un policía y aun así nos piden
intervenir; no creemos que así deban funcionar las cosas”, le dijo un alto funcionario de la
SHCP al ejecutivo de Pisa.
También
intercedió ante la Cofepris por Laboratorios Pisa el titular de la Comisión
Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta
Especialidad (CCINSHAE), el oncólogo Alejandro Mohar. Personalmente solicitó a
la autoridad regulatoria que recibiera a los directivos de la firma con sede en
Jalisco para hablar sobre la suspensión de su planta.
En la
Cofepris se confirmó la recepción de una solicitud de Mohar para promover un
“acercamiento” con el corporativo, cuyas ventas pasaron de 3 mil 600 a casi 7
mil 900 millones de pesos sólo en el mercado privado: un crecimiento de más del
100% en cinco años, de acuerdo con datos del sector farmacéutico.
Otras dos
fuentes vinculadas con el caso confirmaron la información sobre la petición
de Mohar en favor de Pisa.
La
CCINSHAE se encargó de la evaluación legal, administrativa y económica en el
proceso de las compras consolidadas de medicamentos para 2020. El funcionario a
quien Mohar encargó este procedimiento fue el médico Heberto Arboleya Casanova.
La
reunión entre los directivos de Pisa y la Cofepris se realizó en mayo pasado.
Ahí la empresa reconoció sus faltas y se comprometió a subsanarlas.
Antes de eso
los directivos de Laboratorios Pisa le solicitaron al ente regulador que
“liberara un lote de 17 mil ampolletas de metotrexato” que ellos tenían en sus
inventarios, a fin de distribuirlos y cumplir sus compromisos con el Sector
Salud. Pero LA COFEPRIS ARGUMENTÓ QUE “NO PODÍA LIBERAR LO QUE NUNCA HABÍA
INCAUTADO”.
A partir
del 2 de septiembre Mohar declaró ante reporteros que la producción de
metotrexato se había regularizado y ya no habría desabasto. No obstante, fue
hasta el 24 de ese mes cuando el gobierno federal confirmó que había comprado
de emergencia el fármaco a la empresa Maylan.
El
oncólogo también sugirió a la Cofepris que, mientras se regularizaba Pisa,
otorgara un permiso para que la firma ULSA Tech maquilara el metotrexato, ya
que las existencias durarían unas dos semanas y se agotarían alrededor del 24
de septiembre.
La SHCP
rechazó la propuesta de ULSA Tech, que pedía 300 pesos por 50 mg, cuando el
gobierno federal paga 58 pesos; es decir, el precio era cinco veces mayor. Además,
el acuerdo estaba sujeto a que la Cofepris le otorgara a la empresa una
certificación de buenas prácticas.
LAS RAZONES
DE LA COFEPRIS.
En
febrero pasado personal del Hospital del Niño Poblano denunció ante la Cofepris
que pacientes a los que se les aplicó el metotrexato elaborado por Pisa
enfrentaron reacciones adversas. Al menos 18 niños fueron afectados por la
aplicación del fármaco en mal estado.
La
preocupación de las autoridades sanitarias aumentó cuando en Jalisco se
denunciaron 52 casos de infección por la bacteria Leclercia adercarborxylata.
Después se amplió a 62 pacientes el contagio vía el torrente sanguíneo por los
paquetes de nutrición parental total que la central de mezclas SAFE vende a los
hospitales del sector público, en este caso al Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS).
La Cofepris integró
un equipo de expertos para verificar las condiciones en que operaba la planta
de Pisa en la Ciudad de México. En un abultado expediente quedaron registradas
las irregularidades operativas y sanitarias de Pisa durante la producción de
metotrexato, particularmente en su presentación inyectable.
En la
primera visita los especialistas encontraron que el Certificado de Buenas
Prácticas (CBP) ya no estaba vigente. Luego confirmaron que la línea de procesos para la
producción de metotrexato no cumplía la norma. Posteriormente comprobaron que
varias otras plantas de SAFE tampoco tenían CBP válido.
Un CBP de la
Cofepris indica el estricto apego a las normas sanitarias para garantizar que
un laboratorio tenga “insumos para la salud seguros y eficaces” y cumplir la
Norma Oficial Mexicana 0059-SSA1. Pisa había dejado de estar en regla en
mayo pasado, aunque desde el último bimestre de 2018 se preparaba para
participar en la licitación de compras consolidadas de medicamentos del Sector
Salud para 2020.
La
farmacéutica tenía contratos vigentes con el Sector Salud para abastecer de
metotrexato a los institutos, al IMSS y al ISSSTE. El 9 de mayo la Cofepris
aplicó “la medida de seguridad consistente en suspensión de la línea de
producción del metotrexato” por “irregularidades en los procesos de
producción”.
De acuerdo
con el ente regulador, Pisa sabía del incumplimiento, pero sus directivos no
iniciaron los procedimientos para renovar su CBP, requisito indispensable para
vender al gobierno federal y al sector privado.
El jueves 12
Maite Miñaur Bazterrica, directora de Asuntos Regulatorios de Laboratorios
Pisa, hizo contacto con la Cofepris. Señaló que el 7 de octubre sus
laboratorios ya estarían listos para recibir al personal que verificaría que ya
se había subsanado la línea de producción, y hacia mediados de octubre estarían
en condiciones de producir el metotrexato.
Laboratorios
Pisa es un monopolio de fabricación de tratamientos oncológicos metotrexato,
vincristina, ciclofosfamida, doxorrubicina, efedrina, soluciones hiperosmolares
y nutrientes parentales, además de suministrar insulina al gobierno federal. Es
su principal proveedor.
El grupo
farmacéutico es socio comercial de Distribuidora Internacional de Medicamento y
Equipo Médico (Dimesa), empresa vetada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para la
venta de medicamentos al Sector Salud.
La
distribuidora cuenta con contratos de servicios de farmacias subrogadas en el
Hospital General Dr. Manuel Gea González, Instituto Nacional de Ciencias
Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Instituto Nacional de Perinatología
Isidro Espinoza de los Reyes y el Hospital Infantil de México, Federico Gómez.
No obstante, dejó de suministrar al Hospital Infantil el medicamento de su
socio Pisa.
A la
fecha ninguna autoridad hospitalaria ha notificado del incumplimiento de
contrato por Dimesa.
Competencia Amiga.
Pese a
que supuestamente rivaliza con Pisa, el laboratorio Asofarma rechazó la primera
convocatoria del gobierno para presentar su catálogo, en el que se incluye el
metotrexato, según fuentes que participaron en una reunión entre Hacienda y la
empresa.
Los
ejecutivos de Asofarma contestaron a los funcionarios que si realmente
necesitaban ese medicamento “resolvieran los problemas con Laboratorios Pisa”.
Sólo
cuando también enfrentó la presencia de los visitadores de la Cofepris,
Asofarma acudió ante la SHCP y le expresó que para abastecer al sector
necesitaba reactivar su línea de producción, para lo que requería un contrato a
dos años, la adjudicación directa y un anticipo. Además, le tomaría un semestre
suministrar las primeras ampolletas del fármaco. Hacienda rechazó esas
pretensiones.
Esto
ocurrió después del 28 de junio, cuando se declaró desierta la licitación para
adquirir mil 900 claves de medicamentos y materiales de curación, 62% de las
requeridas por el Sistema Nacional de Salud para el cierre del año. De esos
productos, 655 correspondieron a medicamentos; entre ellos el metrotexato, que
no fue adquirido por subasta electrónica.
El desabasto
del medicamento inició el 26 de agosto en el Hospital 20 de Noviembre del
ISSSTE y en el Hospital Infantil. El Instituto Nacional de Cancerología
(Incan) y el IMSS ofrecieron el fármaco al segundo. El Incan también cuenta con
un contrato de servicios de farmacia subrogados con Maypo, empresa vetada que
lo abasteció con medicamentos de Pisa, pero estos laboratorios no surtieron al
Infantil.
Cofepris
tenía registradas en almacenes de Pisa más de 20 mil unidades, de las cuales al
día siguiente del evento en el Hospital Infantil de México salió a entregar a
Dimesa 17 mil unidades que no correspondían a los lotes en la planta que fue
suspendida por la Cofepris.
Antes, el
30 de junio, las secretarías de Salud y de Hacienda aseguraron en un comunicado
que había resistencias “naturales” a su nuevo modelo de adquisiciones, pero que
ya se había dado un primer paso para construir el esquema que regiría las
compras consolidadas.
Si bien
la compra consolidada para el próximo año registraba ya un retraso de al menos
un semestre, para la SHCP y la SSA la adquisición de fármacos para el IMSS, el
ISSSTE, así como los institutos de especialidades médicas, se daría en tiempo y
forma para cubrir las necesidades del próximo año.
Sin embargo,
la aparente crisis de suministro del metotrexato y las quejas de padres de
niños con cáncer ante los medios de comunicación le añadieron presión al
proceso. Además, los ejecutivos de Zurich Pharma insistieron ante la
SHCP que se avecinaba una emergencia ante los problemas de suministro de
materia prima a nivel mundial.
Tradicionalmente,
ante la gran participación de grandes farmacéuticas con sede en China y la
India, el mercado de metotrexato no enfrenta problemas de suministro, pero es
muy sensible al cierre de plantas. Este año, además, el gobierno británico le pidió a su sector
farmacéutico consolidar inventarios de al menos seis semanas de los principales
medicamentos que necesita el país, ante su cercana salida de la Unión Europea.
Mediante su
Comisión de Evidencias y Riesgos, la Cofepris cuenta con información de que
la Agencia Española de Regulación suspendió el registro de dos de los principales
fabricantes chinos del principio activo del metotrexato. Uno de ellos es
proveedor de Pisa.
A principios
de este año, la FDA estadunidense incluyó al metotrexato en su presentación
inyectable en la lista de fármacos con posibles problemas de desabasto. Para la
Cofepris esa alerta constituye un aviso comercial, no una preocupación
sanitaria, y esperará hasta el 7 de octubre la revisión de la planta de Pisa
para conocer la situación de su línea de producción.
Mientras
tanto, el gobierno federal compró metotrexato al laboratorio francés Mylan y
obtendrá más con la firma Teva desde Brasil y Argentina. La compra
internacional promedio ponderada resultó en 262 pesos, es decir 3%
superior a la nacional.
Para las
autoridades de la SHCP y la Cofepris, el mercado del metotrexato y las
centrales de mezclas debe contar con más proveedores.
Pisa
monopolizaba en la práctica el abasto de medicamentos oncológicos y de otras
especialidades a través de Dimesa y Prefarma, empresas de su mismo grupo, y
mediante sus socios comerciales CPI, Grupo Fármacos, CIMSA y Ragar.
Por su
parte, SAFE –también del Grupo Pisa– opera en el país 17 centros de mezclas,
adonde llegan los medicamentos para elaborar los “cocteles” que el oncólogo
prescribe a cada paciente con cáncer.
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