Por Gabriela
Hernández.
En una
más de las contradicciones que han envuelto el percance aéreo en el que
fallecieron la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo y el senador Rafael
Moreno Valle, sus respectivas actas de defunción marcan que murieron a las
17:25 horas del 24 de diciembre de 2018, casi tres horas después de que se desplomara
el helicóptero en el que viajaban.
En la
transcripción que dio a conocer el 28 de febrero la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT) sobre la comunicación que tuvo el día del
percance la torre de control y los pilotos del Agusta A109, matrícula XABON, se
puede establecer que la hora de la caída de la aeronave fue entre las 14:36 y
las 14:39 horas en terrenos de cultivo de Santa María de Coronango.
De acuerdo a
esto, la última comunicación que tuvo la tripulación de la aeronave con la
torre de control fue a las 14:35:40 horas y ya para las 14:39:29, no
respondieron a ninguno de los 11 intentos que hicieron los operadores para
entablar contacto.
Sin embargo,
en las actas de defunción tanto de Alonso Hidalgo como de Moreno Valle,
expedidas por el Registro Civil de Puebla con los números de folio 697,411 y
697,413, respectivamente, se lee que fallecieron a las 17:25 horas del 24 de
diciembre de 2018.
Una hora
antes de eso, a las 16:33 horas de ese lunes, el presidente Andrés Manuel López
Obrador informó a través de su cuenta Twitter que había recibido información de
un accidente en Puebla por el desplome de un helicóptero. “Por confirmar que
iban la gobernadora Martha Erika Alonso y el exgobernador Rafael Moreno Valle”,
escribió en ese momento.
Una hora
después de eso, a las 17:29 (cuatro minutos después de la hora que establecen
las actas) fue la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) la que confirmó la
noticia.
Tramitadas
por el ciudadano Guillermo Medina Álvarez y el abogado Alberto Peralta Merino
quienes interpusieron una demanda por la cremación de los cuerpos de ambos
políticos a unas horas de haber ocurrido el percance, las actas de defunción de
ambos políticos poblanos quedaron asentadas en el Juzgado 01, Libro 5 y actas
números 972 y 976, el 25 de diciembre de 2018.
En ellas se
establece que los certificados de defunción 180618708, de Alonso Hidalgo y el
180618704, de Moreno Valle, fueron expedidos por el médico Gerardo Josimar
Martínez Martínez, cédula profesional 9201315, quien habría estado a cargo de
las autopsias de ambos.
Peralta
Merino señala que ambos documentos fueron obtenidos para exhibirse en la
audiencia de control por la demanda que presentaron para pedir que se
investigue las posibles responsabilidades que tuvieron los funcionarios que
autorizaron la cremación de los cuerpos al presumir que se cometió el delito de
desaparición de pruebas.
Abogado
insiste en hipótesis del atentado.
Aunque el
caso quedó sin materia el viernes pasado, porque la audiencia no se llevó a
cabo, el abogado aclara que a través de otros ciudadanos volverán a presentar
otra denuncia en los mismos términos para exigir que se investigue las razones
de esta premura por desaparecer los cuerpos, cuando hasta la fecha existe una
carpeta de investigación abierta y no se ha descartado la hipótesis del
atentado.
En el caso
de la hora del fallecimiento, que públicamente se sabe que ocurrió entre las
14:36 y las 14:39 horas del 24 de diciembre y no a las 17:25 horas como lo
marca el acta oficial de defunción, el litigante señala que además de ser
una más de las irregularidades que han enrarecido el caso, podría tener otras
implicaciones.
Una de
ellas, es si realmente se llevaron a cabo las autopsias de los cuerpos, cosa
que ya se ha especulado debido a la rapidez con la que se habría realizado el
procedimiento, pues las necropsias de las cinco víctimas del siniestro se
realizaron en menos de 11 horas.
La cronología
de los hechos,
conforme al seguimiento que hicieron los medios de comunicación, indica que
los cuerpos llegaron al Semefo a las 22:00 horas de ese 24 de diciembre y que
poco después de las 9:00 de la mañana del 25 salieron de ese lugar para llevarlos
a la Funeraria “Valle de los Ángeles” y para las 13:00 horas se inició el
procedimiento de cremación.
En enero, el
Poder Judicial clasificó como reservados los dictámenes de necropsias
realizadas a Alonso, a Moreno Valle Rosas, así como a su asesor Héctor Baltazar
Mendoza y a los pilotos Roberto Copee Obregón y Marco Antonio Tavera Romero,
quienes igual fallecieron en el percance que aún está en investigación.
Peralta
Merino considera que la hora que se asienta en las actas de defunción daría
a entender que ambos políticos sobrevivieron al desplome de la aeronave, cosa
que, se sabe, no ocurrió.
Otra de
las implicaciones que tendría este “error” y que el abogado considera que sería
realmente el asunto de fondo, son las consecuencias que tendría en los juicios
sucesorios por la herencia de ambos políticos, que en el caso de Moreno Valle
hasta ahora lo que se sabe es que murió intestado, mientras que Alonso Hidalgo
sí dejó un testamento.
Peralta
Merino sostiene que al ser fácilmente rebatible la hora de defunción que
señala las actas, los abogados de ambos políticos podrían pedir ser llamados al
juicio sucesorio uno del otro, pues por este “error” no se podría tener certeza
de la “conmorencia”, es decir que murieron al mismo tiempo y se podría
poner en duda la pre-muerte de cualquiera de ellos.
En las actas
hay otras irregularidades, que dan cuenta de la premura con la que se llevó
a cabo el procedimiento, como el domicilio del declarante Alfonso Nava Barraza,
que en un acta declara domicilio en la 11 Sur 1212, y en la otra registra la 31
Oriente 1212, que es la sede de la Fiscalía del Estado.
Igual el
hecho de que en un acta el nombre del médico forense, Josimar, aparece con
una “s” y en la otra con dos.
OTRAS
CONTRADICCIONES.
En los nueve
meses transcurridos desde el percance se han registrado otras contradicciones
sobre estos hechos que a la fecha son investigados por la Dirección de Análisis
de Accidentes e Incidentes de Aviación de la SCT, sin que se haya encontrado
una causa precisa para el desplome del helicóptero.
Habría
que recordar que el día del percance no había problemas climatológicos, ni se
han confirmado hasta ahora fallas mecánicas de la aeronave que era un taxi
aéreo propiedad de la empresa Servicios Aéreos del Altiplano SA. de CV, que
desde ese día cerró sus oficinas en Puebla.
Una de
las irregularidades se refiere al lugar de partida del helicóptero, pues
mientras que el reporte oficial del vuelo marcaba el centro comercial El
Triángulo-Las Ánimas, fue hasta dos meses después que la SCT reconoció que
realmente la nave despegó desde la casa del empresario priista, José Chedraui.
Además de
la cremación de los cinco cuerpos cuando a la fecha no se descarta la
posibilidad de un atentado y la rapidez con la que se realizaron las autopsias,
está el video que dio a conocer la Fiscalía General del Estado sobre la
supuesta llegada de Alonso Hidalgo y Moreno Valle a la casa de Chedraui para
abordar el helicóptero en el que se dirigían a la Ciudad de México.
La
grabación, en la que en ningún momento se puede ver a ninguno de los dos
políticos, marca hora de llegada al lugar entre las 15:03 y las 15:06 horas de
ese día, sin que la Fiscalía hubiera hecho ninguna aclaración sobre esto.
La semana
pasada, la diputada federal panista, Verónica Sobrado, dio a conocer un
informe de la SCT que establece que a la fecha ya se descartaron 9 de las posibles
causas electromecánicas que pudieron provocar una pérdida de control del
helicóptero.
En ese
documento, la Dirección de Análisis de Accidentes e Incidentes de Aviación
de la dependencia aclara que aún se mantienen abiertas tres hipótesis que se refieren
a una falla de los componentes internos de los actuadores lineales, la pérdida
de poder hidráulico en ambos circuitos de control de vuelo y la verificación
del funcionamiento del sistema eléctrico.
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