Por
Redacción / Sin Embargo.
-Con
información de Vania Jaramillo y Mark Stevenson.
Diego
Sinhue Rodríguez Vallejo, Gobernador PANISTA de Guanajuato, dijo estar a favor
de que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declare como terrorismo a
los cárteles mexicanos.
“Estoy a
favor de que se les denomine como terrorismo porque no hay otra manera, eso es
lo que intentan provocar en la población: terror; dejar cuerpos desmembrados y
poner narco-mantas causan terror en la población y si considero, respetando la
política exterior del Gobierno federal y no el estatal, que sí es adecuado. El
enemigo es quien genera la violencia”, opinó el mandatario estatal.
En
entrevista con medios de comunicación, señaló incluso que cualquier refuerzo
norteamericano en seguridad sería bien recibido.
“Si Estados Unidos ve la posibilidad,
yo como Gobernador estaría a favor. Yo creo que al final, todo el apoyo es
bienvenido. El enemigo son los generadores de violencia. Es tal el hartazgo que
los mexicanos verían bien que fuerzas de otros países nos vinieran a ayudar”,
añadió el funcionario estatal.
Los
mexicanos reaccionaron airadamente el miércoles después que el Presidente de
Estados Unidos Donald Trump dijo que designará a los cárteles del narcotráfico
de México como organizaciones terroristas.
Funcionarios
mexicanos y expertos no temen que Trump envíe drones artillados a territorio
mexicano. Dichos ataques han sido un pilar de las operaciones antiterroristas
de Estados Unidos en Pakistán y Afganistán, pero nadie cree que sean lanzados
en México.
Lo que los
mexicanos sí temen es que la designación de terrorismo podría hacer que las
relaciones bilaterales regresen a los días oscuros de la década de 1990, cuando
las certificaciones anuales estadounidenses a las labores mexicanas contra el
narcotráfico eran motivo constante de fricciones.
El
Presidente Donald Trump durante un evento de campaña en Sunrise, Florida, el
martes 26 de noviembre de 2019. Foto: Susan Walsh, AP
Con el
proceso de certificación que estuvo vigente entre 1987 y 2002, México corría el
riesgo de perder apoyo o acceso a financiamiento internacional, así como de ser
objeto de sanciones comerciales, de visado y bancarias. Después de ese periodo
el proceso cambió a una forma menos amenazante.
“Cada vez estos procesos dificultaban
tremendamente la cooperación con los Estados Unidos”, señaló Alejandro Hope,
analista de seguridad de la Ciudad de México. “Esto nos regresa a este asunto”.
En una
columna periodística, el ex Embajador de México en Estados Unidos, Arturo
Sarukhan, se pronunció en contra la aplicación de estrategias contraterroristas
contras los cárteles.
“Cuando la
única herramienta es un martillo, todo parece un clavo”, escribió Sarukhan.
Hope señaló
que la designación de grupo terrorista sólo motivaría a quienes quieren
militarizar la frontera entre México y Estado Unidos, y construir un muro a lo
largo de ella, algo a lo que México se ha opuesto enérgicamente.
“Esto
refuerza y da municiones a los que quieren describir a México como un Estado
fallido, a quienes quieren describir la frontera como una fuente de riesgo, a
los que pretenden que el narcoterrorismo y la migración se traten como asuntos
gemelos”, dijo Hope. “Eso sirve a esa agenda más amplia”.
Los
mexicanos se enojaron por la potencial designación de terrorismo porque,
señalan, violaría la soberanía de México.
SE
PODRUCIRÍA MÁS VIOLENCIA: ANALISTA
El analista
político Javier Osorio señaló este miércoles que catalogar a los cárteles
mexicanos del narcotráfico como organizaciones terroristas, como ha dicho que
quiere hacer el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sería un “gran
error”, entre otras cosas, porque produciría “más violencia”.
“Designar una organización como terrorista es
un mensaje poderoso, hacer este tipo de declaraciones persigue un impacto
emocional y de apoyo popular, pero con consecuencias negativas tanto para
México como para Estados Unidos”, dijo a EFE Osorio, profesor adjunto de la
Escuela de Gobierno y Política Pública de la Universidad de Arizona (UA).
Osorio señaló
que si se llegara a aprobar finalmente esta medida sería un “dolor de cabeza”
administrativo, político y judicial tanto para México como para Estados Unidos.
El también
fundador de la Academia de Análisis de Seguridad, especializada en el Triángulo
Norte de Centroamérica, encuadró esa declaración de intenciones hecha por Trump
en el programa de radio del conservador Bill O’Reilly dentro de su campaña para
las próximas elecciones presidenciales.
“Es
consiente de que los mensajes de odio y agresión son bien aceptados por sus
votantes, ya que lo colocan como un líder que combate el crimen”, subrayó.
Sin embargo,
dijo, “esta medida no será efectiva porque no reducirá la violencia, se
incrementará el abuso de los derechos humanos y todo lo relacionado con el terrorismo
tendrá repercusiones de doble victimización”.
Trump
justificó la necesidad de declarar a los cárteles de la droga como terroristas
en la matanza de nueve integrantes de una familia mormona, los LeBarón, seis de
ellos niños, perpetrada a principios de noviembre en el estado de Chihuahua,
cerca de la frontera con Estados Unidos, cuya nacionalidad tenían algunas de
las víctimas.
“Pero este
hecho -dijo Osorio- fue producto de la confusión entre grupos rivales, no fue
necesariamente matar a civiles de manera indiscriminada para mandar un mensaje
con un perfil político o étnico, pero lo aprovecharon para empujar la agenda
del Presidente y justificar a los cárteles mexicanos como terroristas”.
Osorio
indicó que cuando una organización es declarada “terrorista” se activan
“mecanismos y recursos financieros y militares” con el fin de combatirla y
“combatir el crimen organizado con violencia genera más violencia contra el
Estado y la población”.
Además, los
inmigrantes, así como sus abogados, se encontrarían en una situación muy
vulnerable por estas medidas, ya que en ocasiones son usados por los grupos
delictivos para transportar drogas contra su voluntad.
Otros de los
afectados serían las organizaciones de derechos humanos que buscan
desaparecidos y establecen relaciones con criminales en prisión para obtener
información sobre las víctimas.
Pero por el
sólo hecho de vincularse con estas personas podrían ser acusados de relaciones
con terroristas.
Osorio
explicó que los cárteles no tienen la característica de los grupos terroristas,
quienes ejercen violencia por ideología, política o religión.
“Los
terroristas se enfocan en implementar tácticas violentas indiscriminadamente en
contra de la población, mientras que el crimen organizado ejerce violencia por
motivos económicos”, expresó.
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