Por Julio
Reyna Quiroz.
El
Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) manifestó su oposición al impuesto de 4.5
por ciento al precio de venta final en bebidas alcohólicas que se pretende
aplicar en Oaxaca, Guanajuato y Ciudad de México.
El sector
agrícola, productores y consumidores se verían gravemente afectados poniendo a
la industria mexicana en una situación de desventaja respecto a los grandes
países productores de vino mundial, que en muchas ocasiones privilegian el
volumen y la cantidad, más allá de la calidad del producto, dijo Hans Backhoff
Guerrero, presidente del Consejo en un comunicado difundido este jueves.
En el caso
de la Ciudad de México, el gobierno local pretende un impuesto a la venta
final de bebidas alcohólicas con la finalidad de desalentar su consumo.
Backhoff
Guerrero indicó que el 46 por ciento del precio de una botella de vino
mexicano corresponde a impuestos, por lo que una medida similar “hará nuestro
producto menos accesible para el consumidor, afectando a la cadena de valor que
genera nuestra industria y la cual produce alrededor de 6 mil empleos
directos”.
El CMV
expresó su preocupación al gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez, a
través de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y a Andrés Tapia,
coordinador de la Comisión de Fomento a la Industria Vitivinícola.
Según el
organismo privado, la producción de uva ha cobrado gran relevancia en el
consumo mexicano en los recientes 10 años y en México se destina poco más de 30
mil hectáreas para este tipo de cultivo. Las áreas de cultivo están en 14
estados de la República con cinco vocaciones distintas: uva de mesa, uva de
vino, uva pasa, uva de brandy y uva para jugos y concentrados.
El vino es
considerado un complemento alimenticio a escala internacional, más allá de una
bebida alcohólica, dijo el directivo del CMV.
Explicó
que el aumento de impuestos y recorte de presupuesto solo beneficia a unos
cuantos y arrastraría problemas que van desde la introducción de productos no
certificados al mercado negro hasta afectaciones de salud. El consumo
responsable del vino tiene beneficios cardiovasculares y es bueno para reducir
el colesterol,
apuntó Backhoff Guerrero.
Indicó
que uno de los objetivos principales de la industria vitivinícola mexicana
consiste en incrementar la producción de uva y vino nacional, e impulsar su promoción
en todo el mundo.
Alberto
Curis García, secretario Ejecutivo del CMV, llamó a las autoridades para
revertir la medida y continuar impulsando a la industria nacional, la cual está
en su mejor momento, y apoyar a los agricultores.
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