En
Chihuahua se filtró a algunos medios de comunicación un organigrama de la
corrupción del exgobernador priista César Duarte y su equipo, que contiene
gráficos y listados de 50 funcionarios que supuestamente participaron.
Sólo a las autoridades les
corresponde definir si estas acusaciones son ciertas y si se actuará
jurídicamente contra estos personajes, pero el simple hecho de que se pueda
hablar de 50 involucrados y que parezca real, nos muestra la degradación que se
vivió en esta entidad.
Lo
más grave es que se vincule directamente el asesinato de una periodista,
Miroslava Breach, con estos actos de corrupción, debido a que dieron a conocer
los depósitos y transferencias bancarias por más de 500 millones de pesos, del
presupuesto estatal, hacia el banco del gobernador.
Así
como el hecho de que 200 hectáreas, la mitad de las reservas territoriales del
estado, valuadas en más de 3 mil millones de pesos, fueron vendidas por sólo
200 millones, entre otras informaciones.
Todo esto se dejó correr en ese
sexenio, en donde los excesos del
gobierno de Chihuahua palidecían frente a los de Veracruz de Javier Duarte.
Pero quizá lo más indignante fue ver
salir del Palacio de San Lázaro, con la frente en alto, a Enrique Tarín García,
15 horas después de que intentara rendir protesta como diputado, claro, con su
amparo provisional en la bolsa, que le entregó el juez Primero de Distrito de
Amparo en materia penal de la Ciudad de México.
Es decir, entre ayer y hoy podemos suponer que habrá dos fugados, el exgobernador
César Duarte y Enrique Tarín, porque será difícil que se sienten a esperar que
los aprehendan en caso de ser culpables, y si no que le pregunten a Javier
Duarte o a Julio César Godoy.
Hasta ahora ya hay tres detenidos
del gobierno anterior en Chihuahua, y son Javier Garfio y Ricardo Yáñez,
quienes están acusados de peculado por vender predios por debajo del valor
catastral, así como Gerardo Villegas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.