En el segundo día de trabajos de esta semana para exhumar restos de la fosa de Jojutla, las autoridades retiraron cuatro bolsas, pero se negaron a ofrecer detalles.
Por su parte, familiares de víctimas de desaparición señalaron que por las condiciones en que han sido hallados los cuerpos, se trata de “una fosa clandestina o que ha sido intervenida por la delincuencia organizada”.
De acuerdo con integrantes del colectivo Regresando a Casa Morelos, “hay más porquería con menos cuerpos. Esta fosa está peor que Tetelcingo, las cosas que hemos visto son peores”.
Señalaron que el trabajo se hace cada vez más lento, porque después de haber excavado unos tres metros, los últimos cuerpos ya no se han encontrado en el fondo, sino en los muros de la fosa, lo que ha dificultado la acción, además de que algunos cadáveres han terminado desmembrados por la propia máquina excavadora.
Tranquilina Hernández, madre de Mireya Montiel, desaparecida en septiembre de 2014, dijo que ayer la máquina arrancó las piernas a un cuerpo.
“No están siguiendo los protocolos, no están delimitando la fosa y esto trae como consecuencia que estén maltratando los cuerpos”, manifestó.
Los cuerpos exhumados en estos dos días no cuentan con carpetas de investigación, y según Valentina Peralta, del colectivo Eslabones, “es obvio” que estos últimos “son de una temporalidad distinta a los que exhumamos la semana antepasada”.
Los trabajos comenzaron el pasado 21 de marzo y se esperaba que sólo hubiera 35 cuerpos en la fosa, sin embargo, al término de la semana anterior se habían contabilizado 45, y debajo de ellos se encontraron más restos.
Este martes los trabajos se suspendieron a las 3 de la tarde y reiniciarán el miércoles a las 7 de la mañana.
Por la desorganización en el acomodo de los cuerpos, el colectivo Regresemos a Casa Morelos señaló que la fosa parece haber sido utilizada por “la delincuencia organizada”.
“La lectura, no nada más de esta segunda fosa, sino desde los cuerpos que salieron la semana antepasada, es que se trata de una fosa clandestina o que está sirviendo a la delincuencia organizada, porque vienen sin cabeza, porque vienen maniatados, atados de los pies, porque traen tela canela (en la cabeza), porque (vienen) desmembrados, a unos les cortaron las manos. Entonces, no podemos ocultar lo que se está viendo, no podemos decir otra cosa cuando los mimos cuerpos están hablando por ellos mismos”, apuntó Angélica Rodríguez, madre de Viridiana Rodríguez, desaparecida en 2012.
En breve conferencia de prensa, las integrantes de la organización señalaron que “no se están haciendo bien las cosas, porque no se está siguiendo ningún protocolo”.
Anunciaron la colaboración de peritos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sin embargo, agregaron, el fiscal regional de la zona Sur Poniente de Morelos, a cargo de la diligencia, les impidió el paso a la zona cero.
Este martes, el fiscal general Javier Pérez Durón no se presentó al lugar para explicar los avances del trabajo de exhumación.
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