El gasto en
publicidad oficial aumenta en el gobierno federal pese a la promesa de ahorro y
austeridad. Para 2016 se asignó una
bolsa de 2 mil 408 millones de pesos, pero al cierre del año el gasto creció
hasta llegar a los 8 mil 500 millones, según datos de la Cuenta Pública que
entregó la Secretaría de Hacienda.
Este aumento
de 257% en el gasto respecto a lo aprobado por la Cámara de Diputados ocurre
cuando organizaciones civiles como
Article 19 denuncian que el control que ejercen las autoridades sobre la prensa
mexicana a través de la publicidad oficial atenta cada vez más contra la
libertad de expresión e información en el país.
Hay secretarías de Estado que superan
entre 70 y 90 veces el gasto que se les asignó para este rubro de publicidad
oficial.
La
Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) tenía un presupuesto asignado de cinco millones de pesos, pero
según las cifras de la Cuenta Pública 2016 cerró el año gastando 405 millones.
Un ejercicio
también descomunal comparado con lo asignado en el Presupuesto de Egresos
ocurrió en la Secretaría de Turismo: de
tener 8 millones 540 mil pesos se gastaron 806 millones 437 mil pesos.
Otras
dependencias que aumentaron su gasto en publicidad oficial son la Secretaría de
Desarrollo Social, que de 57 millones asignados pasó a 515 millones ejercidos;
o la Secretaría de Relaciones Exteriores, que tenía 10 millones de pesos y
gastó 200 millones de pesos más.
Y los
‘campeones’ del gasto son…
En términos
absolutos, la Secretaría de Salud fue la secretaría de estado que gastó más en
publicidad.
La secretaría a cargo de José Narro
ejerció 1,439 millones de pesos para publicidad oficial, este monto representa
el 23% del monto total invertido en este rubro.
En segundo
lugar está la Secretaría de Hacienda,
que gastó el 14% de los recursos totales destinados a publicidad oficial: 873
millones 820 mil pesos.
La
organización internacional dedicada a la defensa de la libertad de expresión e
información, Article 19, alertó hace un mes en su informe anual 2016
“Libertades en Resistencia”, que en
México existen dos tipos de censura: la publicidad oficial como instrumento de
censura indirecta o sutil y las agresiones contra la prensa.
Durante su
campaña política y al tomar posesión, Enrique
Peña Nieto se comprometió a crear una instancia reguladora de publicidad
oficial. Ésta promesa también fue parte de los acuerdos del llamado Pacto por
México, firmado por el mismo presidente con los tres principales partidos del
país: PRI, PAN y PRD.
El Acuerdo
decía que “para transparentar y racionalizar los recursos que el Estado
invierte en publicidad en los medios de comunicación, se creará una instancia
ciudadana y autónoma que supervise que la contratación de publicidad de todos
los niveles de gobierno en medios de comunicación se lleve a cabo bajo los
principios de utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad
periodística y fomento del acceso ciudadano a la información, así como
establecer un límite en el ejercicio del gasto en publicidad de cada entidad
pública en proporción a su presupuesto”.
La promesa de transparentar y poner
un límite al gasto en publicidad oficial no ha sido cumplida pese a que Peña
Nieto ya tiene cuatro años al frente del Poder Ejecutivo.
Los viáticos
también aumentan.
El 17 de
febrero de 2016, cuando todavía era secretario de Hacienda, Luis Videgaray dijo
que parte del ajuste que haría el gobierno federal para reducir su gasto estaba
en los viáticos.
Dijo que
habría controles para racionalizar y limitar el gasto en esa partida, pero los
datos de la Cuenta Pública muestran que, en la práctica, ni el ahorro ni la
racionalización ocurrieron.
La partida de traslados y viáticos
del gobierno federal tenía un monto asignado de 7 mil 780 millones de pesos,
pero al cierre del año se gastó 49% más.
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