jueves, 1 de junio de 2017

Denuncian operativo.

Georgina Morett.

La oposición asegura que ya está lista la estrategia del PRI para ganar este domingo en el Estado de México. El plan que presentan es muy parecido al de elecciones pasadas.

Explican que la movilización del Día “D” como denominan al 4 de junio, será únicamente vía telefónica y que habrá de 15 a 20 personas vestidas de rojo, sin logotipos, para supervisar la movilización de los votantes registrados como del PRI en el “libro” (el padrón electoral), y entregarles su credencial.

Como siempre, la movilización de priistas será de las 8 a las 10 de la mañana para ganar las primeras filas en las casillas y asegurar que asistan.


Pero además, aseguran que hay otro operativo para desmovilizar el voto, que consistirá en la operación de grupos de vándalos alrededor de las casillas, para intimidar a los votantes.

Estos actos vandálicos serán difundidos en redes sociales, y se darán a conocer a la prensa para generar temor entre los electores y así inhibir su intención de acudir a votar.

Aseguran que los pagos van desde 700 pesos para los movilizadores hasta 25 mil pesos a los que denominan representantes políticos.

TODOS PUEDEN GANAR.

Al parecer en las elecciones de este domingo todos los partidos políticos y sus dirigentes pueden salir ganando.

Si el PRI logra el triunfo en el Estado de México, aunque pierda las gubernaturas de Coahuila y Nayarit, y quede casi en la desaparición en Veracruz, Enrique Ochoa podría hablar de buenos resultados, ya que ganó en la tierra de Enrique Peña Nieto.

Si la candidata del PAN al Estado de México, Josefina Vázquez Mota queda en cuarto lugar sería una desgracia, pero el líder panista Ricardo Anaya podría presumir que ganó Coahuila y Nayarit y muchos municipios de Veracruz (esperan ganar en unas cien alcaldías).

Si Delfina Gómez, de Morena, pierde la elección del Estado de México y queda en segundo lugar, de cualquier forma se diría que tuvo un excelente papel, que demuestra que los ciudadanos están con este partido y que su dirigente y candidato tiene grandes posibilidades de ganar en la elección federal de 2018.

Y de Juan Zepeda, del PRD, ni se diga, parece que desde ahora es el prócer que salvará a su partido de la inanición y que le devuelve las esperanzas.

Es así que si los resultados son los esperados, podremos hablar de buenas cuentas para todos y de partidos preparados para la elección federal y las locales de 2018, pero, como sucedió el año pasado, este marco idílico puede desaparecer y traer graves costos a muy diversos personajes.

Si la gente sale a votar en el Estado de México y abarrota las casillas, el triunfo del PRI se desvanecería, con lo cual su presidente Enrique Ochoa tendría que renunciar como lo hizo Manlio Fabio Beltrones; ganaría Delfina Gómez, lo cual pondría a López Obrador casi en la silla presidencial.

Se acabaron las encuestas y llegamos a la veda, sólo falta esperar si con los nuevos resultados se mantienen los pesos y contrapesos, o vivimos grandes sorpresas que nos ubiquen en un nuevo escenario hacia 2018.

PURO GASTO.

Qué triste, de verdad, es que la Asamblea Legislativa haya decidido únicamente engordar la burocracia con la elección del Concejo de las Alcaldías a través de una planilla cerrada dará automáticamente al ganador el 60 por ciento de los concejales.

Si como señaló el diputado local priista Adrián Ruvalcaba cada concejal cuesta, entre su sueldo y el de su equipo, 100 mil pesos y habrá 10 por delegación, estamos hablando que nos costarán 16 millones de pesos los corifeos que aprobarán cualquier locura que decida hacer un delegado. Y así los partidos políticos tendrán más lugares para poner a sus amigos en cargos dizque de elección popular

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